JOSÉ LUIS RAMOS
Caracas, 1790
Maiquetía, 05 de julio de 1849
Humanista,
filólogo, crítico literario y periodista. Asimismo se desempeñó como educador y
funcionario público. Aunque hay controversias con relación a la fecha de su
nacimiento, los historiadores coinciden en afirmar que fue condiscípulo de
Simón Bolívar, los Montilla, y los Ayala; probablemente en la escuela de
primeras letras de Simón Rodríguez. Cursó estudios en la Real y Pontificia
Universidad de Caracas, donde tuvo a Andrés Bello como condiscípulo. Entre
febrero de 1805 y mayo de 1810 desempeñó el empleo de oficial primero de la
Gobernación de Guayana, al frente de la cual estaba Felipe Inciarte. Desde mayo
hasta septiembre de 1810 fue secretario de la Intendencia de Guayana. En junio
de 1811, en Caracas, recibió el nombramiento de oficial en la Secretaría del
Congreso, y para 1812 era vicesecretario del mismo cuerpo legislativo; cargo
que desempeñó hasta agosto del mismo año, cuando Domingo de Monteverde entró en
Caracas. Desde el 7 de agosto de 1813 hasta junio de 1814, Ramos ejerció como
oficial primero de la Secretaría de Hacienda y Relaciones Exteriores.
Perdida
la Segunda República, emigró a Saint Thomas, donde permaneció hasta el 14 de
agosto de 1819, cuando regresó a la ciudad de Angostura. Allí cumplió las
funciones siguientes: secretario privado de Francisco Antonio Zea (15/08 al
04/09 de 1819); secretario del Consejo de Administración de la Guerra (26/08 al
05/10 de 1819); oficial primero de la Secretaría del Interior y de Guerra
(14/09 al diciembre de 1819); redactor del Correo del Orinoco (octubre 1820 a octubre
1821); secretario de la vicepresidencia de Venezuela (enero 1820 a 1822). En
noviembre de 1821 se hallaba en Caracas, donde actuó como redactor de la Gaceta
de Caracas y luego de la Iris de Venezuela, hasta octubre de 1822. Desde este
año hasta 1825, fue secretario de la Intendencia de Venezuela.
Tesorero-administrador de la aduana de Coro en 1827 y secretario de la
Dirección del Tabaco, desde agosto de este año hasta agosto de 1831, cuando el
jefe superior de Venezuela lo nombró oficial mayor de la Secretaría de Hacienda
y Relaciones Exteriores. Al retirarse de la Renta del Tabaco escribió una
Memoria acerca del ramo. Paralelamente con el ejercicio de sus funciones
administrativas actuó como examinador en colegios, juez de imprenta, censor de
teatro y crítico literario.
El
17 de julio de 1833, la Sociedad de la Concordia le nombró, en unión de José
María Pelgrón, comisionado para formar los elementos de gramática castellana,
aritmética, cosmografía y el reglamento interior para el gobierno de la
escuela. El 1 de marzo de 1840, fue nombrado como uno de los examinadores de
los candidatos a las cátedras de Literatura y de Gramática Castellana de la
Universidad Central de Venezuela. Ejerció el cargo de oficial mayor de Hacienda
y Relaciones Exteriores, hasta el 14 de septiembre de 1841 cuando presentó su
renuncia. Durante estos 10 años, Ramos desempeñó, con carácter interino, las
carteras de Hacienda y Relaciones Exteriores, Interior y Justicia, y Guerra y
Marina, y entre 1839 y 1850 edita la revista literaria La Guirnalda. Se le
considera como el fundador del periodismo literario en Venezuela. Los últimos
años de su vida los pasó en una estancia que poseía cerca de Maiquetía, donde
falleció. Sus restos yacen en el Panteón Nacional desde el 16 de agosto de
1889.
JOSÉ ANTONIO MAITÍN
Puerto Cabello, Carabobo, 21 de
octubre de 1804
Choroní, Aragua, 04 de agosto 1874
Poeta
y dramaturgo venezolano de mediados del siglo XIX, cuya obra contribuyó a la
difusión del romanticismo en nuestro país. Fueron sus padres José Ignacio
Maitín y Ana María San Juan. En 1812, ante la pérdida de la Primera República
intenta huir junto con sus familiares a Curazao, pero todos son apresados en
alta mar y conducidos a Coro; logrando posteriormente viajar a La Habana, donde
se residenciaron. En Cuba, José Antonio Maitín conoce a José Fernández Madrid
(dirigente civil del movimiento independentista de Nueva Granada que estaba
confinado en Cuba), quien lo introduce en los círculos intelectuales de la
isla. También en este país traba amistad con José María de Heredia, con Domingo
Del Monte y con el joven Santos Michelena, recién llegado a Cuba en 1819, y
quien será decisivo en la vida de Maitín.
En
1824 regresa a Venezuela, encontrando que la guerra ha destruido su pueblo
natal. Por dos años viaja a Inglaterra como adjunto al cónsul general de la
Gran Colombia, Santos Michelena. En la capital inglesa conoce por este tiempo a
Andrés Bello. En 1834, regresa a Venezuela y se establece en Choroní, donde sus
padres tenían una hacienda. En 1835, viaja a Caracas para encontrarse con
Michelena, conociendo en esta visita al presidente José María Vargas y a José
María de Rojas. Durante este tiempo publica una comedia en 2 actos, escrita en
verso, La prometida; lo que marca el inicio de su actividad como literato. En
1838, presenta otra comedia Don Luis o El Inconstante. En la década que va de
1840 a 1850 se ubican sus producciones literarias. En 1841, al recibir un libro
de poesías de José Zorrillas enviado por su amigo José María de Rojas, conoce
el romanticismo español. Maitín quien hasta ese momento se había caracterizado
por ser un poeta neoclásico, escribe un poema dedicado a Zorrilla y se lo
remite a Rojas, quien lo publica en El Liberal el 18 de enero de 1842; lo que
contribuyó a extender su fama por todo el país. En marzo de 1842, por petición
del vicepresidente de la República, Santos Michelena, regresa a Caracas, donde
ocuparía un cargo público que finalmente rechaza. En este período escribió Un
adiós a Caracas y Homenaje a Bolívar. En enero de 1848, es herido mortalmente
Santos Michelena durante el asalto al Congreso perpetrado por José Tadeo
Monagas. Acongojado ante la muerte de Michelena, escribe Maitín un poema sobre
el trágico suceso. En 1851, José María de Rojas (hijo) edita un volumen de las
poesías de Maitín. El 11 de julio de ese mismo, al morir su esposa escribe una
dramática elegía que titula Canto Fúnebre y se retira a su hacienda, "El
Parnaso" de Choroní. En 1855, nuevamente perseguido por la tragedia vio
morir víctimas del cólera a su hermano Federico, así como a poetas y amigos
como José María de Rojas (padre) y Teófilo Rojas. Ese mismo año, al enterarse
de la muerte de José María Vargas, escribe su mejor composición después del
Canto Fúnebre. En 1874, muere en su hacienda de Choroní, lugar donde se había
residenciado de manera definitiva.
FERMÍN TORO
El Valle, Distrito Capital, 14 de
julio de 1806
Caracas, 23 de diciembre 1865
Político,
diplomático, literato y educador venezolano. Fueron sus padres Antonio
Rodríguez de Toro y Barba y Mercedes Blanco, hacendados de origen canario. Sus
primeros conocimientos escolares los recibió del presbítero Benito Chacín. A
los 10 años de edad, se traslada con su familia a Caracas a causa de la lucha
emancipadora e inicia su formación autodidacta en la residencia de su pariente,
el marqués del Toro. A los 22 años entró a trabajar como funcionario del
Departamento de Hacienda, donde desempeñó cargos aduanales en La Guaira y la
isla de Margarita, regresando a Caracas en 1831. Un año después se incorporó
como diputado al Congreso Nacional, pronunciando un discurso en memoria del
Libertador, en el que planteaba el traslado de sus restos al país. Sus primeros
escritos aparecieron en 1837 en el periódico El Liberal, con su nombre o con
los seudónimos de Emiro Kastos o de Jocosías. Posteriormente, escribió en El
Correo de Caracas. En términos generales, los temas de sus escritos fueron
literarios, políticos y didácticos, tales como Europa y América, Cuestión de
imprenta y Los estudios filosóficos en Venezuela.
En
1839 fue nombrado secretario de Alejo Fortique en la misión diplomática que el
gobierno le confió a éste en la corte inglesa. Fermín Toro permaneció hasta
1841 en Londres, donde perfeccionó sus conocimientos políticos y sociológicos,
sin dejar a un lado su producción literaria. Una vez en Caracas, ocupó el cargo
oficial mayor del Ministerio de Hacienda, donde ejercitó sus conocimientos de
economía y elaboró entre 1842 y 1844, su obra Reflexiones sobre la Ley del 10
de abril de 1834, publicada en 1845. Durante este período se dedicó a la
docencia y a colaborar con artículos literarios en los periódicos de la época,
a la vez que se incorporó al grupo que dirigía El Liceo Venezolano, importante
institución científico-literaria. En 1842 publicó por entregas la novela Los
Mártires, considerada como la primera novela producida en el país; además de la
misma escribió La viuda de Corintio y La Sibila de los Andes. Este mismo año
presidió la comisión encargada de preparar en Caracas las honras fúnebres al
Libertador, con motivo del traslado de sus restos desde Colombia,
convirtiéndose además en el cronista que narró el acontecimiento al escribir la
Descripción de los honores fúnebres consagrados a los restos del Libertador
Simón Bolívar.
En
1844 fue a Nueva Granada como Ministro Plenipotenciario, con la finalidad de
negociar un acuerdo sobre sus problemas limítrofes. El 01 de abril de 1846
Fermín fue ratificado como Ministro Plenipotenciario para efectuar en Madrid
canje de ratificaciones relacionadas con el acuerdo de paz del 30 de marzo de
1845 entre España y Venezuela. Posteriormente, Fermín Toro viajó a España y
llevó a cabo su cometido el 22 de junio de 1846, después de haber sido recibido
el día 19 por la reina Isabel II. En abril de 1847 regresó al país, siendo
nombrado de inmediato ministro de Hacienda por el presidente José Tadeo Monagas
debido a la renuncia de José Félix Blanco. Al año siguiente se incorporó a las
Cámaras Legislativas como diputado por Caracas, pero ante el asalto al Congreso
del 24 de enero de 1848, renuncia a su cargo.
En
tal sentido, son célebres sus palabras dirigidas a quienes le solicitaron de
parte del presidente Monagas (autor del asalto) volver al Congreso: «...
Díganle ustedes al general Monagas que mi cadáver lo llevaran, pero que Fermín
Toro no se prostituye...» A partir de este momento se retiró de toda actividad
política, residenciándose en los Valles de Aragua, donde se dedicó a labores
agrícolas y ganaderas, así como a profundizar sus conocimientos de botánica.
Años
más tarde, participó en la Revolución de Marzo de 1858 encabezada por Julián
Castro que derrocó a José Tadeo Monagas. Durante el gobierno de Castro, Fermín
Toro fue ministro de Hacienda y luego de Relaciones Exteriores. En este último
cargo le tocó resolver el conflicto diplomático surgido en torno al
cumplimiento del Protocolo Urrutia, el cual se comprometía a garantizar la
integridad de las legaciones de Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Brasil,
los Países Bajos y España. A mediados de 1858 fue miembro de la convención
Nacional de Valencia, la cual presidió y donde pronunció uno de sus más
conocidos discursos sobre la forma de gobierno centro-federalista. Mientras se
desarrollaba la Guerra Federal en 1860, fue enviado en misión diplomática a
España, Francia e Inglaterra, con la finalidad de explicar la muerte y
confiscación de bienes ciudadanos de estos países como consecuencia del
conflicto bélico que estaba viviendo en territorio venezolano. En 1862, regresó
y se retiró de manera definitiva de la escena política. Durante esta última
parte de su vida, se dedicó a realizar investigaciones botánicas, cuyos
manuscritos fueron recogidos y analizados por Adolfo Ernst en 1872, y a
estudios sobre lenguas indígenas. Sus restos reposan en el Panteón Nacional
desde el 23 de abril de 1876.
JUAN VICENTE GONZÁLEZ
Caracas, 28 de mayo de 1810
Caracas, 1° de octubre de 1866
El
28 de mayo de 1810 nace en Caracas, hijo expósito, Juan Vicente González, gran
escritor, periodista, maestro y político de fuste. Hizo sus primeros estudios
con el eminente sacerdote José Alberto Espinoza; luego ingresó a la Universidad
y se graduó de Licenciado en Humanidades.
Estudió
latín, filosofía, literatura y gramática. Periodista más combativo y fogoso,
ponía tal pasión en cada frase, que hacía temblar al enemigo cuando fustigaba y
esclarecía a aquella persona que alababa. Desde las tribunas del diario que
fundó, El Heraldo, ataca a cuantos se desvían de las ideas civilistas.
Funda
en 1846 el Diario de la Tarde, para combatir la candidatura presidencial de
Antonio Leocadio Guzmán. Con miras a su sostenimiento económico, funda el
colegio «El Salvador del Mundo», en 1849. Como escritor y poeta fue un
romántico. Si en las Catilinarias destilaba el fuego político, en las
Mesenianas desbordaban los sentimientos de su corazón. En estos pequeños poemas
en prosa, el gran escritor Juan Vicente González describe con profunda tristeza
sus impresiones de la Venezuela que tanto conoció y amó.
El
título de Mesenianas está tomado de las elegías que sobre Mesania, una región
de Grecia, escribieron el abate francés Barthélemy y el poeta, también francés,
Casimir Delavigne. Las elegías que integran la obra tratan de muy diversos
temas, pero todas tienen en común la preocupación por lo venezolano, la
exaltación de los valores patrios y el culto a los héroes; además, todas
muestran la profunda tristeza con que el autor fue testigo de los conflictos
que, en los últimos años de su vida, desgarraban a su patria. Juan Vicente
González, el hombre que habla atacado tan furiosamente a sus enemigos en sus
escritos, el apasionado periodista que utilizaba los peores insultos, narra con
ternura y gran elevación poética la muerte de Andrés Bello o escribe, con
semejantes características, la oración fúnebre de otro gran venezolano: el
polifacético Fermín Toro.
Escribió
la biografía de José Félix Ribas, un texto de gramática, uno de Historia de
Venezuela y el de Historia Universal, que lo escribió estando preso, sin más
recurso que su prodigiosa memoria.
Esta
vida apasionada de Juan Vicente González se apagó el 1º de octubre de 1866.
RAFAEL MARÍA BARALT
Maracaibo, 03 de julio de 1810
Madrid, 04 de enero de 1860
Niño
aún, su familia se residenció en Santo Domingo, de donde procedía su madre. A
los once años volvió a Maracaibo. Y allí se residenció hasta 1826, cuando
acompaña a su tío Luis Baralt a Bogotá donde realizó sus primeros estudios
humanísticos. Cursó, aunque no en forma muy regular, latinidad, filosofía y
derecho. Luis Correa, en su libro Terra Patrum, cita el testimonio de uno de
los compañeros de aula de Baralt Juan Francisco Ortiz, mediante el cual se
puede dar cuenta de que el joven venezolano no había tomado en serio sus
estudios, tal vez por causas que el mismo Correa trata de explicar: entre
otras, el clima de intrigas y conspiraciones que se vivía en la Bogotá de
entonces.
En
1830 Baralt se encuentra de nuevo en Maracaibo. Es Partidario de la disolución
de la Gran Colombia. Por eso acompaña a los separatistas en sus primeros pasos.
A las órdenes del General Santiago Mariño, alcanzó el grado de Teniente. Poco
tiempo después desempeñó un cargo en el Ministerio de Guerra y siguió estudios
en la Academia Militar establecida en Caracas por Juan Manuel Cajigal. En 1835
luchó contra los reformistas, durante la presidencia del Dr. José María Vargas
y fue ascendido a Capitán de Artillería. Como funcionario del Ministerio de
Guerra estaba en 1840 cuando fue comisionado para publicar en París su Historia Antigua y Moderna de Venezuela.
A su regreso fue designado Consejero del Ministro Fortique, en Londres. De
Inglaterra, Baralt pasó a España, donde residió por el resto de su vida. Murió
en Madrid en el año de 1860. Baralt, después de sus años en Bogotá realizó por
su cuenta profundos estudios de literatura, de filosofía y de matemáticas. En
«El Correo de Caracas», periódico que dirigía Cajigal y en «La Guirnalda»,
revista dirigida por el humanista José Luis Ramos, publicó el escritor zuliano
sus primeros trabajos literarios.
Su
obra responde a un ponderado estilo clásico. Para algunos, como Gil Fortoul,
Baralt, con su celo purista frente a los galicismos, no es más que un
reaccionario del idioma. Sin embargo, la obra del venezolano alcanzó
dimensiones extraordinarias en el consenso de los más eminentes de la
literatura española de su tiempo. Hacia 1843 llega Baralt a España. Se detiene
en Sevilla en la búsqueda de documentos sobre nuestros legítimos derechos en el
Territorio de la Guayana Esequiba. Posteriormente pasa a Madrid.
En
la capital española llega a ser redactor principal de «El Siglo» y redactor de
«El Tiempo» y «El Espectador». En 1849 publicó su «Libertad de Imprenta». En
ese mismo año sale a la luz pública «Los Partidos Políticos en España». Sus
relaciones aumentaron en España al conocerse su labor de periodista y de hombre
de letras. En 1853 fue elegido individuo de número de la Real Academia
Española, para ocupar el sillón vacante, marcado con la letra R, que había
ocupado el eminente literato Juan Donoso Cortés.
En
sus años de mayor devoción al estudio de la lengua, pública su Diccionario de
Galicismos y deja inconclusa una obra monumental: Diccionario - Matriz de la
Lengua Castellana. A ratos cultiva la poesía y envía sus recuerdos a la lejana
patria como en su famoso poema Adiós a la Patria, por donde pasa con nostalgia
tímida de clásico, su amor por la tierra nativa.
Para
la literatura de Venezuela, tal vez la obra de Baralt que tiene mayor
importancia y por lo tanto mayor proyección, sea su Resumen de la Historia
Antigua y Moderna de Venezuela. La obra está escrita con una corrección
impecable, con una rigidez académica severa. El autor sigue a los maestros del
género en España, a diferencia de Juan Vicente González.
Ya
no son los historiadores románticos, sus mentores. Son el padre Mariana, Solís,
Melo. Quizá su pesado humanismo priva a su historia de la pasión, de la
vitalidad, de la dinámica, necesarias siempre, en obras de esta naturaleza.
Baralt fue excesivamente formalista. En esto se diferencia un poco de sus
compañeros de generación: Toro y González. Aun se diferencia del propio Bello,
Menéndez y Pelayo diferenciaba a los dos humanistas venezolanos, considerando a
Baralt como preceptista y a Bello como filólogo. Realmente la obra de Baralt se
caracteriza por su retoricismo, por su elegancia formal. Con todo, en el campo
de nuestra historiografía, funda una escuela que se proyecta con vigencia
absoluta hasta muy entrado el siglo XIX. El juicio mesurado Baralt, su
corrección idiomática, su minuciosa revisión de nuestros principales
acontecimientos históricos en su obra, le mantuvieron durante muchos decenios,
como el modelo más aceptable en la orientación historiográfica venezolana.
Realmente,
la historiografía cultivada por Baralt obedece a propósitos determinados por
nuestras condiciones de pueblo aun en formación. Más que todo su obra es un
examen general de lo que había transcurrido en nuestra corta vida republicana.
Sin detenerse en el análisis de los hechos, sin llegar a «la forma espiritual
en que una cultura se rinde cuenta de su pasado». Los primeros historiadores,
como Baralt, conciben la historia en función de los hombres, considerados como
factores providencialistas. El sentido crítico se oscurece ante la exaltación a
veces polémica y apasionada. Esta misma orientación de su libro, provocó frente
a Baralt opiniones y actitudes borrascosas. Se dice que su ida de Venezuela
tiene relación con el descontento de algunos protagonistas de nuestra historia,
enjuiciados con franqueza por el historiador.
CECILIO ACOSTA
San Diego de los Altos, Miranda, 1° de
febrero de 1818
Caracas, 08 de julio de 1881
Cecilio
Acosta fue un Importante escritor, periodista y exponente del humanismo durante
la segunda mitad del siglo XIX venezolano. Fueron sus padres Ignacio Acosta y
Juana Margarita Revete Martínez. Nació en el seno de una familia pobre,
situación que influye en su vida estudiantil, profesional y pública. Su primera
formación estuvo a cargo del presbítero Mariano Fernández Fortique, quien luego
se hizo famoso como orador, escritor y prelado. Dada la fecha de su nacimiento,
Acosta formó parte junto a Juan Vicente González, Fermín Toro y Rafael María
Baralt de la generación intelectual de la Independencia y la República. En
1831, ingresa al Seminario Tridentino de Santa Rosa (Caracas), donde inicia la
carrera sacerdotal, el conocimiento de los clásicos, el dominio de la lengua
latina y una serie de lecturas decisivas en la gestación de su pensamiento. En 1840,
abandona los estudios eclesiásticos para estudiar filosofía y derecho en la
Universidad Central de Venezuela. Aunque obtuvo el título de abogado, no cambió
su situación económica.
En
1846 Cecilio Acosta sale a la palestra pública al dar a conocer en los
periódicos La Época y El Federal sus reflexiones sobre la tensa situación del
país dividido entre conservadores y liberales. A partir de este momento el
pensamiento de Cecilio Acosta se caracteriza por enfatizar en el humanismo y el
liberalismo. En tal sentido, los temas que a su juicio debían ser claves para
el desarrollo del país eran entre otros la industria, la propiedad, la
inmigración, la electricidad, la imprenta, el vapor, el telégrafo, así como los
trabajos de síntesis histórica y discernimiento jurídico cuyo eje es la
meditación sobre el progreso y lo civilizado, y el análisis de la instrucción
que requería Venezuela para alcanzarlos. En 1848, siendo nombrado Secretario de
la Facultad de Humanidades de la UCV, dicta las cátedras de Economía Política y
de Legislación Universal Civil y Criminal (1853). En 1856, Cecilio Acosta
publica uno de sus más importantes ensayos sobre la educación: Cosas sabidas y
cosas por saberse. En 1857, sostiene una polémica con Ildefonso Riera
Aguinagalde sobre la doctrina liberal. Por este tiempo mantiene una nutrida
correspondencia con notables de Latinoamérica, España y Venezuela. Asimismo, se
convierte en un ascendiente moral sobre las nuevas generaciones. En 1870,
durante el gobierno de Antonio Guzmán Blanco, aunque en la Universidad Central
se hacía sentir el impacto del positivismo y el determinismo, Cecilio Acosta
representa un norte para los jóvenes y un puente entre la tradición humanista
de Andrés Bello y las nuevas estéticas en ebullición. Muestras del afecto y
respeto que despertó entre sus alumnos y contemporáneos fueron las expresiones
de cariño de Lisandro Alvarado, científico humanista y el homenaje que le rinde
José Martí a su paso por Caracas en 1881. A pesar de su importancia en la
formación de los nuevas generaciones de intelectuales y científicos, Cecilio
Acosta murió en la completa pobreza. Sus restos reposan en el Panteón Nacional
desde el 5 de julio de 1937. Su obra se mantuvo dispersa hasta que en 1908
cuando se intenta una primera recopilación; pero es sólo a partir de 1940, se
procede a la divulgación de su pensamiento por medio de antologías. En 1981 la
Fundación La Casa de Bello preparó la edición de sus Obras completas.
EDUARDO BLANCO
Caracas, 25 de diciembre de 1838
Caracas, 30 de junio de 1912
Escritor
y político venezolano. Cursó su formación secundaria en el Colegio El Salvador
del Mundo, bajo el magisterio del poeta Juan Vicente González.
Inició
la carrera militar al servicio del general José Antonio Páez, cuya confianza se
granjeó durante el transcurso de la Guerra Federal (1859-1863). Abandonó el
ejército para dedicarse a la literatura, y con el pseudónimo de Manlio publicó
algunos relatos breves y la novela Una noche en Ferrara (1875).
En
1879 estrenó en el Teatro Caracas su drama Lionfort, y en 1881 publicó
Venezuela heroica, una narración histórica que ensalzaba las proezas de unos
héroes vinculados entre sí por su amor a la patria, formada por una serie de
once cuadros históricos, y que tuvo un éxito fulgurante. Los dos volúmenes de
su novela Zárate (1882) incrementaron su enorme popularidad; la figura de su
protagonista, el bandolero Zárate, refleja a la perfección la idiosincrasia de
la población criolla.
Posteriormente
publicó las recopilaciones de relatos Las noches del Panteón (1895) y
Tradiciones épicas y cuentos viejos (1912), y una tercera novela, Fauvette
(1905). Ostentó los cargos de ministro de Relaciones Exteriores entre 1900 y
1905, y de ministro de Instrucción pública entre 1905 y 1906.
TULIO FEBRES CORDERO
Mérida, 31 de mayo de 1860
Mérida, 03 de junio de 1938
Escritor,
historiador, profesor universitario y periodista. Realizó un aporte fundamental
a la cultura intelectual venezolana, mediante el estudio de la historia de
Mérida, de los Andes y de sus áreas de influencia, es decir, el territorio que
desde principios del siglo XVII formará el corregimiento de Mérida. Fueron sus
padres Foción Febres Cordero y Georgina Troconis y Andrade. Sus primeras
enseñanzas las recibió de sus padres y de sus tíos Favio Febres Cordero e
Indalecia Almarza, pasando luego a la Escuela de Varones de Mérida. En 1871
ingresa a la Universidad de Los Andes para seguir los cursos de Latinidad y
Filosofía, graduándose de bachiller 7 años después. Durante esta etapa aprende
varios oficios que luego le serán de gran utilidad en el futuro: zapatería,
relojería, tipografía, encuadernación, caligrafía, dibujo y pintura. En la
Universidad inicia estudios de derecho, carrera que culmina en 1882,
doctorándose 18 años después. Luego de esto comienza su labor como tipógrafo y
periodista. En tal sentido, fueron varios los periódicos y revistas que funda,
dirige, redacta, o en los que simplemente colabora, como Páginas Sueltas
(1882-1883) y El Comercio (1884), ambos junto con José Antonio Parra Picón, El
Lápiz (1885-1897), El Centavo (1900), El Billete (1902), el Mosaico
(1921-1923), este último con su hijo José Rafael Febres Cordero.
Su
actividad en la Universidad de los Andes fue larga y fructífera, especialmente
como catedrático de Historia Universal (1892-1924), todo lo cual llevó a ser
nombrado vicerrector interino (1912) y rector honorario (1936). En 1883 contrae
matrimonio con Teresa Carnevali Briceño, con quien procreará varios hijos. Como
topógrafo desarrolló la técnica de la imagotipia (1885), o arte de representar
imágenes con tipos de imprenta. También se ocupa de la foliografía (1896),
técnica que consiste en la reproducción mediante impresión de las hojas de las
plantas. En cuanto a su obra en general, se puede decir que la misma es polifacética
por abarcar aspectos propios de la historia, la literatura, la antropología, el
derecho, la educación y otras ramas del saber. Por lo tanto, no es raro que su
escritura se exprese en distintos géneros: crónica, ensayo, cuento, novela y
poesía. Asimismo, su heterogénea producción intelectual se caracteriza por
abordar conjuntamente los hechos de la historia formal (conquistas,
fundaciones, revoluciones, guerras, etc.) con los de la historia cotidiana
(costumbres, creencias, modos de vida, etc.). Fue notable su interés por dar a
conocer en un lenguaje sencillo las tradiciones, mitos y leyendas, expresiones
que si bien no forman parte de la historia académica, sin embargo, ayudan a
entender la psicología de los pueblos, en especial la de la región andina.
Durante su existencia, Tulio Febres Cordero fue objeto de numerosas
distinciones, como el haber sido admitido en instituciones académicas tanto de
Venezuela (miembro correspondiente de la Academia Nacional de la Historia y de
la Academia Venezolana de la Lengua) como del extranjero. En 1978, los
herederos de la familia Febres Cordero donaron a la nación la colección de
impresos y documentos pacientemente reunidos por el escritor merideño, así como
lo dejado por su hijo José Rafael. Hoy estos materiales pueden ser consultados
en la Biblioteca Febres Cordero del Instituto Autónomo Biblioteca Nacional,
ubicada en Mérida.
POLITA DE LIMA
Coro, 05 de septiembre de 1869
Coro, 21 de marzo 1944
Escritora
y poetisa falconiana. Fueron sus padres Isaac H. De Lima y Ana Salcedo. Su
educación transcurrió entre Coro y Curazao. El 8 de diciembre de 1904, contrajo
nupcias con el general Ceferino Castillo. El 18 de febrero de 1890, junto con
un grupo de amigas, fundó la Sociedad Alegría con el fin de animar a la juventud,
comunicar optimismo al ambiente aletargado de la capital del estado Falcón y
crear preocupación por la cultura. Ante el éxito logrado por la Sociedad
Alegría, y debido a la imposibilidad de aumentar el número de sus socios, un
grupo entusiasta decidió fundar otra Sociedad gemela que tomó el nombre de
Armonía (15 de mayo 1890) y que complementaba las actividades de Alegría,
ayudando a promover programas de música, poesía, canto, declamación y teatro.
Como
periodista, Polita de Lima, fundó y dirigió las revistas El Chistoso y Flores y
Letras (1894) órganos ambos de la Sociedad Alegría de Coro, la cual en 1892,
bajo la presidencia de Virginia Gil de Hermoso, fundó la Biblioteca Colombina,
en homenaje al cuatricentenario del descubrimiento de América. Colaboradora de
las revistas caraqueñas El Cojo Ilustrado (1896), Armonía y Cosmópolis
(1894-1895), Polita De Lima inició en ellas su carrera literaria. Como
escritora, ensayó todos los géneros y sobresalió en la poesía; se distinguió
como creadora y fue la primera mujer coriana que dictó un ciclo de conferencias
sobre historia (1894). Su obra teatral Agar en el desierto, después de ser
estrenada en Coro en 1907 y repetida varias veces, fue representada en
Santander (España), en 1918. En diciembre de 1912, una pequeña revista,
Idilios, publicada en Pampán (Edo. Trujillo) dirigida por María Cristina y Rosa
Arminda Segnini, abrió un concurso nacional con el objeto de elegir por
votación popular a la poetisa que gozara de más prestigio en el país y fue
Polita de Lima quien obtuvo el galardón y proclamada Princesa del Parnaso
Venezolano el 24 de junio de 1913, fecha en la cual la revista Idilios cumplía
4 años de fundada. Fundó y dirigió también la revista coriana Médanos y
Leyendas (1921-1935). Se destacó finalmente, como maestra de escuela en su
ciudad natal. El Concejo Municipal del distrito Miranda del estado Falcón,
inauguró en Coro, el 20 de febrero de 1982, una galería de arte en la cual
funciona la biblioteca pública Polita de Lima.
ANDRÉS ELOY BLANCO
Cumaná, 06 de agosto de 1896
Ciudad de México, 21 de mayo de 1955
Importante
poeta venezolano, miembro de la "Generación del 28" y fundador del
Partido Acción Democrática (AD). Sus padres fueron Luis Felipe Blanco y Dolores
Meaño. Transcurre su infancia en la isla de Margarita, hasta que se traslada a
Caracas en 1908 con la finalidad de estudiar en el Colegio Nacional, regentado
en ese entonces por Luis Ezpelosín. Luego ingresa a la Universidad Central de
Venezuela, donde cursa la carrera de derecho y se gradúa en 1918. Desde muy
joven mostró un gran talento literario, el cual fue reconocido en diversos
concursos. En tal sentido, uno de sus primeros poemas "La espiga y el
arado", fue premiado en los Juegos Florales de Ciudad Bolívar en 1916.
Asimismo en 1921, publica su primer libro Tierras que me oyeron; y en 1923,
recibe el primer premio en concurso promovido por la Real Academia Española de
la Lengua, en la ciudad de Santander (España), a la cual concurrió con su Canto
a España, lo que le da notoriedad internacional.
En
1928, forma parte del grupo de estudiantes universitarios que se alzaron en
contra de la dictadura del general Juan Vicente Gómez. Por tal motivo, entre
1928 y 1933, va a parar a la prisión de La Rotunda, de donde lo pasan al
castillo Libertador de Puerto Cabello (1933-1934). Durante el tiempo que estuvo
encarcelado, dio muestras de una gran fortaleza física y moral, ya que pese a
tener pesados grillos en los pies, siguió produciendo originales escritos que
luego sus hermanas se encargaban de pasar en limpio. Enfermo fue confinado a
Valera (1935). En el lapso que estuvo prisionero en las cárceles gomecistas,
estableció contacto con los campesinos y obreros analfabetas llevados a estas
prisiones por el régimen de Gómez; los cuales inspiraron algunas de sus obras:
Barco de Piedra, Malvina Recobrada (1937), Abigail (1937) y Baedecker 2000. En
estos libros Eloy Blanco empleó un tratamiento de la realidad que él mismo
denominó como "colombismo", y que derivaba de una actitud
descubridora del poeta en contacto con la realidad americana.
Después
de la muerte de Juan Vicente Gómez (17.12.1935), milita en las filas del
Partido Democrático Nacional (PDN) y resulta electo presidente del Consejo
Municipal del Distrito Federal. Miembro fundador del partido Acción Democrática
(AD), participa también en la fundación del semanario humorístico El Morrocoy
Azul (1941). Diputado por el Distrito Federal (1945) y destacado presidente de
la Asamblea Nacional Constituyente (1946-1947), se desempeña como ministro de Relaciones
Exteriores en el Gobierno de Rómulo Gallegos y representa a Venezuela en las
Asamblea de las Naciones Unidas (París 1948). Luego del derrocamiento de
Gallegos (24.11.1948), sale al destierro, pasando primero a Cuba y
posteriormente a México, donde murió en un accidente automovilístico. En 1973,
el Congreso Nacional hizo una edición de sus obras completas, en 10 volúmenes,
5 de los cuales recogen su labor periodística, que contiene crónicas y ensayos
cortos. En esta edición, también están contenidos sus discursos, que son de
calidad excelente, pues Andrés Eloy Blanco era un gran orador, acaso uno de los
mejores que ha tenido Venezuela en el siglo XX. Sus restos reposan en el
Panteón Nacional desde el 2 de julio de 1981.
FRANCISCO PIMENTEL
AGOSTINI
Caracas, 01 de septiembre 1889
Caracas, 12 de agosto de 1942
Junto
a Leoncio Martínez y Aquiles Nazoa, representa a uno de los más importantes
poetas y humoristas del siglo XX venezolano. Fueron sus padres Francisco
Pimentel Anderson y Margarita Agostini Caspers.
Creció
en un ambiente familiar que estimuló su afición por la literatura. En este
sentido, tanto su abuelo como su madre habían incursionado en el periodismo.
Inició la escuela primaria en el colegio de Teresa Pérez Bonalde y cursó bachillerato
en el colegio Santa María (ubicado entre las esquinas de Velásquez y Santa
Rosalía de Caracas). Entre 1909 y 1912, realizó estudios de derecho que no
llegó a culminar, ya que durante este lapso comprobó que su verdadera pasión y
vocación era la literatura. Aunque fue un destacado poeta lírico como lo
demuestran los versos de su obra Graves y Agudos, editada originalmente en
1940; se le conoce fundamentalmente por su obra humorística que se desarrolló
bajo el seudónimo de Job Pim, la cual lo hace uno de los más importantes
humoristas en verso que ha dado Venezuela.
Su
carrera periodística comenzó en El Nuevo Diario, en 1913, con una sección
titulada «Pitorreos». Luego de estos inicios pasó a ser colaborador en los
diarios El Universal y El Heraldo, además de escribir en las revistas El Cojo
Ilustrado y Élite. En 1923 participa junto a Leoncio Martínez (Leo) en el
semanario Fantoches, con quien había fundado en 1917, otra revista denominada
Pitorreos, que poco después, se convirtió en diario. A partir de las páginas de
este órgano de prensa, se proyectó Job Pim como un vehemente opositor al
régimen de Juan Vicente Gómez, lo cual le costó su salida de Pitorreos el 17 de
enero de 1919, y el comienzo de un largo peregrinaje de 9 años por las
distintas cárceles del país. Al morir Gómez, fue designado cónsul de en
Valencia (España), cargo que desempeñó hasta el comienzo de la Guerra Civil
Española (18 de julio de 1936), cuando el canciller Esteban Gil Borges le
ordenó regresar al país. Después de la guerra (1939) volvió a España, pero su
estado de salud le obligó a regresar a Caracas en 1940, donde reanudó su
actividad periodística hasta su muerte.
RODOLFO MOLEIRO
Zaraza, Guárico, 04 de septiembre de 1898
Caracas, 04 marzo de 1970
Abogado
y poeta, miembro de la llamada "Generación de 1918". Fueron sus
padres el general Rodolfo Moleiro y Petra Sánchez Ron. Su hermano era el
compositor Moisés Moleiro. Cursa estudios primarios y secundarios en el colegio
San Gabriel de su pueblo natal, mientras que el bachillerato lo culmina en el
liceo San José de Los Teques. Al tiempo que estudia derecho en la Universidad
Central de Venezuela, inicia sus actividades literarias (1914). Colaborador de
los diarios El Universal (desde 1918), El Nuevo Diario (desde 1916), así como
de las revistas Renovación (1915), Actualidades (1918), Revista de Aguilar
(1918) y Cultura Venezolana (a partir de 1922), figura como uno de los más
conspicuos representantes de la llamada "Generación poética de 1918",
junto con Andrés Eloy Blanco, Jacinto Fombona, Fernando Paz Castillo, Enrique
Planchart, Pedro Sotillo, Luis Barrios Cruz y otros.
Abogado
(1922) y doctor en ciencias políticas con una tesis acerca de la
"Apropiación indebida en el Código Penal" (1925), regresa al estado
Guárico a ejercer su profesión, abandonando por un tiempo, los círculos
literarios caraqueños. Consultor jurídico del Ministerio del Trabajo (1936), es
elegido senador por el estado Guárico (1937). Colabora en la revista literaria
Viernes (1939) y, en 1942, viaja a Estados Unidos donde ejerce el cargo de
cónsul de Venezuela en San Francisco. En 1951, la Asociación de Escritores de
Venezuela publica una colección de sus poemas bajo el título de Reiteraciones
del bosque. En 1953, el Ministerio de Educación edita una segunda recopilación
titulada Poemas; la publicación de Nuevos Poemas (1955) le hace merecedor del
Premio Municipal de Poesía del año 1956; las recopilaciones Poesía (1961),
Últimos poemas (1964) y Tenso en la sombra (1968) completan su obra. Individuo
de número de la Academia Venezolana de la Lengua, se incorpora a dicha
institución el 28 de mayo de 1968, promoviendo un proyecto de ley de defensa
del idioma, para evitar que las palabras extranjeras penetraran en el idioma
castellano. En una ocasión Evencio Castellanos se refirió a su poesía en los
siguientes términos: "... no tiene nada ornamental, sólo la interna
armonía adscribe a la textura del poema su esencia (...) Se despoja de las
palabras falsas (...) utiliza la imagen, la metáfora, el símbolo para hallar la
ecuación de la fórmula nueva..."
ANTONIO ARRÁIZ
Barquisimeto, 27 de marzo de 1903
Westport, Estados Unidos, 16 de
septiembre de 1962
Destacado
poeta, periodista y novelista larense. Fueron sus padres Juan Arráiz y
Concepción Mujica. Realizó estudios primarios en su ciudad natal (1909-1911),
culminándolos en el Colegio Católico Alemán en Caracas (1911-1914). En cuanto a
la educación secundaria, la misma la efectuó en los liceos Andrés Bello y
Caracas. En 1919, con apenas 16 años de edad, se aventuró a viajar a los
Estados Unidos, donde quería cumplir con sus 2 sueños: ser aviador y actor de
cine. Una vez en suelo norteamericano, trabajó en diversos y veces ruidos
oficios, hasta que regresó a Venezuela en 1922. De vuelta en el país, inició
una intensa carrera deportiva que lo llevó a practicar disciplinas como el
fútbol y la esgrima, esta última en compañía de Luis Enrique Mármol, quien lo
puso en el camino de la poesía. Por estos días trabajó en una casa de comercio
y en una empresa de cines como jefe de Propaganda. Aunque no era estudiante de
la Universidad Central de Venezuela, participó en las protestas estudiantiles
contra el régimen de Juan Vicente Gómez, en febrero de 1928 y formó parte en
abril de ese año, en el asalto al cuartel San Carlos; por lo que cayó preso,
fue torturado y encarcelado en La Rotunda, hasta el 1 de enero de 1935, cuando
fue confinado a Barquisimeto donde trabajó en el periódico El Heraldo.
Nuevamente
apresado y desterrado, viajó por Ecuador y Colombia, regresando a Venezuela en
abril de 1936, durante el gobierno de Eleazar López Contreras. A partir de este
momento ejerció diversos cargos públicos y fue director de El Nacional
(1943-1948). A raíz del derrocamiento del gobierno de Rómulo Gallegos (24 de
noviembre de 1948), se exilió voluntariamente en Estados Unidos de manera
permanente (enero de 1949), donde contrajo nupcias tras un divorcio y trabajó
en el departamento de publicaciones de la Naciones Unidas. En el país del
norte, se dedicó a escribir poemas, cuentos, novelas, textos pedagógicos.
Asimismo, se convirtió en un importante defensor de la naturaleza,
apasionándose también por la geografía y además, se adelantó en muchos de sus
escritos a las luchas reivindicativas de la actualidad. El libro de poemas
Áspero publicado en 1924, para muchos estudiosos de la literatura, rompió con
el verso tradicional y la moral puritana venezolana.
ALBERTO ARVELO TORREALBA
Barinas, 04 de septiembre de 1905
Caracas, 28 de marzo de 1971
Abogado,
educador y poeta, autor del célebre poema Florentino y el diablo. Realizó
estudios de primaria en su ciudad natal mientras que los de secundaria los
efectuó en el liceo Caracas, donde se graduó de bachiller en 1927. Cursó
estudió derecho en la Universidad Central de Venezuela, donde recibió el título
de abogado y posteriormente se doctoró en ciencias políticas en 1935. Poeta en
la tradición de los llamados "aedas del llano", publica su primer
volumen de versos, Música de cuatro, en 1928. Dedicado a la docencia, imparte
clases de castellano y literatura en varios colegios y liceos de la zona
metropolitana (1935-1936): colegio del Sagrado Corazón de Jesús de Los Dos
Caminos, colegio Sucre, Instituto Pedagógico, liceo Caracas, Andrés Bello y
Fermín Toro. Inspector técnico de educación secundaria en el Distrito Federal e
inspector de primaria en Barinas y Apure (1936), es luego nombrado secretario
de gobierno del estado Portuguesa (1937). Presidente del Consejo Técnico de
Educación (1940). En ese mismo año publica sus Glosas al cancionero, que
constituye un modelo de poesía con raíz popular y en donde además, publicó la
primera versión de su poema Florentino y el diablo.
Entre
1941 y 1944 se desempeñó como presidente del estado Barinas. Durante su
gobierno, limpia los cauces de los ríos Pagüey y Masparro y restablece las
rutas comerciales en el territorio de los llanos de occidente. Miembro de la
Corte de Apelación (1948), embajador de Venezuela en Bolivia (1951-1952) y en
Italia (1952), es nombrado ministro de Agricultura y Cría (1952-1955). Retirado
de la política, se dedicó al ejercicio de su profesión y a su vocación
literaria. Traductor de Giuseppe Ungaretti (1969), publica un estudio sobre el
poeta guariqueño Francisco Lazo Martí (1965) y reúne sus poemas en Obra Poética
(1967). El 31 de mayo de 1968 fue incorporado como Individuo de número de la
Academia Venezolana de la Lengua. Entre los principales trabajos de Arvelo
Torrealba figuran Caminos que andan; Cantas: poemas; Florentino y el diablo;
Lazo Martí: vigencia en lejanía; Música de Cuatro y Obra Poética. En 1974
Orlando Araujo publicó un libro sobre Arvelo Torrealba titulado Contrapunto de
la vida y muerte: ensayo sobre la poesía de Alberto Arvelo Torrealba.
ORLANDO ARAUJO
Calderas, Barinas, 14 de agosto de 1927
Caracas, 15 de septiembre de 1987
Escritor,
economista, poeta, profesor universitario, periodista y guionista de cine y
televisión. Fueron sus padres Sebastián Araujo y Edén Chiangarotti. Cursó la
primaria en Calderas, Boconó y Barinitas, mientras que la secundaria la realizó
en los liceos Simón Bolívar de San Cristóbal y Andrés Bello de Caracas y, entre
1949 y 1953, estudió y se graduó simultáneamente en las escuelas de Economía y
Letras de la Universidad Central de Venezuela. Durante el bienio 1955-1957 hizo
un postgrado de economía en la Universidad de Columbia, en Nueva York. En 1958,
se incorporó a la docencia en las facultades de Economía y Humanidades de la
Universidad Central de Venezuela y en 1969 asumió la dirección de la Escuela de
Letras de dicha institución. Antes de esto había trabajado en el Instituto
Venezolano de Petroquímica y durante largos años fue asesor de la Asociación
Pro-Venezuela. En la década de 1960 fue un activo militante de la izquierda y
figuró entre los redactores de El Venezolano y otras publicaciones afines, por
lo cual sufrió persecuciones por parte de los cuerpos de seguridad del Estado.
La
bibliografía de Orlando Araujo consta de 30 títulos. La variedad extensión y
calidad de su obra le confiere rango de polígrafo. Entre sus ensayos cabe
destacar Lengua y creación en la obra de Rómulo Gallegos (1955, 1977 y 1984)
publicado en el apogeo de la dictadura perezjimenista y el cual fue considerado
por el propio Gallegos como el mejor trabajo escrito sobre su obra. Dirigió la
revista Mes Económico durante los años 1960-1964. En 1966 la Universidad del
Zulia premió su ensayo La palabra estéril y en 1968 obtuvo el primer premio del
concurso de cuentos de El Nacional con "Un muerto que no era el
suyo". También se hizo merecedor del ensayo del mismo diario por
"Antonio Arráiz", elaborado en colaboración con Oscar Zambrano
Urdaneta. En 1972 ganó el Premio Municipal de Prosa por Narrativa venezolana
contemporánea. En 1975 ganó el Premio Nacional de Literatura por Contrapunteo
de la vida y de la muerte: ensayo sobre la poesía de Alberto Arvelo Torrealba
(1974). Produjo literatura infantil con libros como Los viajes de Miguel
Vicente Pata Caliente (1977). Los titulados Glosas del piedemonte (1980) y Elia
en azul (1988) son testimonios de su poesía. Fue un miembro conspicuo de la
peña República del Este y a ella dedicó sus Crónicas de caña y muerte (1982).
En 1992, Earle Herrera publicó un libro sobre su obra literaria y poética
titulado La neblina y el verbo: Orlando Araujo uno y múltiple.
LUIS JOSÉ SILVA
MICHELENA (Ludovico Silva)
Caracas, 16 de diciembre de 1937
Caracas, 04 de diciembre 1988
Filósofo,
poeta y profesor universitario. Considerado como uno de los más importantes
intelectuales del siglo XX venezolano y uno de los principales pensadores
marxistas del país. Fueron sus padres Héctor Silva Urbano y Josefina Michelena.
Hermano del sociólogo José Agustín Silva Michelena. La educación secundaria en
el colegio San Ignacio de Caracas. Tras terminar el bachillerato viajó a Europa
donde estudió 2 años de filosofía y letras en Madrid; 1 año de literatura
francesa en La Sorbona y en un año de filología románica en Alemania. En
Madrid, un grupo de estudiantes lo bautizó como Ludovico, apodo que sustituyó
su nombre, siendo conocido desde entonces como Ludovico Silva. En 1969 egresó
Summa Cum Laude, de la Escuela de Filosofía de la Universidad Central de
Venezuela. En la década de 1960 dirigió y produjo el programa radial La palabra
libre. Entre 1964 y 1968 fue secretario general del Ateneo de Caracas, donde
participó en la fundación de la revista Papeles, de la cual fue miembro del
Comité de redacción. También fue colaborador del periódico Clarín y de la
revista Cal, dirigida por Guillermo Meneses. Junto con Miguel Otero Silva fundó
la revista Lamigal. En la década de los 80 mantuvo una columna en el diario El
Nacional, titulada "Belvedere".
Desde
1970 se desempeñó como profesor de la Escuela de Filosofía de la Universidad
Central de Venezuela, actividad que compartió con la creación poética y la
reflexión filosófica. En su obra filosófica sostuvo que las ciencias eran la
materia prima de la filosofía, aunque el terreno propio de la misma era la
lógica. Asimismo, de acuerdo con Ludovico Silva la filosofía no debía centrarse
en preguntas sobre el ser, sino ocuparse de los entes. De esta manera declaró
la inutilidad de toda pretensión por explicar el universo en su totalidad
mediante sistemas filosóficos cerrados. Como parte central de sus reflexiones,
se ubicaron los entes sociales, los cuales abordó con una orientación marxista
que interpretaba lo que ocurría históricamente a los seres particulares. Esto
le condujo a sostener una concepción contra la verdad universal, proponiendo
cambiarla por la observación de verdades particulares, o lo que cada uno ve
como hombre particular. Según Silva, en lugar de repetir o parafrasear a los
grandes filósofos, de lo que se trata es de transformarlos, superarlos para
adecuarlos a las nuevas realidades sociales. Por tanto dentro de esta posición
transformadora y superadora, se dio a la tarea de redactar un diccionario del
marxismo heterodoxo, tratando de mostrar la actualidad y vigencia de conceptos
marxistas, a través de la aplicación de tales categorías a la realidad
latinoamericana; conceptos tales como dialéctica, materialismo dialéctico,
alienación o ideología. Para Ludovico Silva, la dialéctica marxista no era más
que un método para la presentación de los hechos históricos según su dinámica
estructural. Respecto al materialismo dialéctico, rechazó la idea de concebirlo
como un sistema filosófico.
Con
relación a la alienación, Silva negó que fuese un factor antropológico, es
decir, esencial a la naturaleza humana y propuso verla como un fenómeno
histórico. Al ocuparse del concepto de ideología trazó una detallada historia
del vocablo llegando a la conclusión de que la ideología era un sistema de
valores, creencias y representaciones que generan las sociedades con relación
de explotación; tales sociedades, con el objeto de justificar esa explotación,
la consagran en la mente de los hombres como algo natural e inevitable, como
algo esencial. Por el contrario, consideró lo ideológico como algo determinado
por la estructura social, pero no mecánicamente, sino dialécticamente, lo que
implica su carácter reversible y cambiante. Por otra parte, abogó Silva por una
estrecha unión entre la filosofía y la literatura, y por superar la falsa
dicotomía según la cual el literato se dedica al ser concreto y particular,
mientras que el filósofo se compromete con lo abstracto y lo general. Entre las
principales obras de Ludovico Silva figuran La alienación como sistema: teoría
de la alienación en la obra de Marx (1983); La alienación en el joven Marx
(1979); Anti-manual para uso de marxistas, marxólogos y marxianos (1976); y
Contracultura (1980). El 1 de mayo de 1996 se estableció la Fundación Ludovico
Silva, presidida por su hermano Héctor Silva Michelena, la cual tiene como
objetivo la difusión de las manifestaciones culturales venezolanas y
latinoamericanistas, y la proyección del pensamiento y obra del filósofo y
poeta.
JUAN ANTONIO PÉREZ
BONALDE
Caracas, 30 de enero de 1846
La Guaira, 04 de octubre de 1892
Pérez
Bonalde nació en Caracas en 1846, el 30 de enero. Fue el noveno hijo del
matrimonio integrado por Juan Antonio Pérez Bonalde y Gregoria Pereyra. Huyendo
de la guerra federal, la familia Pérez Bonalde se traslada a Puerto Rico
(1861). Para sostenerse, fundan un Colegio, donde el joven poeta, de quince
arios, se desempeña como Profesor. ¿Qué formación tiene Pérez Bonalde para ese
entonces? Felipe Tejera dice que se había dedicado especialmente al estudio de
la música, el dibujo e idiomas extranjeros.
Poseía
también conocimientos prácticos. En la isla de San Tomás (a la que se trasladó
la familia desde Puerto Rico), Pérez Bonalde se emplea como tenedor de libros.
En 1864, pacificado el país, los Pérez Bonalde retornan a Caracas y planifican
otro colegio, semejante al de Puerto Pico. La muerte repentina del padre aborta
el proyecto. Entre 1864 y 1870 Pérez Bonalde vive en Caracas. Trabaja como
puede para ganarse la vida. Interviene en política con el Partido Liberal.
En
1870 llega a la primera magistratura el General Guzmán Blanco, de quien Pérez
Bonalde es enemigo político. El poeta se va de Venezuela en aquel año de 1870.
Vuelve por poco tiempo en 1876, y no regresa definitivamente hasta 1889,
llamado por el gobierno del Dr. Raimundo Andueza Palacio. En estos dieciocho
años largos, su centro de operaciones es Nueva York. Se emplea en la casa
Lenman y Kemp-Barclay y Cía., y viaja por casi todo el mundo como representante
de esta firma. Tiene oportunidad de aprender idiomas y de perfeccionar los que
ya sabe. Se convierte en un extraordinario políglota y en excepcional traductor
de poesía.
En
1879 se casa con Amanda Schoonmaker. La unión de esta pareja es desafortunada.
En el dolor del exilio, nace una hija, Flor. El poeta concentra en ella sus
afectos y alegrías. Le espera, sin embargo, un rudo golpe. La niña fallece en
1883. De esta trágica circunstancia brota esa conmovedora elegía que lleva por
título Flor.
Sus
lecturas, su vida errante, su aguda sensibilidad, ciertos aconteceres aciagos,
todo lo va conduciendo al escepticismo. A partir de aquel trágico 1883, no
vuelve a publicar libros de poesía propia. Sólo sus grandes traducciones, las
de Heine y Poe. Busca escaparse de la realidad, ya no por el paisaje poético,
sino por la puerta falsa del alcohol y de las drogas. Su salud comienza a
resentirse. Quienes lo conocen y lo tratan, como José Martí, advierten en él un
aire de melancolía profunda, y de tedio vital. Poco a poco llega a los límites
del nihilismo. A la total incredulidad, a una falta de fe en el presente y en
el porvenir. Testimonio son estos párrafos de su libro de Memorias, dados por
el poeta a la prensa caraqueña.
En
1889, bastante quebrantado de salud, regresa definitivamente a Venezuela. El
gobierno de Andueza Palacio le ofrece un cargo diplomático. El poeta accede. Se
embarca con rumbo a la ciudad de Amberes. Pero se siente tan enfermo que
regresa desde Curazao. En vano intenta buscar salud en las aguas termales de
San Juan de los Morros y luego en La Guaira. Una hemiplejia agrava su
situación. Y el 4 de octubre de 1892 fallece en La Guaira. Once años después
(1903) sus restos son trasladados a Caracas en medio de solemnes honras
fúnebres. Y desde 1946, centenario de su nacimiento, sus cenizas reposan en el
Panteón Nacional.
La
obra poética original de Pérez Bonalde está representada por dos Poemarios:
Estrofas (1877) y Ritmos (1880). Sus traducciones de mayor importancia son El
cancionero (1885) del alemán Henrique Heine, y El cuervo (1887) del norteamericano
Edgar Allan Poe.
En
sus libros originales, Estrofas y Ritmos, reúne poemas escritos en diversos
lugares. En ambas obras, la huella de un poeta intimista, sincero que no imita
a los maestros del Romanticismo europeo, sino que extrae los temas de su propia
peripecia vital. Su poesía, perdurable por ello, y por el fino e ilustrado
espíritu de su creador, se encuentra relacionada de inmediato con algunos de
los grandes aconteceres de una existencia errante y dolorosa, y con los fines
que según la concepción romántica debía cumplir el poeta.
Cuatro
poemas, los mejores, responden a suscitaciones vitales. El primero, en orden
cronológico, es un canto de desterrado, Vuelta a la patria (1876), cuya doble
motivación, la alegría del regreso a la madre patria y el dolor ante la muerte
de la madre carnal, hacen de éste el mejor poema entre todos los numerosos
cantos de exilio que se escribieron en Hispanoamérica. Es una elegía asordinada,
serena, sin estridencias.
Pobre
poeta (s. fecha). El segundo gran poema, dedicado a la memoria del malogrado
lírico puertoriqueño José Gautier y Benítez (1848-1880), contiene una
conmovedora definición de la naturaleza espiritual del creador, aplicable, como
es lógico, al mismo Pérez Bonalde. La sensibilidad del poeta está vista como un
cilicio.
Poema
del Niágara (1880). El tercer gran poema, considerado entre otros por José
Martí, como la obra maestra de Pérez Bonalde, es el Poema del Niágara,
compuesto como el de Heredia, a vista de las imponentes cataratas. El poema
obedece al sentimiento del romántico por la Naturaleza y a su identificación
con algunos espectáculos naturales de gran belleza. Pérez Bonalde va más allá.
El torrente y su catarata le hacen imaginar que en ellos está oculto un Genio a
quien el poeta puede interrogar acerca los misterios de la vida y de la muerte.
A las preguntas que formula, el eco responde sombríamente dando a entender que
nada existe más allá de esta existencia efímera.
Flor
(1883). El cuarto gran poema de Pérez Bonalde es el canto elegíaco que escribe
bajo el terrible impacto que le produce la muerte de su hija Flor. Si en el
Poema al Niágara dice salir del abismo, sin respuesta para sus grandes
preguntas acerca de los misterios del ser, en Flor se enfrenta a Dios al no
comprender cómo pudo haber sido herida de muerte una criatura que apenas abría
los ojos a la vida. Es el dolor máximo, la suprema rebelión de los poetas
satánicos, que en Pérez Bonalde es la culminación trágica de una existencia
destrozada por el hado.
MANUEL DÍAZ RODRÍGUEZ
Chacao, 28 de febrero de 1871
Nueva York, 23 de agosto de 1927
Escritor,
médico, periodista y político. Es considerado por muchos estudiosos como uno de
los mayores representantes de la prosa modernista hispanoamericana. Fueron sus
padres Juan Díaz Chávez y Dolores Rodríguez, inmigrantes canarios llegados a
Caracas en 1842. En 1891 se gradúa como médico en la Universidad Central de
Venezuela. En cuanto a su iniciación literaria, la misma data de la última
década del siglo XIX cuando viaja por distintos países de Europa (1892-1896).
En tal sentido, vive en París y en Viena, y realiza visitas ocasionales a
Italia. A su regreso a Venezuela (1896), publica Sensaciones de viaje. Éste, su
primer libro, incluye un artículo publicado anteriormente en El Cojo Ilustrado,
"Alrededor de Nápoles", en el cual se manifiesta su distanciamiento
modernista. En 1897 se editan sus Confidencias de psiquis y en 1898 aparece De
mis romerías, último libro del ciclo de viajes. También publicados en El Cojo
Ilustrado, "Los cuentos de color" son finalmente reunidos en un
volumen que aparece en 1899. Ese mismo año se casa en Caracas con Graziella
Calcaño y viaja nuevamente a París. En este período el escritor se apartará de
los temas foráneos para plasmar en su primera novela, Ídolos rotos (1901),
precisamente el conflicto de quien vuelve de tierras lejanas y confunde a
Caracas con una Florencia venida a menos.
En
1902 publicó Sangre patricia, otro retrato del desarraigo donde el ausente
muere en el viaje de regreso, sin alcanzar las costas modernas. Tras publicar
esta segunda novela y a raíz de la muerte de su padre, Díaz se hace cargo de la
hacienda heredada, situada en los alrededores de Chacao. Entre 1903 y 1908
comparte su tiempo entre las labores agrícolas y literarias. Finalmente pone fin
a su retiro rural con la publicación de Camino de perfección, libro donde
expone la realización de su ideal literario: el ajuste perfecto entre la idea y
la palabra. En 1909 entre a dirigir el diario El Progresista y es nombrado
vicerrector de la Universidad Central de Venezuela. Director de Educación
Superior y de Bellas Artes en el Ministerio de Instrucción Pública (1911),
ministro de Relaciones Exteriores (1914), Senador por el estado Bolívar (1915)
y ministro de Fomento (1916), es nombrado ministro plenipotenciario de
Venezuela en Italia (1919-1923). En 1921, publica su última novela, Peregrina o
el pozo encantado. Presidente del estado Nueva Esparta (1925) y presidente del
estado Sucre (1926), viaja a Nueva York en 1927 para tratarse una afección en
la garganta, muriendo lamentablemente en dicha ciudad. Sus libros de viajes, el
conflicto del desarrollo plasmado en sus novelas, su marcado
"preciosismo" o "estilismo", el hondo psicologismo de su
narrativa, introducen a la literatura venezolana de su época un aire de
vigencia y universalidad en momentos en que aquélla se encontraba todavía
circunscrita al costumbrismo y la visión aldeana. Díaz Rodríguez es considerado
por muchos como uno de los más altos representantes de la prosa modernista en
nuestro país e Hispanoamérica. En 1926 fue incorporado como miembro de la
Academia Nacional de la Historia.
LUIS MANUEL URBANEJA
ACHELPOHL
Caracas, 25 de febrero de 1873
Caracas, 05 de septiembre de 1937
Escritor
y periodista, es considerado por muchos como el iniciador del cuento moderno
venezolano. Fueron sus padres el general Luis María Urbaneja e Isabel
Achelpohl. Cursó estudios en el colegio Santa María el cual egresó en 1888. En
1890 ingresó en la Universidad Central de Venezuela para cursar estudios de derecho,
los cuales no concluyó. Figura junto a Pedro Emilio Coll y Pedro César Domínici
entre los fundadores de la revista Cosmópolis cuyo primer numero circuló el 1
de mayo de 1894; desde el comienzo esta publicación fue uno de los voceros del
movimiento modernista en Venezuela. En 1896, recibió el primer premio del
concurso de cuentos de la revista El Cojo ilustrado, por su relato "Flor
de Selva". Entre 1896 y 1898 fue un asiduo colaborador de esta revista, en
la que publicó numerosos cuentos. Tras el fraude electoral perpetrado en 1897
contra el general José Manuel Hernández, el Mocho, se incorporó en el
alzamiento de los liberales nacionalistas (1898). En el gobierno de Cipriano
Castro, ejerció el cargo de fiscal de instrucción pública en Valencia (1900-1905)
y, en Caracas, trabajó en la Secretaría de la Corte Federal y de Casación
(1905-1910).
Durante
el régimen de Juan Vicente Gómez se mantuvo al margen de la política; siendo
nombrado a la muerte de Gómez, director de la Escuela de Arte Escénico y de la
Biblioteca Nacional (1936). Entre 1910-1911 se desempeñó como codirector junto
a Alejandro Fernández García, de la revista Alma Venezolana. En 1916 obtuvo en
Buenos Aires el primer premio en el Concurso de Novelas Americanas con la más
representativas de sus obras: En este país... Convirtiéndose en el primer
escritor venezolano en recibir un galardón internacional. En 1922 apareció su
principal creación como cuentista: Ovejón...; el cual fue publicado por primera
vez por José Rafael Pocaterra en la "novela semanal", serie que se
editaba en Caracas. En 1927, publicó el novelín El tuerto Miguel. En 1937,
apareció su segunda novela La casa de las cuatro pencas. Después de su muerte,
su esposa se convirtió en una celosa conservadora de su obra; debiéndose a ella
la primera recopilación orgánica de sus escritos El criollismo en Venezuela
(1945). Con el tiempo, sus papeles fueron donados por su familia al Centro de
Estudios Literarios de la Universidad Central de Venezuela. En 1973 fueron
publicadas sus Obras completas. Su obra se caracterizó por la incorporación del
realismo y las formas naturalistas de la ficción, lo que le permitió a Urbaneja
Achelpohl destacar "lo criollo" como propuesta estética coherente.
FRANCISCO LAZO MARTÍ
Calabozo, 14 de marzo de 1869
Maiquetía, 09 de agosto de 1909
Médico
y poeta. Nacido y educado en el llano, también centro de su actividad
profesional, no resulta sorprendente que el poeta culminante del nativismo
criollo haya conseguido una plena identidad con ese paisaje, convertido gracias
a su obra, en el espacio simbólico de Venezuela. La importancia histórica y
económica que para entonces tenía la ciudad de Calabozo explica también que
Lazo Martí haya realizado en ella sus estudios, se haya despertado poeta en la
adolescencia y que su formación estuviera cimentada en el conocimiento de los
clásicos españoles y los idiomas mediante el influjo de Ángel Moreno y
Fernández. Al concluir los estudios de bachillerato, permaneció en Calabozo en
donde inició asimismo los de medicina, es decir, preparó las materias para
luego rendir exámenes en Caracas. Su arribo a la capital coincide con los
últimos años del guzmancismo y con las prédicas positivistas que propagaban
desde la universidad los maestros Adolfo Ernst y Rafael Villavicencio. Para el
calaboceño, supuso particularmente un choque doctrinal entre el catolicismo
hogareño y las enseñanzas contenidas en libros y aulas.
Sus
biógrafos argumentan además que la urbe no le resultaba grata. En 1890, una vez
graduado, regresa a la provincia y se radica, peregrino, en los llanos
centrales: San Fernando de Apure, Puerto Nutrias, Zaraza, El Sombrero, Valle de
la Pascua, Calabozo otra vez. Lógicamente, en sus andanzas traba amistad con el
también itinerante Lisandro Alvarado. En el periplo ejerce la medicina como
apostolado mientras da forma a sus poemas mayores. Apoya la Revolución
Legalista de Joaquín Crespo y redacta, en San Fernando de Apure, un periódico
llamado El Legalista (1892). Hacia 1897, inicia la redacción de La silva
criolla. En esa misma fecha comienza a colaborar en la revista El Cojo
Ilustrado. El fin del siglo XIX coincide con la crisis definitiva del
romanticismo poético, el impacto de la novedosa estética modernista, las
evasiones parnasianas, así como las tendencias que buscan una salida
«autóctona» para la novela incipiente. Todas ellas se cruzan en Lazo Martí y se
complican a causa del predominio, en su lírica, de las formas neoclásicas.
Lazo
Martí se incorporó además a las luchas políticas y guerreras del tránsito venezolano
entre los 2 siglos. En 1897 participa en el periódico El Voto Directo, que
apoya la candidatura del general Ignacio Andrade. En 1901, se enrola en las
fuerzas de la Revolución Libertadora contra Cipriano Castro. Ese mismo año
aparece su obra más famosa La silva criolla que lo consagra como poeta. Su
poesía es nativista y no regionalista o localista. A la crítica literaria le
tomó varios años aclarar el problema: no es una poesía descriptiva, sino que
convierte lo local en un valor simbólico y universal. Sus restos reposan en el
Panteón Nacional desde el 27 de octubre de 1983.
JOSÉ RAFAEL POCATERRA
Valencia, 18 de diciembre de 1889
Montreal, 18 de abril de 1955
Novelista,
ensayista y poeta venezolano, considerado uno de los maestros del cuento venezolano
del siglo XX. En 1907 fue encarcelado por su colaboración en el periódico
opositor Caín. A su salida de la cárcel aceptó varios cargos públicos y comenzó
a publicar sus primeras obras: las novelas El doctor Bebé (1910), en la que
satirizó la figura de Samuel Eugenio Niño, un personaje muy vinculado al
gobierno de Castro, y Vidas oscuras (1912).
Trasladado
a Maracaibo en 1914, llegó a ejercer la Presidencia de la Cámara de Diputados
de la Asamblea Legislativa del Estado Zulia, fundó la revista Caracteres y
publicó su tercera novela, Tierra del sol amada (1917). De regreso a Caracas e
involucrado en una conspiración contra Juan Vicente Gómez, fue encarcelado en
la temible cárcel La Rotunda de 1919 a 1922.
Allí
escribió una de sus dos obras fundamentales: Memorias de un venezolano de la
decadencia (1927), la mejor crónica escrita en su país sobre los sucesos
trágicos del caudillismo de Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez. También en la
cárcel escribió la novela La casa de los Ábila (1946), y varios de los relatos
que integran su otra obra maestra: los Cuentos grotescos. Algunos de éstos han
logrado la condición de emblemáticos de aspectos y circunstancias de la vida de
los venezolanos. Así, "Panchito Mandefuá" resume los rasgos del niño
de la calle.
Exiliado
voluntariamente a su salida de la cárcel, colaboró desde Nueva York con El
Heraldo de Cuba. Un año después se instaló en Montreal, como empleado de una
compañía de seguros. Participó en la fallida expedición revolucionaria del
Falke, dirigida por el general Román Delgado Chalbaud en 1929. Regresó a
Venezuela en 1938, y asumió los cargos de ministro de Trabajo y Comunicaciones,
ministro plenipotenciario en Gran Bretaña y embajador en Moscú, siendo él quien
inauguró las relaciones diplomáticas entre Venezuela y la Unión Soviética.
Todavía
fue embajador de Venezuela en Brasil y en Washington, pero renunció a éste y a
cualquier otro cargo público venezolano tras el asesinato de Carlos Delgado
Chalbaud, en 1950. Retirado en Canadá, ocupó hasta su muerte la cátedra de
literatura hispanoamericana en la Universidad de Montreal.
TERESA DE LA PARRA (Ana
Teresa Parra Sanoja)
París, 05 de octubre de 1889
Madrid, 23 de abril de 1936
Escritora
venezolana, fue conocida bajo el seudónimo de Teresa de la Parra. Fueron sus
padres Rafael Parra Hernáiz e Isabel Sanoja. De apenas 3 años viene a Venezuela
con su familia, la cual se instala en una hacienda de Tazón, en las cercanías
de El Valle (Dtto. Federal). En 1906, al morir su padre, Ana Teresa viaja a
España donde cursa estudios en el colegio Sacré Coeur de Valencia. En 1915,
luego de culminar estudios en dicha institución se dirige a París donde
permanece algún tiempo antes de regresar a Caracas. Para este tiempo ya había
comenzado su carrera literaria, al escribir varios cuentos firmados con el
seudónimo de "Fru-Fru". En 1924 se hace merecedora del primer premio
en un concurso de escritores por su novela Ifigenia, que es publicada ese mismo
año por el Instituto Hispanoamericano de Cultura Francesa en París.
En
1927 viaja a Cuba para representar a Venezuela en la Conferencia Interamericana
de Periodistas con una disertación titulada "La influencia oculta de las
mujeres en el Continente y en la vida de Bolívar". Luego, invitada por el
gobierno de Colombia, dicta en ese país una serie de conferencias que tienen
como tema la "Importancia de la mujer durante la Colonia y la
Independencia". En 1928 regresa a Europa donde comienza a escribir su
segunda novela Memorias de Mamá Blanca. En 1929, está de vuelta en Venezuela pero
al poco tiempo, enferma de tuberculosis, se traslada a Suiza para internarse en
un sanatorio, donde reside, casi hasta su muerte. En relación a su novela
Ifigenia, en la misma se plantea el drama de la mujer frente a una sociedad que
como la de fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX, no le permitía
expresar sus ideas ni elegir su destino. En cuanto a las Memorias de Mama
Blanca, en la misma se recrea el ambiente de su niñez, mostrando personajes y
costumbres en el ambiente de una hacienda de caña de azúcar. En términos
generales, ambas obras están inscritas en el ámbito de la "novela
psicológica", la cual se caracteriza por el estudio interior que se hace
de los caracteres. Asimismo, en su novela Ifigenia introduce el "tiempo
existencial", alargando el tiempo cronológico mediante el fastidio
experimentado por su protagonista: Ifigenia. Uno de los principales aportes de
Teresa de la Parra a la literatura venezolana, radica en la introducción del
humor y la ironía en su obra, lo cual contrastaba con el tono serio y amargo de
la literatura de la época. Por otra parte, su obra tiene una importancia
histórica ya que permite apreciar los defectos de una sociedad decadente y
llena de prejuicios, tal como era la Venezuela gomecista, en la que se
experimentaban las luchas entre las tradiciones y los viejos prejuicios con la
vida moderna y sus costumbres nuevas. En definitiva Teresa de la Parra ha sido
considerada como una de las más importantes escritoras hispanoamericanas. En
1947 sus restos fueron trasladados a Caracas e inhumados en el Cementerio
General del Sur. Posteriormente, el 7 de noviembre de 1989 fueron sepultados en
el Panteón Nacional.
RÓMULO GALLEGOS
Caracas, 02 de agosto de 1884
Caracas, 07 de abril de 1969
Escritor,
educador, político y Presidente de la República (febrero-noviembre 1948),
quizás con Rómulo Gallegos se frustró de nuevo la experiencia de tener al
frente del país a un hombre de alta talla intelectual. En tal sentido, con
Gallegos se puede decir que se repitió lo acontecido con el doctor José María
Vargas, quien siendo presidente y uno de los personajes más preparados de su
tiempo, fue derrocado el 14 de julio de 1848 por el movimiento liderado por
Santiago Mariño denominado como la "Revolución de las Reformas". Fueron
sus padres Rómulo Gallegos Osío y Rita Freire Guruceaga. En 1894 ingresó al
Seminario Metropolitano con la finalidad de comenzar su educación primaria, no
obstante, la muerte de su madre acaecida el 13 de marzo de 1896 y la necesidad
de ayudar a su padre a sostener su hogar, le obligan a abandonar dicha
institución. La educación primaria finalmente la culmina entre 1898 y 1901, en
el colegio Sucre. Posteriormente, en 1904 recibe el título de bachiller. En ese
mismo año, se inscribe en la Universidad Caracas para cursar la carrera de
leyes, la que abandona en 1905 por haber encontrado su verdadera pasión: la
escritura. En tal sentido, ya desde 1903 Gallegos había comenzado lo que sería
una larga y fructífera carrera como escritor, al redactar junto a F.S. Bermúdez,
el semanario El Arco Iris; en el que además publicó lo que fue uno de sus
primeros ensayos, titulado:"Lo que somos". Cuando el 31 de enero de
1909 aparece el primer número de la revista La Alborada, de la cual es uno de
los redactores, publica el artículo "Hombres y principios", siendo en
esta publicación donde Gallegos escribió algunos de sus ensayos más conocidos.
En
enero de 1912 fue designado director del Colegio Federal de Varones de
Barcelona, ciudad desde donde se casa por poder (15.4.1912) con su novia
Teotiste Arocha Egui, ceremonia que se realizó en el Valle (Caracas). El 4 de
junio del mismo año muere su padre, por lo que decide regresar a la capital,
donde es nombrado subdirector del Colegio Federal de Caracas, el cual sería más
tarde liceo Caracas (hoy liceo Andrés Bello). En esta institución permanece
hasta 1918, fecha en que pasa a la Escuela Normal, volviendo como director al
ya liceo Caracas (1922-1930).
Durante
esta segunda estadía en dicha institución, conoció a muchos de los que 20 años
después le instarían a encabezar la fundación de Acción Democrática (1939).
Entre los personajes que pasaron por las aulas del liceo Caracas se encontraban
entre otros: Raúl Leoni, Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba, Armando Zuloaga
Blanco, Miguel Otero Silva y Edmundo Fernández.
En
1920, contando con apenas 36 años, es publicada su primera novela El Último
Solar, que en 1930 sería reeditada con ciertas alteraciones bajo el nombre de
Reinaldo Solar. Se puede decir que a partir de la publicación de esta primera
obra, la carrera literaria de Gallegos empezó a cobrar fuerza y a afianzarse
progresivamente. En tal sentido, en 1929 durante un viaje a Europa experimenta
el éxito de la que es considerada su novela más importante Doña Bárbara, lo que
además coincidió con una oferta de Juan Vicente Gómez para ocupar un puesto en
su gobierno y con la enfermedad de su esposa Teotiste. Asimismo en Barcelona
(España), concluyó 2 de sus obras magnas: Cantaclaro (1934) y Canaima (1935).
Después de la muerte de Gómez (17.12.1935) regresó a Venezuela, iniciando junto
a muchos de sus antiguos alumnos, una carrera política que lo llevaría a la
Presidencia de la República en 1948. Estudiosos de su vida y obra señalan que
el momento en que Gallegos se inserta en el mundo de la política
coincide-debido al descuido de su trabajo narrativo por la militancia
política-con un declive en el vigor creativo de su obra. Es por esto que aunque
publicó algunos libros durante este tiempo, ninguno igualó a la trilogía
compuesta por Doña Bárbara, Canaima y Cantaclaro. Como ejemplo de esta
situación, tenemos dos trabajos suyos de este período: Pobre Negro (1937) y El
Forastero (1942). El primero, según muchos críticos literarios marca el inicio
del declive de su capacidad creativa, al tratarse de una novela de desigual
narrativa acerca de los sucesos de la Guerra Federal. En el caso del segundo,
se trata de un libro rehecho en base a una obra anterior, escrita en 1921, y
que en todo caso resultó ser inferior.
Con
relación a su carrera política y administrativa, tenemos que Gallegos fue
nombrado durante el gobierno de Eleazar López Contreras, ministro de
Instrucción Pública en marzo de 1937, cargo al que renunció en junio de ese
mismo año. En junio de 1937 fue electo diputado al Congreso Nacional en representación
del Distrito Federal (1937-1940). Luego ejerce la presidencia del Consejo
Municipal del Distrito Federal entre los años 1940-1941. En este último año es
lanzado como candidato presidencial en la campaña electoral que llevará a la
presidencia al general Isais Medina Angarita. Posteriormente, el partido Acción
Democrática (AD), del cual figura como miembro fundador, lo postula como
candidato a la presidencia en 1947, siendo electo Presidente Constitucional de
la República, el 14 de diciembre de ese año.
El
24 de noviembre de 1948, como consecuencia entre otras cosas al sectarismo
político que caracterizó al llamado "trienio adeco", y a su renuencia
a acceder a las exigencias de las Fuerzas Armadas-representadas por Marcos
Pérez Jiménez, Carlos Delgado Chalbaud y Luis Llovera Páez -que consistían
fundamentalmente en la expulsión de Rómulo Betancourt del país y al cambio de
su gabinete (formado en su mayoría por adecos), fue derrocado Rómulo Gallegos
exiliándose en México. Durante su exilio en este país, muere su esposa en
Ciudad de México, el 7 de septiembre de 1950.
Premio
Nacional de Literatura (1957-1958), elegido por unanimidad como individuo de
número de la Academia Venezolana de la Lengua (1958), Rómulo Gallegos ha sido
reconocido como uno de los principales escritores del país. Como muestra de
este reconocimiento se creó en 1965 el Premio Internacional de Novela Rómulo
Gallegos-uno de los más prestigiosos de Latinoamérica-y en 1972, se fundó en
Caracas el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (CELARG).
JULIO GARMENDIA
El Tocuyo, 09 de enero de 1898
Caracas, 08 de julio de 1977
Nació
en El Tocuyo, estado Lara, el 9 de enero de 1898, Autor de una obra recogida en
cuatro volúmenes, es uno de los cuentistas y autores de relatos más innovadores
de América Latina. Su infancia transcurrió en una hacienda cercana a El Tocuyo.
Cursó
estudios de primaria y secundaria en Barquisimeto y publicó sus primeros
escritos en las páginas del periódico estudiantil ExceLçior y en los diarios El
Eco Industrial y El Impulso. Se trasladó con su padre a Caracas (1915- 1924),
donde publicó relatos, crónicas y poemas en periódicos y revistas de la
capital. Esta parte de su obra fue recogida después de su muerte en sendos
libros: Opiniones para después de la muerte (1984) y La ventana encantada
(1986).
Comenzó
en aquellos años a escribir los relatos que integran su libro más reputado: La
tienda de muñecos (París, 1927). Empleado en el Ministerio de Fomento en 1923,
aprovechó una misión técnica a Roma, en mayo de 1924, para permanecer en Europa
durante 16 años. Fue agregado civil de la Legación de Venezuela en Francia
(1926) y cónsul en Génova (1929-1936).
Regresó
a Venezuela al estallar la Segunda Guerra Mundial. Desde 1939 hasta su muerte
residió modestamente en dos hoteles de Caracas, el Pensilvania y el Cervantes.
En el Cervantes conoció en 1947 a la estoniana Hilda Kehrig, a quien estuvo
sentimentalmente unido hasta su muerte.
Apartado
de los círculos intelectuales, escribió en soledad otro conjunto de relatos,
recogidos bajo el título La tuna de oro (1951). De los numerosos relatos
inéditos que dejó al morir, sólo ocho han sido publicados en el volumen, La
hoja que no había caído en su otoño (1979). Falleció en Caracas el 8 de julio
de 1977.
RUFINO BLANCO FOMBONA
Caracas, 17 de junio de 1874
Buenos Aires, 16 de octubre de 1944
Importante
escritor y político venezolano de fines del siglo XIX y comienzos del XX.
Fueron sus padres Rufino Blanco Toro e Isabel Fombona. Los estudios primarios y
medios los cursó en los colegios Santa María y San Agustín de Caracas. En 1889,
se graduó de bachiller e ingresó a la Universidad Central de Venezuela para
estudiar derecho y filosofía; estudios que abandona al poco tiempo para
ingresar en la Academia Militar (1891). En 1892, participa en la Revolución
Legalista, tras lo cual viajó a Estados Unidos (1892-1895) como cónsul de
Venezuela en Filadelfia. De regreso a Venezuela se incorpora como colaborador
de El Cojo Ilustrado. En 1895, es publicado su primer escrito impreso, el poema
"Patria". En 1896 se desempeña como agregado de la Legación
Venezolana en Holanda. Regresa a Venezuela en 1898 y al año siguiente, publica
su primer libro Trovadores y trovas. En 1899 actúa como cónsul de Santo Domingo
en Boston. Al tomar el poder Cipriano Castro el 23 de octubre de 1899, lo
nombra secretario general del estado Zulia (1900); en Maracaibo publicó su
panfleto De cuerpo entero.
Entre
1901 y 1904 fue cónsul de Venezuela en Ámsterdam, y de regreso al país fue
designado como gobernador del territorio federal Amazonas en 1905. Durante esta
gestión se opuso al monopolio del caucho que se llevaba a cabo en la región, lo
que le costó ser acusado y detenido por un tiempo. En la prisión de Ciudad
Bolívar, escribió una de sus novelas más conocidas El hombre de hierro. Luego
de ser liberado vuelve a Europa donde vive entre 1906 y 1908. Derrocado el
régimen de Cipriano Castro, ocupó como diputado, la Secretaría de la Cámara de
Diputados. No obstante, al poco tiempo comenzó a realizar severas críticas al
gobierno de Juan Vicente Gómez, que produjeron su encarcelamiento en La Rotunda
por un año (1909-1910) y luego enviado al destierro hasta 1936. Su exilio lo
llevó a vivir en París (1910-1914), y luego en Madrid (1914-1936). En España
continuó su labor como escritor, perteneciendo a este período el panfleto
antigomecista Judas capitolino (1912); 2 tomos de su diario La novela de dos
años (1929) y Camino de imperfección (1933); varios estudios críticos como los
que aparecen en Grandes escritores de América (1917) o en El modernismo y los
poetas modernistas (1929); crónicas como las que se presentan en La lámpara de
Aladino, o estudios históricos como El conquistador español del siglo XVI
(1921). En 1925, su nombre fue propuesto para el otorgamiento del Premio Nóbel
de Literatura. Durante su permanencia en el exterior, ejerció diversos cargos
públicos: cónsul del Paraguay en Toulouse (1918-1925), en Lyon (1927) y en
Lérida (1928-1932). Restablecida la República en España (1931), se desempeñó
como gobernador de las provincias de Almería (1932) y Navarra (1933). Dos años
después de la muerte de Gómez (17.5.1935) regresa a Venezuela. En 1939, siendo
presidente del estado Miranda, fue incorporado como individuo de la número de
la Academia Nacional de la Historia. Posteriormente, entre los años 1939 y
1941, fue ministro de Venezuela en Uruguay. Los últimos años de su vida los
dedicó al estudio de la figura de Bolívar, publicando los siguientes títulos:
Bolívar y la guerra a muerte, El espíritu de Bolívar y Mocedades de Bolívar.
Murió cuando viajaba por Argentina, por lo que sus restos fueron repatriados y
enterados en el Cementerio General del Sur, el 8 de diciembre de 1944. El 23 de
junio de 1975 sus restos fueron trasladados al Panteón Nacional.
FERNANDO PAZ CASTILLO
Caracas, 11 de abril de 1893
Caracas, 30 de abril 1981
Poeta,
crítico literario, diplomático, educador y miembro fundador del Círculo de
Bellas Artes. En la biblioteca de sus padres, Ignacio Paz Castillo y Luisa
Aristiguieta, comienza a formar su gusto por la lectura y a definir su vocación
literaria. La educación media la realizó en el colegio de los padres franceses
de Caracas. En dicha institución educativa entabló una entrañable amistad con
otros 2 poetas, Enrique Planchart y Luis Enrique Mármol. En 1910, ingresó a la
Facultad de Derecho de la Universidad Central de Venezuela, pero 2 años más
tarde, se retira ante la clausura de la institución y abandona el propósito de
graduarse de abogado. Se da conocer como poeta en la revista Cultura (1912), de
la que es cofundador. Ese mismo año figura entre los fundadores del Círculo de
Bellas Artes. En 1914, fija su residencia en Los Teques, cuyos alrededores
campesinos tienen gran influencia en el paisaje poético de su obra.
En
1918 regresa a vivir a Caracas; trae listos para imprenta los originales de su
primer poemario, que iba a titularse Canciones del convaleciente y que nunca
llegó a editarse. Fernando Paz Castillo, figura como uno de los principales
representantes de la llamada Generación de 1918, considerada como punto de
partida de la literatura venezolana contemporánea. De 1922 a 1936 ejerce la
docencia en el Instituto San Pablo, de los hermanos Roberto y Raimundo Martínez
Centeno, y en la Escuela Normal de Varones, conocida después como Escuela
Normal Miguel Antonio Caro. Uno de sus compañeros en la vida y en las letras es
Rómulo Gallegos, a quien sugiere el tema central que el novelista desarrolla en
La Trepadora (1925), cuya primera edición le está dedicada. Entre 1936 a 1959
se consagra al servicio exterior de Venezuela: sirve en España (1936), Francia
(1937), Argentina (1938), Brasil (1939), Inglaterra (1940-1944), México (1944),
Bélgica (1945-1948), Italia (1948), Ecuador (1949-1953), Canadá (1953-1958) y
nuevamente Ecuador (1958-1959). En Barcelona (España), donde se inicia como
cónsul general, presencia los sangrientos inicios de la guerra civil española.
Más tarde en Londres, como primer secretario y consejero, padece los bombardeos
de la aviación alemana durante la Segunda Guerra Mundial. En 1959 se retira del
servicio exterior y se residencia definitivamente en Caracas. Por este tiempo
colabora con frecuencia en periódicos y revistas literarias; escribe numerosos
y densos prólogos; publica libros de poesía y de crítica literaria; ingresando
además como individuo de número en la Academia Venezolana de la Lengua el 28 de
octubre de 1965 y recibe el Premio Nacional de Literatura en 1967.
MIGUEL OTERO SILVA
Barcelona, 23 de noviembre de 1908
Caracas, 28 de agosto de 1985
Miembro
de la llamada "Generación del 28", Miguel Otero Silva tuvo una
destacada labor como escritor, humorista, periodista y desde luego como
político. Fueron sus padres Enrique Otero Vizcarrondo y Mercedes Silva Pérez.
En cuanto a su educación, tenemos que cursó estudios de bachillerato en el
liceo San José de Los Teques y posteriormente, en el liceo Caracas, dirigido
por Rómulo Gallegos; en este instituto fue compañero de jóvenes como Rafael
Vegas, Isaac J. Pardo, Rómulo Betancourt, y Jóvito Villalba. Luego de concluir
la secundaria en 1924, comenzó estudios de ingeniería civil en la Universidad
Central de Venezuela, los cuales no culminó. En 1925, publica en la revista
Élite su primer poema titulado "Estampa", influenciado por los
modernistas Rubén Darío y Amado Nervo. Asimismo, durante este tiempo aflorará
otra inquietud en él: el humorismo; motivo por el cual comenzará con el
seudónimo de Miotsi a escribir en el periódico Fantoches y en la revista
Caricaturas. Durante los acontecimientos políticos de la Semana del Estudiante
(febrero de 1928), Miguel Otero Silva es vinculado a la conspiración militar
del 7 de abril de 1928, por lo que es acosado por la policía y debe huir al
extranjero, donde prosigue su actividad política. Una vez en el extranjero,
forma parte del contingente de venezolanos que comandados por Gustavo Machado y
Rafael Urbina López, toma el fuerte Ámsterdam de Curazao y prepara una invasión
a Venezuela por las costas de Falcón (junio 1929). Cabe destacar, que en este
tiempo comenzó a escribir Fiebre, novela testimonial que publicará 10 años más
tarde.
En
1930, resuelve darle a sus actividades políticas una estructura ideológica,
afiliándose al Partido Comunista Internacional. Después de la muerte de Juan
Vicente Gómez (17.12.1935), regresa a Venezuela. A partir de este momento,
gracias a que Eleazar López Contreras permitió cierta libertad de prensa,
Miguel Otero Silva escribe en el diario ahora versos humorísticos-con cierto
contenido político-titulados "Sinfonías tontas", los cuales firma con
el seudónimo Mickey. En marzo de 1937, es expulsado del país, bajo la acusación
de "comunista"; viajando a México, donde publica su primer poemario
Agua y Cauce y luego a Estados Unidos, Cuba y Colombia. De regreso a Venezuela,
Otero Silva edita en 1940 su novela Fiebre y en 1941 funda, junto a Francisco
José "Kotepa" Delgado y el pintor y caricaturista Claudio Cedeño, El
Morrocoy Azul, semanario humorístico donde escriben Francisco Pimentel (Job
Pim), Andrés Blanco, Antonio Arráiz, Aquiles Nazoa, Isaac J. Pardo, Pedro
Juliac, entre otros; ese mismo año, crea también el semanario de izquierda Aquí
Está. En 1943, en plena Guerra Mundial, su padre Enrique Otero Vizcarrondo,
quien había viajado a Estados Unidos para adquirir una imprenta para el
Morrocoy Azul, decide aprovechar la oportunidad para fundar un diario; de allí
surge El Nacional, cuyo primer jefe de redacción fue el propio Miguel Otero
Silva, y director el poeta Antonio Arráiz.
En
1949, Otero Silva se gradúa de periodista en la Universidad Central de Venezuela
y preside la Asociación Venezolana de Periodistas. En 1951, se separa del
Partido Comunista de Venezuela, expresando que no estaba hecho para las
disciplinas de partidos. Una vez alejado de la práctica política, vive una
época de creación literaria: marcha al Guárico y, luego de investigar durante
un año como floreció y cómo, debido a las fiebres palúdicas, se derrumbó la
población de Ortiz, escribe Casas Muertas, novela con la cual gana el Premio
Nacional de Literatura (1955-1956) y el Premio de Novela Arístides Rojas.
Apresado en los últimos días del gobierno de Marcos Pérez Jiménez, al ser
derrocado éste (23.1.1958) es electo senador por el estado Aragua en diciembre
de 1958, año en que aparece su Elegía Coral a Andrés Eloy Blanco y en el que
además obtiene, por otro lado, el Premio Nacional de Periodismo. Siendo
director del diario El Nacional, recibió presiones por parte de gobierno de
Rómulo Betancourt, debido a sus posiciones políticas, motivo por el cual se
separó de la redacción del periódico, no volviendo a intervenir en la redacción
del mismo, salvo en contados casos (números especiales, etc.). Como senador,
promueve la creación del Instituto Nacional de Cultura y Bellas (INCIBA, 1960).
En 1961, de regreso a la narrativa, publica Oficina Número 1, novela que relata
el acontecer petrolero que se desarrolla en El Tigre, estado Anzoátegui. Si
Fiebre se inspiró en la lucha contra el régimen de Gómez, su novela La muerte
de Honorio (1963) respondió a la lucha que se hizo contra la dictadura de Marcos
Pérez Jiménez y que de laguna manera sirvió como denuncia de los presos y
torturados por parte de la policía política del régimen.
En
1965 vuelve una vez más a la poesía, al publicar un libro titulado La mar que
es el morir. Ese mismo año, publica Las Celestiales, texto humorístico firmado
con el seudónimo Iñaqui de Errandonea. En 1967 es elegido individuo de número
de la Academia Nacional de la Lengua, institución a la que se incorpora el 6 de
marzo de 1972. En 1970 edita la novela Cuando quiero llorar no lloro, que
representa según los críticos una evolución dentro de su propia técnica, pues
utiliza el lenguaje coloquial, trastocando leyes gramaticales, así como los
tiempos del relato. Un año después, deja al lado la escritura testimonial que
había practicado hasta entonces y ensaya el tema histórico en Lope de Aguirre,
príncipe de la Libertad. En 1975, reanuda su tendencia humorística al lanzar la
versión de Romeo y Julieta de Shakespeare. En mayo de 1980, le es otorgado el
Premio Lenin de la Unión Soviética y en 1984, parece su último libro, La Piedra
que era Cristo. Días antes de morir, manifestó que pronto iniciaría una
investigación para escribir una novela, cuyo tema sería el espíritu aborigen de
América, caracterizado en esa ocasión, por el pueblo maya.
MANUEL VICENTE ROMERO
Valencia o Camatagua, 1864
Arataca (Colombia), 22 de agosto de 1917
Telegrafista,
escritor y político. Autor de la novela Peonía (1890). Se desconoce con
exactitud el lugar de su nacimiento. Algunos historiadores sostienen que nació
en Valencia, mientras que otros indican que fue en Camatagua. Telegrafista de
oficio, siendo adolescente se incorpora a la lucha armada y a las actividades
de oposición contra el gobierno de Antonio Guzmán Blanco. En 1885, es uno de
los protagonistas de La Delpinada, manifestación satírica con la que los
intelectuales de la época criticaron el régimen del Ilustre Americano. Estas
actividades llevan a Romero a conocer pronto cárceles y exilios y a oscilar
entre la adhesión o el rechazo a los distintos gobiernos que suceden en el
país. Por esa misma fecha, inicia la publicación de una serie de trabajos
literarios en periódicos y revistas. Entre los principales órganos en los que
colabora figuran El Eco Andino, El Industrial (1891), La Mamola, El Avisador
Comercial, y Cosmópolis (1894-1895), en los que publicó cientos de artículos de
naturaleza literaria y política. En 1890 publicó la novela Peonía, en la que
cristaliza el "criollismo" en la literatura venezolana. Para muchos
críticos, Peonía señala la aparición de un modelo en el que se ponen en juego
elementos como el ambiente, los personajes-símbolos y las descripciones de
realismo criollista, a la vez que crea una temática y una fórmula que serán
usadas por novelistas posteriores. Sin embargo, a pesar de las repercusiones de
este trabajo, Romero no logra proseguir de una manera sistemática sus
inclinaciones literarias, ya que la acción política dispersó sus esfuerzos. En
tal sentido, de Marcelo, Escenas de la vida revolucionaria y Mi parroquia, proyectos
de otras novelas, sólo salieron a la luz pública fragmentos.
En
1892, milita bajo las órdenes de Cipriano Castro hasta llegar a ser su jefe de
Estado Mayor en la campaña de los Andes. Asimismo, cuando Castro llega al poder
en 1899, Romero se pone a su servicio, ocupando los cargos de oficial mayor de
la división Táchira acantonada en el cuartel San Carlos de Caracas y de
administrador de aduana. Sin embargo, su amistad con Castro no impidió que
visitara nuevamente la prisión, a pesar de lo cual siguió apoyando su gobierno.
Ascendido al grado de general del Ejército, participa en las campañas militares
contra los enemigos del presidente Castro. En 1902, rompe con Castro, lo
combate y se exilia en Estados Unidos, Perú, Trinidad, llevando una vida de privaciones
y desempeñándose en modestos oficios. En 1909, regresa a Venezuela, pero al
atacar por escrito a los funcionarios gubernamentales, se ve obligado a salir
de nuevo al exilio. En Europa coincide con Castro con el que se reconcilia.
Tras regresar a Trinidad, en 1915 viaja a Colombia. Instalado en Aracataca se
dedica con poco éxito, a la destilación de licores y a la agricultura, mientras
conspira con un grupo de exiliados venezolanos. Atento siempre a la injusticia,
amante de la ironía y de la sátira, Romero acuñó no pocas frases lapidarias
para juzgar a sus coetáneos, siendo la más cita de éstas: "...Venezuela es
el país de las nulidades engreídas y las reputaciones consagradas...", la
cual publicó en enero de 1896 en El Cojo Ilustrado de Caracas.
LUIS ENRIQUE MÁRMOL
Caracas, 21 de agosto de 1897
Valencia, 17 de septiembre de 1926
Abogado
y poeta. Hijo del poeta Luis Mármol y de Rosa Amelia Infante. Cursó su
educación primaria y secundaria en el colegio de los padres franceses de
Caracas. Se graduó de bachiller en filosofía el 27 de septiembre de 1912.
Cuatro días después, para sofocar las protestas estudiantiles que culminaron
con la huelga decretada por la Asociación General de Estudiantes, el gobierno
del general Juan Vicente Gómez clausuró la Universidad Central de Venezuela,
situación que se prolongó hasta el 7 de julio de 1922. Debido a estas
circunstancias, Luis Enrique Mármol tuvo que paralizar sus estudios de leyes, y
dedicarse a escribir poesía, publicando su primer libro de poemas La locura del
otro, en 1927. En 1913, cuando aún no había cumplido los 16 años, publicó su
primer poema, cuyo título, Misantropía, ya dejaba entrever el carácter
sentimental, lúgubre, doloroso y pesimista que impregnaría después la mayor
parte de su obra literaria.
La
muerte trágica de su padre, acaecida en San Fernando de Apure el 16 de febrero
de 1914, quizás profundizó aún más la tristeza y melancolía de su personalidad.
En tal sentido, el poeta José Tadeo Arreaza Calatrava publicó en 1915, en la
página literaria de El Nuevo Diario, un elogioso comentario acerca del
"...raro y armonioso Luis Enrique Mármol..." Durante su obligado
receso como estudiante universitario, se desempeñó como redactor de El
Universal y como colaborador de diversos diarios y revistas de Caracas,
firmando sus escritos con diversos seudónimos: "Cómodo Comodián",
"L'enfant de Marbre", "Renato Molina", "Luis
Venezuela", "Gregorio Iturriza", "Cándido Perez",
"Kara-Keño", "Lem". Con este último, publicó en 1923 un
pequeño folleto de 54 páginas titulado Pastiches criollos en el cual, con el
estilo festivo, irónico y humorístico, contrapuesto al de sus otros poemas,
hizo, según Pedro Emilio Coll, "... la mejor crítica que tenemos de
nuestro tiempo..." Miembro de la llamada Generación de 1918, Luis Enrique
Mármol es considerado como su abanderado y uno de sus poemas, "Canta
absurdo", según Julián Padrón, pudiera constituir el
"manifiesto" de dicha generación literaria, de la cual forman parte
Fernando Paz Castillo, Andrés Eloy Blanco, Pedro Sotillo, Enrique Bernardo
Núñez y Antonio Arráiz, entre otros. Mármol obtuvo el título de doctor en
ciencias políticas en la Universidad Central de Venezuela el 14 de febrero de
1925, con una tesis titulada "El aparte 3° del art. 6° del Código Penal".
Tras radicarse de manera definitiva en Valencia, falleció el 17 de septiembre
de 1926 en un accidente automovilístico.
JOSÉ TADEO ARREAZA
CALATRAVA
Aragua de Barcelona, 24 de junio de 1882
Caracas, 01 de mayo de 1970
Poeta,
abogado y diplomático. Fueron sus padres el general Diego Arreaza Monagas y
Petronila Calatrava. Realizó los estudios de primaria y secundaria en su pueblo
natal. En 1899 ingresó en la Universidad Central de Venezuela para estudiar
ciencias políticas; el 31 de diciembre de 1906 presentó su tesis de doctorado,
previamente editada, con el título Recurso de casación en Venezuela y recibió
el grado de doctor en ciencias políticas el 19 de febrero de 1907. Alternando
con su carrera universitaria, cultivaba la poesía y se dedicaba a la bohemia literaria.
En tal sentido, desde 1902 colaboró asiduamente, como poeta, prosista y
dibujante, en El Cojo Ilustrado. Cónsul de Venezuela en Santander (España,
1909-1912), publica el Canto a Venezuela y su primer poemario titulado Cantos
de la carne y del reino interior (1911). Posteriormente, fue encargado del
consulado de Venezuela en Amsterdam (1912-1914).
En
1913 edita en París su segundo libro de poesía: Odas. La triste y otros poemas.
Durante su permanencia en Europa trató personalmente a literatos y artistas,
como Marcelino Menéndez y Pelayo, Benito Pérez Galdós, Rubén Darío, Miguel de
Unamuno, Sarah Bernhardt y otros. Tras su regreso a Venezuela a principios de
1915, se entregó a actividades literarias, políticas y jurídicas. Fue
colaborador de los principales periódicos y revistas de esa época: El Nuevo
Diario, El Universal, Cultura Venezolana, Actualidades, La Revista. En 1916,
ganó el premio en el certamen literario promovido por El Nuevo Diario con su
poema XIX de Abril. Con motivo de la celebración del primer centenario del
Congreso de Angostura (1919), fue nombrado jurado en el concurso literario
programado y realizado en Ciudad Bolívar; en esa ciudad fue miembro fundador de
la Sociedad de la Historia, y se le encomendó el discurso inaugural de la misma.
En 1921, con motivo del centenario de la batalla de Carabobo obtuvo el primer
premio en el concurso promovido por la Academia Nacional de la Historia con su
Canto a la batalla de Carabobo. Arreaza Calatrava ejerció a intervalos su
profesión de abogado o de juez en Zaraza, en Ciudad Bolívar, en Tucupita, en
Margarita y en Caracas. Intervino como abogado defensor de algunos militares y
civiles implicados en la sublevación del 7 de abril de 1928, por lo cual fue
encarcelado en La Rotunda y estuvo preso hasta 1931. Aunque Calatrava, había
sido seleccionado como uno de los candidatos para formar la Junta de Gobierno
en el caso de la supuesta caída del régimen del general Juan Vicente Gómez, la
noticia de la muerte de su padre le produjo la pérdida de sus facultades
mentales, por lo cual fue puesto en libertad pero desde entonces quedó impedido
para desarrollar una labor literaria, profesional o política. Para recobrar su
salud, fue llevado a Trinidad e internado en un sanatorio y a la muerte del
general Gómez, retornó a Venezuela. En 1957, sufrió una parálisis y el 15 de
enero de 1962 ingresó en el hogar clínica San José de Tarbes, en donde se
mantuvo retirado hasta su muerte. Allí, en 1965, recibió el Premio Nacional de
Literatura correspondiente al bienio 1963-1964.
LUIS BARRIOS CRUZ
El Guayabal (Guárico), 06 de febrero
de 1898
Caracas, 01 de febrero de 1968
Poeta,
periodista, político, y miembro de la llamada Generación del 28. Fueron sus
padres Luis Barrios Parra y Josefa Cruz Sanojo. Siendo aún muy niño, su familia
se traslada a Calabozo donde recibe su educación primaria y la secundaria hasta
tercer año. No obstante, debido a los escasos recursos de su familia no pudo
completar sus estudios. Años después se inicia como comerciante pesando granos
y midiendo telas. Después ejercerá cargos en la administración de justicia del
distrito, como secretario del jefe civil, y como oficial de la Secretaría
General de Gobierno de Guárico. A pesar de sus múltiples ocupaciones durante
este período se siente atraído por la literatura, leyendo cuanto cae en sus
manos. En este sentido, funda y redacta los periódicos locales: Ecos de la
Pampa (1921), Clavileño (1923-1924) y finalmente El Diario, el primero de su
clase que circula en su estado natal (julio de 1926, y que dura poco tiempo.
En
1920 es designado diputado a la Asamblea Legislativa del estado Guárico. En
1927 obtiene un premio literario en los juegos florales de Ciudad Bolívar, con
motivo del centenario de Juan Bautista Dalla Costa. En 1928 se traslada a Caracas
donde trabaja en El Universal, como corrector de pruebas, pasando luego por sus
cualidades a redactor del mismo diario. Durante este tiempo establece contacto
con los más representativos escritores y poetas de la llamada Generación del
28, en la cual por su edad, debe ser incluido. En 1931 aparece su primer libro
de poesía, titulado Respuesta a las piedras. En 1936, fue nombrado por Juan de
Guruceaga como director del recién creado diario Ahora al cual convierte en
medio de expresión de los nuevos movimientos políticos y sociales que tras la
muerte de Juan Vicente Gómez, reclaman el establecimiento de una democracia en
el país. Asimismo, Ahora es considerado como el primer diario de corte moderno
de Venezuela, por sus variadas secciones, por la plana de sus colaboradores,
entre los cuales no son de menor importancia quienes, desde las filas
clandestinas del Partido Democrático Nacional (PDN), envían sus columnas bajo
seudónimos, sobre economía, finanzas, sindicalismo, o problemas
internacionales. Barrios Cruz editorializa cada poniendo el acento en asuntos
importantes del quehacer público y privado. Su segundo libro de versos,
Plenitud, se publica en 1941. A este le siguieron: Cuadrante (1944); Romancero
de la Coromoto (1952), en colaboración con Julio Ramos; La sombra del avión
(1954); Decoraciones (1967). Entre 1938 y 1942, Barrios Cruz se desempeñó como
senador por el estado Guárico. Luego de esto ejerce los cargos de jefe de
gabinete de Relaciones Exteriores (1946-1948) y director de Información Exterior
del Ministerio de Relaciones Exteriores (1949-1950 y 1958-1962). En este último
año es encargado de la Dirección General de dicho ministerio. El 25 de mayo de
1955 fue incorporado como individuo de número de la Academia Venezolana de la
Lengua. En 1968, siendo director de la biblioteca Nacional muere en un
accidente vial.
MANUEL FELIPE RÚGELES
San Cristóbal, 30 de agosto de 1903
Caracas, 04 de noviembre de 1959
Poeta,
periodista y político venezolano. Fueron sus padres Manuel Salvador y Ana Rita Cacique.
La educación primaria la cursó en el colegio Alemán de su ciudad natal,
mientras que la secundaria la realizó en el liceo Simón Bolívar de esta misma
ciudad. De manera autodidacta cultivó las bellas letras y el periodismo,
formando parte de los poetas de la llamada Generación de 1918. Como
consecuencia de algunos trabajos críticos al régimen del general Juan Vicente
Gómez, que publicó en el diario marabino Excelsior, del cual era jefe de
redacción, fue hecho preso y encerrado en el castillo San Carlos del Zulia,
saliendo al exilio con destino a Colombia en 1929. En Bogotá fue secretario de
Eduardo Santos, fundador y director del diario El Tiempo, quien más tarde sería
presidente constitucional de Colombia. En 1936, tras la muerte de Gómez,
Rugeles regresa a Venezuela desempeñando diversos cargos hasta 1945 entre los
que destacan: el de secretario del ministro de Hacienda, diputado a la Asamblea
Legislativa del estado Táchira, director de la revista El Agricultor
Venezolano, director del diario Crítica, director del gabinete del Ministerio
de Agricultura y Cría, director del gabinete de Hacienda y director de la
Oficina Nacional de Prensa.
Secretario
de la delegación venezolana ante la Organización de Estados Americanos (OEA) en
Washington (1948), fue consejero cultural de la Embajada de Venezuela en Buenos
Aires. En 1953 fue director de Cultura y Bellas Artes del Ministerio de
Educación y director de la Revista Nacional de Cultura (1953-1957). En la
última parte de su vida fundó y dirigió una revista para los niños con el
nombre de Pico-Pico. Dentro de sus obras poéticas figuran: Cántaro (1937),
Oración para clamar por los oprimidos(1939), La errante melodía (1942), Aldea
en la niebla (1944), Puerta de cielo (1945), Luz de tu presencia(1947), Canto a
Iberoamérica (1947), poema premiado en los Juegos Florales Interamericanos,
organizados en México por la Unión Femenina Iberoamericana, el 12 de octubre de
1947, Memoria de la tierra (1948), Copias(1947), ¡Canta pirulero! (1950),
Cantos de sur y norte(1954), que mereció el Premio Nacional de Literatura de
ese año, y Dorada estación(1961), publicado después de su muerte.
LEOPOLDO LANDAETA ORAA
Guanare, 30 de diciembre de 1879
Caracas, 14 de octubre de 1947
Ensayista,
poeta, traductor y periodista venezolano. Fueron sus padres Leopoldo Landaeta y
Rosa Paula Oraa. Realizó estudios en su ciudad natal, en la escuela dirigida
por Melquíades Vargas. Posteriormente, se trasladó a Caracas para estudiar la
carrera de derecho en la Universidad Central de Venezuela, donde a pesar de su
excelente aplicación no llegó a doctorarse. Desde muy joven se dedicó a la
actividad periodística publicando artículos en el Correo de Portuguesa
(Guanare) y en El Monitor Liberal (Caracas, 1896). Igualmente colaboró para El
Constitucional (1900-1908), El Tiempo (1910), El Universal (1909-1914) y El
Nuevo Diario (1913-1917), todos periódicos de Caracas. Trasladado a Caracas
fundó El Estado, periódico de carácter literario y en el que demostró condición
y gusto estético.
Landaeta
Oraa dirigió la revista Cultura Venezolana (1927) y colaboró para El Cojo
Ilustrado (1910-1915), Sagitario (1916), Atenas (1916-1918) y Válvula (1928).
Entre 1919 y 1920 en plena dictadura de Juan Vicente Gómez desarrolló desde El
Imparcial, periódico fundado por él mismo, una campaña denunciando las
irregularidades cometidas en el asunto de los tranvías, lo cual llevó a la
clausura de esa publicación. Después de esto se dedicó a realizar traducciones
del inglés al español; traduciendo entre otras obras las siguientes: Las
sabanas de Barinas de Richard Longfield Vowell; Vida pública de don Pedro Gual
de Harold A. Bierck; El comercio y la navegación entre España e Indias en época
de los Habsburgos y Los bucaneros de las islas occidentales en el siglo XVII de
Clarence Henry Haring. Entre sus obras propias figuran una monografía dedicada
a la historia del Banco de Venezuela, realizada bajo la dirección de Vicente
Lecuna, y una antología de la poesía parnasiana y modernista en Venezuela,
firmada con el seudónimo de Luis León. También se le atribuye una obra poética
titulada Dístico profano, en la cual canta a Teresa de Jesús y a Madame
Senigré. Entre los cargos públicos que desempeñó destaca el haber sido cónsul
de Venezuela en Southampton (Inglaterra) y en Curazao.
MARIO BRICEÑO IRAGORRY
Trujillo, 15 de septiembre de 1897
Caracas, 06 de junio de 1958
Este
ilustre trujillano fue uno de los más importantes ensayistas del siglo XX
venezolano. Fueron sus padres Jesús Briceño Valero y María Iragorry. La
primaria la cursó en su pueblo natal y el bachillerato en el Colegio Federal de
Varones de Valera. En 1912 ingresó en la Academia Militar donde conoció al
futuro presidente Isaías Medina Angarita. En 1914 tras renunciar a la vida
militar regresa a Trujillo donde ejercerá el periodismo en las páginas de
Ariel. Dos años después se trasladó a Mérida para estudiar derecho en la
Universidad de Los Andes, institución en la que tuvo como compañeros, entre
otros, a Diego Carbonell, Mariano Picón Salas y Caracciolo Parra León. Allí
también conoció a Josefina Picón Gabaldón con quien contrajo matrimonio en
1923. En 1919 se desempeñó como director de Política y encargado de la
Secretaría del estado Mérida. En 1920, se graduó de abogado en la Universidad
de Los Andes. En 1921 ingresa a la Dirección de Política Internacional del
Ministerio de Relaciones Exteriores junto a Lisandro Alvarado, Jacinto Fombona
Pachano y José Antonio Ramos. Por ese tiempo se incorpora como maestro al Liceo
Andrés Bello, del cual será director. En ese mismo año, publica Horas y en
1922, Motivos.
En
1922, viajó a Nueva Orleáns donde ejerció el cargo de cónsul de Venezuela
(1923-1925). A su regreso a Caracas, recibió el doctorado en ciencias políticas
en la Universidad Central de Venezuela (1925). En este último año publicó
Ventanas en la noche e inició investigaciones de etnografía, lingüística y
arqueología. En 1926, publicó Lecturas venezolanas. En 1927, retorno a Trujillo
donde fue nombrado secretario general del estado, ejerciendo interinamente la
presidencia del mismo. En ese mismo año, fue director de la Escuela de Ciencias
Políticas de la Universidad Central de Venezuela y publicó Ornamentos fúnebres
de los aborígenes del Occidente de Venezuela. Al año siguiente publicó La
fundación de Maracaibo e Historia de la fundación de la ciudad de Trujillo,
cuyo título definitivo fue Los fundadores de Trujillo (1930). En 1930 fue
incorporado como miembro de la Academia Nacional de la Historia, y dos años
después a la de la Lengua. En 1936 se editó una de sus obras más
sobresalientes, Tapices de historia patria. También en este año fue designado
ministro plenipotenciario en Centroamérica, residenciado en San José de Costa
Rica, donde actuó hasta 1941. Otros cargos públicos en los que se desempeñó
fueron: la Dirección del Archivo General de la Nación (1942-1943), la
Gobernación del estado Bolívar (1943-1944) y la Presidencia del Congreso de la
República (1945).
A
raíz del golpe de Estado que derrocó al gobierno de Isaías Medina Angarita el
18 de octubre de 1945, fue detenido y llevado preso al Cuartel de la Planicie.
No obstante, a los pocos días fue liberado. En 1946, recibió el Premio
Municipal de literatura por su obra Casa León y su tiempo, el Premio Nacional
de literatura por su libro El regente Heredia o la piedra heroica. En 1949 fue
designado como embajador de Venezuela en Colombia. Durante este período publicó
una serie de libros que lo convirtieron en uno de los más importantes
exponentes de la ensayística contemporánea de Venezuela. Algunos de esos títulos
son: Alegría de la tierra, Vida y papeles de Urdaneta, el joven, El caballo de
Ledesma, Los Riberas. En 1951, apoya la candidatura de Jóvito Villalba para las
elecciones presidenciales de 1952. Ante el desconocimiento por parte de la
Junta Militar del resultado de dichos comicios se exilia en Costa Rica (1953) y
Madrid (1953-1958). En 1957, aparece su obra señalada como el libro síntesis de
su doctrina: Por la ciudad hacia el mundo. En abril de 1958 retorna a
Venezuela, pero 2 meses más tarde muere. Sus restos reposan en el Panteón
Nacional desde el 6 de marzo de 1991.
EDUARDO ARCILA FARÍAS
Maracaibo, 17 de febrero de 1912
Caracas, 07 de enero de 1996
Destacado
historiador y periodista venezolano. Fueron sus padres Delfín Arcila y
Francisca Farías, quienes formaban parte de la primera generación de
venezolanos descendientes de la colonia de judíos curazoleños radicada en Coro
y Maracaibo a principios de nuestra vida republicana. La primaria la cursó en
Tovar (Edo. Mérida) y la secundaria la realizó en el liceo Rafael María Baralt
de Maracaibo. Antes de comenzar sus estudios universitarios, se dedicó al
periodismo e intervino en las luchas gremiales que comenzaban a producirse en
el país. En este sentido, durante este tiempo participó en la organización de
sindicatos y asociaciones juveniles en el Zulia y Caracas, incluso en el
activismo a favor de los conductores de tranvías, que hicieron la primera
huelga nacional del transporte público. En Maracaibo fue periodista del diario
Panorama (1933-1934); dirigió el diario El País (1935-1936) y publicó artículos
en El Norte. En Caracas fue redactor del semanario Fantoches (1937) y del
diario Ahora, del que también fue jefe de Información (1943); director de la
sección de economía y finanzas del diario Crítica (1939-1941). También durantes
estos años fue subdirector del diario El Tiempo y colaborador de los diarios El
Universal, El Heraldo y El Nacional.
Cursó
en la Universidad Central de Venezuela hasta el tercer año de derecho
(1936-1938) y hasta el segundo año de economía (1940-1941). Su formación
académica la interrumpió en varias ocasiones para desempeñar algunos cargos
públicos, entre los que se cuenta la Dirección de Economía del Ministerio de
Hacienda, del que fue excluido al ser derrocado el gobierno de Isaías Medina
Angarita (1945). Luego de esto, viajó a Ciudad de México, donde ya era conocido
como cuentista por un libro suyo publicado allí (Sudor: cuentos del mar y la
tierra, 1941). En dicho país obtuvo una beca del Colegio de México, gracias a
la cual pudo aprobar una maestría en historia en esa institución y producir su
primer libro de historia (Economía colonial de Venezuela, 1946). En 1947, la
John Simon Guggenheim Memorial Foundation le concedió una beca para realizar
investigaciones en la Biblioteca del Congreso de Washington. Asimismo, la
estadía en esta institución le sirvió para recoger extensos y valiosos datos
que luego utilizó en algunas obras, como El siglo ilustrado en América:
reformas económicas del siglo XVIII. En 1969 regresó al Colegio de México,
donde se doctoró en historia. A su vuelta a Venezuela se incorporó al Instituto
de Estudios Hispanoamericanos de la Universidad Central de Venezuela, de la
cual fue secretario entre 1954 y 1958 y director desde este último año hasta
1980, cuando se jubiló, aunque continuó activo en el mismo.
Desde
su regreso al país hasta antes de su fallecimiento Arcila Farías desarrolló una
intensa y fructífera actividad historiográfica como autor de muchas obras de
historia económica, director de proyectos de investigación, profesor de la
Escuela de Historia de la UCV, conferencista en otras universidades, formador
de investigadores en su especialidad y difusor de la historia colonial
venezolana. En 1961 fundó la Revista de Historia, la cual circuló bajo su dirección
hasta el número 31 (mayo-junio 1971) cuando dejó de publicarse. En 1966 la
Universidad Central de Venezuela le confirió el doctorado honoris causa y en el
mismo año la Academia Nacional de la Lengua lo designó miembro correspondiente.
Entre 1978 y 1980 dirigió los estudios de postgrado del área de historia de la
Universidad Central de Venezuela y simultáneamente a esa y otras obligaciones
académicas fue director del Instituto de Antropología e Historia de la misma
universidad. Por este tiempo el Estado mexicano lo distinguió como miembro del
Consejo Consultivo de la Universidad Nacional José María Mora (1979-1983). De
1979 a 1996 fue miembro del Consejo Consultivo del Diccionario de historia de
Venezuela editado por la Fundación Polar. En vida, Arcila Farías fue objeto de
múltiples homenajes en reconocimiento de su trayectoria como historiador.
Profesor honorario de la Universidad Santa María de Caracas, de la Universidad
de Carabobo (Valencia), del Instituto Pedagógico de Barquisimeto. También en su
reconocimiento se elaboró la obra Libro homenaje a Eduardo Arcila Farías, en el
que participaron autores internacionales (Silvio Zavala y Luis González
González, México; Julio Le Riverend, Cuba; Francisco Morales Padrón, España;
Manuel Nunes Dias, Brasil; Ruggiero Romano, Francia) y venezolanos como Emilia
Troconis de Veracoechea, Elías Pino Iturrieta, Guillermo Morón, Manuel
Rodríguez Campos. Pocos antes de fallecer, Arcila Farías hizo una nueva
incursión en la cuentística con el libro Interrogatorio bajo la luz (1992).
ARTURO USLAR PIETRI
Caracas, 16 de mayo de 1906.
Caracas, 26 de febrero de 2001
Es
considerado por muchos como uno de los más grandes intelectuales de
Hispanoamérica y una fuente de consulta obligatoria a la hora de emprender un estudio
del siglo XX venezolano, debido tanto a la amplia obra que desarrolló en los
ámbitos literario, histórico y político; así como por su participación directa
en los más importantes sucesos de la Historia Contemporánea de Venezuela. Lejos
de lo que comúnmente se piensa, Uslar Pietri nació en una familia de modestos
recursos. Fueron sus padres el militar Arturo Uslar Santa María y Elena Pietri.
Cursó estudios primarios en el Colegio Francés de Caracas (1913-1916) y en la
"Escuela Federal de Varones" de Maracay (1916-1919). El bachillerato
lo hizo en la Escuela Federal "Felipe Guevara Rojas" de Los Teques
(1923-24.) Contando apenas con 14 años comenzó su carrera literaria escribiendo
en periódicos aragüeños. Posteriormente colaboró en revistas caraqueñas con
figuras tales como Miguel Otero Silva, Fernando Paz Castillo y Pedro Sotillo;
con quienes además fundó en 1928 la Revista Válvula, órgano del movimiento
vanguardista. En ese mismo año, publicó su primer libro "Barrabás y otros
relatos". Graduado de Doctor en Ciencias Políticas en la Universidad
Central de Venezuela (1929), viajó a Francia como Agregado Civil a la legación
de Venezuela en París; lugar donde escribió su primera gran obra: Lanzas
Coloradas, la cual publicó en Madrid en 1931.
Después
de la muerte de Juan Vicente Gómez (17.12.1935), se inició un intenso debate
ideológico acerca del camino que debía tomar la sociedad venezolana. A su
regreso de Europa, Uslar Pietri se incorporó de inmediato a este interesante
clima político, escribiendo una serie de editoriales en el diario caraqueño
Ahora, entre los cuales destaca uno de sus más famosos y aún vigentes ensayos:
"Sembrar el Petróleo" (14 de julio de 1936). El 19 de julio de 1939,
fue nombrado Ministro de Educación; cargo desde el cual desarrolló una vasta
labor en la transformación de la educación venezolana e incluso refrendó la
primera Ley Orgánica de Educación del país. Miembro fundador del Partido
Democrático Venezolano (PDV), cuyos estatutos y programa redactó, fue elegido
Diputado a la Asamblea Legislativa por el Distrito Federal en 1944.
Ministro
de Relaciones Interiores cuando se produjo el Golpe de Estado que derrocó al
Presidente Isaías Medina Angarita (18.10.1945), fue expulsado del país, por lo
que se residenció en Nueva York, donde ejerció el cargo de profesor de la
Cátedra de Literatura Hispanoamericana de la Universidad de Columbia. A partir
de 1948 comenzó a publicar en el diario caraqueño "El Nacional" la
columna "Pizarrón", la cual publicó de manera ininterrumpida por 50
años hasta el 4 de enero de 1998. Ganador del Premio de Cuentos del diario
"El Nacional" con su obra "El Baile de Tambor" (1949),
retornó al país en 1950, y fue designado al año siguiente director del Papel
Literario de "El Nacional". En 1953, a los pocos meses de haberse
establecido la televisión en Venezuela, Uslar Pietri inició a través de Radio
Caracas Televisión una serie de programas, los cuales tituló "Valores
Humanos", en los que divulgó la vida de numerosos personajes que dejaron
una profunda huella en la historia y cultura universal. Con estos programas
Uslar se convirtió en el primer intelectual venezolano que utilizó la TV como
medio difusor de la cultura. Obtuvo el Premio Nacional de Literatura (1952-1953)
por su obra "Las Nubes".
Con
el retorno de la democracia, luego de la caída de la dictadura de Marcos Pérez
Jiménez (23.1.1958), Uslar Pietri reinició su actividad política. En ese año
fue elegido Senador por el Distrito Federal, como miembro independiente del
partido Unión Republicana Democrática (URD). Más tarde, lanzó su candidatura
presidencial para las elecciones de 1963, apoyado por el Movimiento Republicano
Progresista (MRP). En esos comicios obtuvo el 16.1% de la votación nacional y
el 39% de la votación del Distrito Federal, lo que le permitió ser elegido
nuevamente Senador por dicha entidad para el período 1964-1969.
Fundador
del partido Frente Nacional Democrático (FND) y como presidente de dicha
organización (1964), apoyó al gobierno de Raúl Leoni, formando parte de la
alianza que se conoció como "Amplia Base". En las elecciones
presidenciales de 1968 fue elegido nuevamente Senador por el Distrito Federal
esta vez en las planchas de su partido FND, cargo que compartió con la
dirección de el diario El Nacional. En 1971 recibió el Premio Nacional de
Periodismo y, el año siguiente, el Ministerio de Información y Turismo de
España le otorgó el Premio Hispanoamericano de Prensa "Miguel de
Cervantes".
Luego
de retirarse de la actividad política, viajó a París como Embajador Delegado
Permanente ante la UNESCO (1975). En ese cargo permaneció hasta 1979, cuando
renunció y regresó al país para dedicarse con ahínco a la divulgación de la
Historia de Venezuela a través de sus programas de televisión "Valores
Humanos" y "Cuéntame a Venezuela". En 1982 recibió por segunda
vez el Premio Nacional de Literatura, en esta oportunidad por su novela
"La Isla de Robinson". En 1990 le fue otorgado el Premio
"Príncipe de Asturias", Mención Letras, por su condición de
"creador de la Novela Histórica Moderna Latinoamericana", y al año
siguiente, el Premio Internacional de Novela "Rómulo Gallegos", por
su obra "La Visita en el Tiempo", convirtiéndose de esta manera en el
primer venezolano que obtiene este galardón.
GUILLERMO MENESES
Caracas, 15 de diciembre de 1911
Porlamar, 29 de diciembre de 1978
Destacado
escritor venezolano, autor del cuento La balandra Isabel llegó esta tarde, que
luego sería llevada al cine. Fueron sus padres Olegario Meneses y Matilde
Amitesarove. Cursó primaria en el colegio Chaves y en el instituto San Pablo.
En cuanto a la secundaria la realizó en el colegio San Ignacio de Caracas.
Desde muy joven se inicia en el campo de las letras, como colaborador de la
revista Élite (1930). En 1934, la Asociación de Escritores de Venezuela publica
su primer cuento, La balandra "Isabel" llegó esta tarde. Doctor en
Ciencias Políticas de la Universidad Central de Venezuela (1935), combina sus
actividades profesionales con la carrera de escritor. Procurador general del
estado Miranda; fiscal del Ministerio Público en el estado Guárico; juez de
primera instancia en lo penal del estado Anzoátegui y relator de la Corte
Suprema del estado Guárico.
A
partir de la década de los 40's se desempeñó como colaborador de importantes
diarios y publicaciones de Venezuela y el exterior como la Revista Nacional de
Cultura (desde 1941), El Nacional (desde 1945) y la Revista de América de
Bogotá (1946). Ganador del concurso de cuentos de la revista Élite con
"Campeones" (1939), publica El mestizo José Vargas (1942) y La mujer,
el as de oros y la luna (1948). Escribiente supernumerario del Ministerio de
Relaciones Exteriores, es nombrado primer secretario de la Embajada de
Venezuela en Bruselas (1953-1957) y luego con el mismo cargo, en la Embajada de
Venezuela en París (1957-1959). Ganador del Premio Arístides Rojas de novela
con El falso cuaderno de Narciso Espejo (1952), escribe en el papel literario
de El Nacional (desde 1954). Director de la revista Élite ; Premio Municipal de
Prosa (1963) por su obra La misa de Arlequín, dirige la revista del Consejo
Municipal de Caracas, llamada Crónica de Caracas (noviembre 1964), donde
escribe con los seudónimos de "Juan de Caracas" y "José de las
Gradillas". Cronista de la ciudad de Caracas desde 1965 hasta su muerte, fue
galardonado en 1967 con el Premio Nacional de Literatura por su obra en
conjunto.
Juan Vicente Camacho
Clemente
Caracas, 08 de julio de 1829
París, 04 de agosto de 1872
Diplomático
y poeta venezolano. Fueron sus padres Gabriel Camacho y de Valentina Clemente
Bolívar; además era sobrino-nieto de Simón Bolívar y hermano de Simón Camacho.
Recibió su educación en el colegio Independencia de Caracas y comenzó estudios
superiores en la Universidad Central de Venezuela, los cuales tuvo que
interrumpir por los sucesos políticos del 24 de enero de 1848, relacionados con
el asalto al Congreso Nacional. En consecuencia durante este tiempo se dedicó
entonces a ejercer actividades comerciales en La Guaira y en el valle del río
Choroní. En 1853, viajó al Perú como secretario de la Legación de Venezuela. En
la capital peruana fundó junto con Hilarión Nadal, el periódico El Heraldo. En
1857 fue ascendido a cónsul de Venezuela en Lima. Además de esto, trabajó en
1860 como intérprete en la Cancillería peruana y en 1863, fue nombrado secretario
de las conferencias celebradas entre el gobierno peruano y el ministro
plenipotenciario de Estados Unidos para reanudar las relaciones diplomáticas
entre ambos países.
Tras
el bombardeo de El Callao (2.5.1866) por parte de la armada española, Camacho
fue nombrado agente secreto del Perú ante el gobierno venezolano para tratar
problemas relacionados con la guerra contra España, celebrando en esa
oportunidad varias entrevistas con el presidente Juan Crisóstomo Falcón.
Regresó al Perú en 1867, viajando luego a Europa como comisionado del gobierno
peruano en negociaciones de índole comercial. En 1871, fue nombrado miembro
correspondiente extranjero de la Real Academia Española de la Lengua. En sus
escritos usó los seudónimos de «Terepaima» y «Alí Bey». En 1972 fue publicada
en París una recopilación de sus poesías.
LEONCIO MARTÍNEZ (Leo)
Caracas, 22 de diciembre de 1888
Caracas, 14 de octubre de 1941
Importante
humorista, periodista, poeta, publicista, dramaturgo y caricaturista del siglo
XX venezolano. En 1912 fue uno de los principales promotores de la creación del
Círculo de Bellas Artes. Fueron sus padres Juan Martínez Zozaya e Isabel
Martínez. En su rol de periodista colaboró en la redacción de periódicos y
revistas de Venezuela, tales como El Cojo Ilustrado (1908), La Voz del Pueblo,
El Nuevo Diario (1913) La Linterna Mágica y Pitorreos (1918). Junto a Francisco
Pimentel (Job Pim), fundó en 1923, el semanario Fantoches, del que fue director
y principal colaborador hasta su muerte. Fuera de Venezuela, trabajó como
ilustrador y redactor de la revista Carnaval de Puerto Rico, para lo cual fue
contratado en 1911. Con el seudónimo "Leo", redactó columnas de
crítica literaria, taurina y de actualidad, en el semanario Fantoches, así como
la permanente sección Leo y Comento, caracterizada por las apreciaciones
jocosas de temas variados y también como tribuna para dirigir sus críticas al
régimen gomecista.
Leoncio
Martínez contribuyó al redimensionamiento de la publicidad de la primera mitad
del siglo XX venezolano, al lograr mediante sus caricaturas una síntesis del
mensaje con la caricaturista costumbrista, adaptando al tono de la época y del
medio los productos nacionales e importados que se tenían para el momento. En
este mismo campo, fue también el primero en hacer publicidad luminosa en
algunas esquinas de Caracas, adaptando a una estantería de fondos con
instalaciones de bombillos, telas transparentes dibujadas y coloreadas que
cambiaba cada mes, logrando así el efecto de luz que se requería. Leo mostró su
talento artístico en la realización de los decorados para numerosas obras de
teatro, sainetes y zarzuelas de la época (entre los que se destaca en 1914 la
escenografía para la zarzuela de un acto y 3 cuadros Alma Llanera, de Rafael
Bolívar Coronado y Pedro Elías Gutiérrez). Asimismo, fue creador de revistas
musicales como Sin Cabeza (1917), representada en su estreno por Rafael
Guinand, El Rey del Cacao (1914) y Nenelisk (1917), y El Conflicto (1917), cuya
autoría compartió con Francisco Pimentel y Armando Benítez. También por
requerimientos de varias de sus obras, Leoncio Martínez compuso la letra de
algunas canciones populares tales como Dama Antañona y La Musa del Joropo.
Debido a sus opiniones políticas, Leo fue encarcelado varias veces durante los
gobiernos de Juan Vicente Gómez y Eleazar López Contreras. En 1932, Leoncio
Martínez publicó una recopilación de sus cuentos bajo el título de Mis otros
Fantoches. Sus poesías fueron editadas entre (1943-1944) y una selección de sus
dibujos fueron reunidas por Aquiles Nazoa en 1959.
PEDRO EMILIO COLL
Caracas, 12 de julio de 1872
Caracas, 30 de marzo de 1947
Ensayista
y periodista. Contribuyó junto a Luis Manuel Urbaneja Achelpohl a la
incorporación del modernismo en la literatura venezolana. Fueron sus padres
Pedro Coll Otero y Emilia Núñez Márquez. Pariente del poeta Jacinto Gutiérrez
Coll. En la Imprenta Bolívar, propiedad de su padre, tuvo contacto en su
juventud con algunos de los más importantes escritores de la época. Las
narraciones y cuentos infantiles que le relataba su vieja aya Marcolina,
despertaron según él mismo, su interés por las letras. La primaria la cursó en
el colegio La Paz de Caracas, dirigido por Guillermo Tell Villegas. A los 22
años tras abandonar los estudios universitarios, fundó junto con Luis Urbaneja
Achelphol y Pedro César Domínici, la revista Cosmópolis (1894-1895),
publicación que es considerada como la iniciadora del movimiento modernista en
la literatura venezolana. Entre 1895 y 1907, fue colaborador de El Cojo
ilustrado donde publicó una serie de cuentos, entre ellos El diente roto
considerado como un clásico del género.
En
1896, publicó su primer libro titulado Palabras, una recopilación de ensayos
sobre arte y educación. De 1897 a 1899, se desempeñó como cónsul de Venezuela
en Southampton, teniendo a su cargo durante este tiempo la sección "Letras
Hispanoamericanas" de la revista Le Mercure de France, editada en París.
En julio de 1899, regresa a Venezuela, y al año siguiente, es nombrado director
en el Ministerio de Fomento. En 1901, publica otra recopilación de ensayos
sobre temas literarios bajo el título de El Castillo de Elsinor. En 1911, fue
incorporado como individuo de número de la Academia de la Lengua. Ministro de
Fomento en 1913, fue nombrado cónsul general de Venezuela en París en 1915 y
luego, secretario de la Legación de Venezuela en Madrid de 1916 a 1924. Entre
1924 y 1926 fue Fiscal de Bancos y senador por el estado Anzoátegui, hasta que
en este último año le toca asumir la presidencia del Congreso Nacional. En
1927, aparece La escondida senda, título que representa su tercera recopilación
de ensayos, esta vez de carácter histórico. Trabajó como inspector de
consulados en Europa de 1927 a 1933. En el año de 1934 ingresó como individuo
de número de la Academia Nacional de la Historia, institución en la que laboró
como bibliotecario en 1941. En 1948, fue publicada en forma póstuma su obra El
paso errante, la cual era una selección para la Biblioteca Popular Venezolana
del Ministerio de Educación.
AQUILES NAZOA
Caracas,17 de mayo de 1920
Autopista Caracas-Valencia, 25 de
abril de 1976
Escritor,
periodista, poeta y humorista, cuya obra proyecta los valores de la cultura
popular venezolana. Nació en la barriada caraqueña de El Guarataro (ubicada en
la parroquia San Juan), en el seno de una familia de escasos recursos
económicos. Fueron sus padres Rafael Nazoa, jardinero y Micaela González. A los
12 años empieza a trabajar para ayudar a su familia, completando su formación a
través del estudio autodidacta. Entre 1932-1934 se desempeñó en múltiples
oficios tales como aprendiz de carpintería, telefonista y botones del hotel
Majestic de Caracas y empleado de una bodega, hasta que entra a trabajar en el
diario caraqueño El Universal hacia 1935; donde trabaja como empaquetador,
luego pasa al archivo de clisés y finalmente aprende tipografía y corrección de
pruebas. Por este tiempo aprendió a leer el francés y el inglés, lo que le
permitió en 1938, obtener un puesto como guía turística en el Museo de Bellas
Artes. Durante este período fue enviado como corresponsal de El Universala
Puerto Cabello, donde colabora en el diario El Verbo Democrático. Un artículo
suyo en el que critica la indolencia de las autoridades locales en la
erradicación de la malaria, le acarrea una demanda del Concejo Municipal de
Puerto Cabello y su posterior encarcelamiento en 1940.
Luego
de ser liberado regresa a Caracas, donde ingresa a trabajar en la emisora Radio
Tropical y mantiene en El Universal una columna titulada «Por la misma calle».
Durante este tiempo es incorporado al diario Últimas Noticias, comenzando a
publicar sus poemas humorísticos en la sección «A punta de lanza», firmada con
el seudónimo «Lancero». También en este período se incorpora al semanario
satírico El Morrocoy Azul donde desarrolla sus dotes como humorista, publicando
con el seudónimo de «Jacinto Ven a Veinte», sus poemas Teatro para leer. A
partir de agosto de 1943, empieza a colaborar en el diario El Nacional. En
1945, aparece en Caracas su libro El transeúnte sonreído. Durante estos años,
colabora igualmente en las revistas Élite y Fantoches, la segunda de las cuales
dirige por cierto tiempo. En 1948 obtiene el Premio Nacional de Periodismo en
la especialidad de escritores humorísticos y costumbristas. 2 años después
aparecen sus libros El Ruiseñor de Catuchey Marcos Manaure, idea para una
película venezolana, con prólogo de Juan Liscano. En 1953, el Morrocoy Azul
pasa al control del gobierno, lo que ocasiona que Aquiles Nazoa y otras
periodistas colaboren con la revista humorística El Tocador de las señoras.Sin
embargo, al hacerse más difícil la situación política, Nazoa decide marchar al
exilio (1955-1958).
De
regreso a Caracas, colabora en la revista Dominguito, fundada en febrero de
1958 por Gabriel Bracho Montiel y en marzo de 1959, crea junto a su hermano
Aníbal la publicación humorística, Una señora en apuros; de la que sin embargo
no llegaron a salir sino unos pocos números. Una situación similar aconteció
con El fósforo, aparecido en noviembre de 1960, en el cual su nombre encabezaba
la lista de los editores; en definitiva tanto ésta última revista como
Dominguito fueron clausuradas por las autoridades gubernamentales a fines de
1960. Ese mismo año, aparece en Caracas su libro de poemas Caballo de manteca
y, a partir de ese momento, sus obras dentro del género poético (ediciones,
reediciones, antologías) se hacen más abundantes y son recogidas en la
compilación Humor y amor de Aquiles Nazoa, publicada en 1970. Además de sus
obras relacionadas con la poesía, Nazoa produjo trabajos en prosa que incluyen
especialmente su ensayo de 1961, Cuba, de Martí a Fidel Castro; Caracas, física
y espiritual (Caracas, 1967), que ganó ese mismo año el Premio Municipal de
Literatura del Distrito Federal y trabajos de crítica de arte (Mirar un cuadro,
Humorismo gráfico en Venezuela); así como numerosas conferencias de divulgación
cultural. También en 1966 publicó una compilación titulada Los humoristas de
Caracas. Durante la década de los 70, además de preparar libros como La vida
privada de las muñecas de trapo, Raúl Santana con un pueblo en el bolsillo y
Leoncio Martínez, genial e ingenioso(publicado después de su muerte), dicta
charlas y conferencias, mantiene un programa de televisión titulado Las cosas
más sencillas y proyecta la formación de un grupo actoral que pusiera en
práctica el «Teatro para leer». Muere en un accidente de tránsito en la
autopista Caracas-Valencia. En su memoria se creó por proposición de Pedro León
Zapata, la cátedra libre de humorismo «Aquiles Nazoa», inaugurada el 11 de
marzo de 1980.
ALBERTO ADRIANI
Zea (Mérida), 14 de junio de 1898
Caracas, 10 de octubre de 1936
Economista,
escritor y político venezolano, durante el gobierno de Eleazar López Contreras
llevó a cabo una importante reorganización de la Hacienda Pública Nacional.
Fueron sus padres José Adriani y María Mazzei, inmigrantes italianos que
llegaron a nuestro país en 1894. Los estudios primarios los realizó en el
instituto Santo Tomás de Aquino de su ciudad natal y en Mérida cursó el
bachillerato. En 1918, se trasladó a Caracas para comenzar su carrera de
derecho en la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad Central de
Venezuela. Sin embargo, en 1921 abandonó los estudios y se fue a Nueva York
para asistir a la inauguración de la estatua del Libertador y de allí viajó a
Europa radicándose en Ginebra donde se doctoró en economía y en ciencias
sociales. Luego de esto fue nombrado cónsul de Venezuela y durante 3 años, fue
secretario de la delegación de nuestro país en la Sociedad de las Naciones. En
1925, viajó a Londres donde se mantuvo hasta 1928, año en el que se trasladó a
Washington por una invitación de Esteban Gil Borges, ex canciller venezolano,
quien desempeñaba el cargo de subdirector de la Unión Panamericana. Por ese entonces
Adriani fue designado primer jefe de la División de Cooperación Agrícola de
dicho organismo internacional, tocándole dirigir su Boletín, y colaborar en la
preparación de la I Confederación Interamericana de Agricultura.
En
1931, regresó a Venezuela estableciéndose en Zea, donde colaboró con sus padres
en las labores agrícolas a los que ellos se dedicaban. El 30 de diciembre de
1935 volvió a Caracas y el 1de marzo de 1936 el presidente Eleazar López
Contreras lo designó ministro de Agricultura y Cría. Al frente de este
ministerio, llevó a cabo la transformación del Banco Agrícola y Pecuario en una
institución que protegiera la agricultura, especialmente mediante el
otorgamiento de créditos. De allí que promulgara un decreto el 21 de marzo de
1936 en el que se organizaba y centralizaba el crédito agrícola nacional.
Además de esto, por ese tiempo fundó la revista El Agricultor
Venezolano,publicación que aún circula. También participó en la fundación del
movimiento político ORVE (1.3.1936) y en la elaboración de sus estatutos y se
desempeñó como miembro de la secretaría política de dicha organización. El 29
de abril de 1936, fue nombrado ministro de Hacienda a los fines de reorganizar
la Hacienda Pública Nacional: el 20 de mayo, creó la Subcomisión de Estudios de
Legislación Fiscal que elaboró varios proyectos de la ley aprobados algunos por
las cámaras legislativas, entre los que destacaban el de la Ley de Arancel de
Aduanas, el de la Ley sobre varios ramos de la renta nacional y el de la Ley de
Cigarrillos, ésta última no fue aprobada por el Congreso pero después en la Ley
Orgánica de la Hacienda Nacional. Fue colaborador de la revista de la revista
Cultura Venezolana y del Boletín de la Cámara de Comercio de Caracas. La mayor
parte de sus artículos analizaban el área agrícola y monetaria de Venezuela,
así como también de la economía cafetera. En su obra póstuma Labor
venezolanista, han sido compilados algunos de sus ensayos más importantes. Un
distrito del estado Mérida lleva en su nombre en su honor.
CARLOS IRAZÁBAL
Zaraza, 14 de agosto de 1907
Caracas, 07 de diciembre de 1985
Abogado,
diplomático, escritor y político. Figura como uno de los activistas de
izquierda que en Colombia suscribieron el llamado Plan de Barranquilla (1931).
Fueron sus padres Carlos Irazábal Pérez y Enriqueta Tirado. La primaria la
realizó en Zaraza. En 1919 se trasladó con su familia a Caracas, cursando
bachillerato en el Colegio Salesiano y en el Liceo Caracas. Ingresó a la
Universidad Central de Venezuela para cursar derecho. Participó en los sucesos
de febrero de 1928 durante la Semana del Estudiante, por lo que fue apresado
junto con algunos de sus compañeros y enviado al castillo de Puerto Cabello
donde permaneció por un tiempo. Luego, con motivo del alzamiento del Cuartel
del Cuño en abril de ese año, cuyo jefe fue el capitán Rafael Alvarado Franco,
se le detuvo en Barquisimeto siendo recluido en el castillo de “Las Tres
Torres” y luego fue trasladado al castillo de Puerto Cabello. En 1930, tras su
liberación retomó los estudios de derecho, los cuales culminó al año siguiente.
En 1931, fallecido su padre, quien había sido detenido y encarcelado en el
castillo de Puerto Cabello, decidió marcharse de Venezuela.
Encontrándose
en Barranquilla (Colombia), entró en contacto con otros líderes políticos
exiliados como Rómulo Betancourt, Raúl Leoni, Ricardo Montilla y Manuel Felipe Rúgeles.
Después de 6 meses en el hermano país, decidió partir hacia Trinidad, donde
coincidió con Miguel Otero Silva. Posteriormente se radicó en España, país en
el que estaba residenciada su familia y en el que mantuvo relaciones con muchos
exiliados e intervino en actos organizados en contra del régimen del general
Juan Vicente Gómez. En 1936, regresó a Venezuela y se dedicó a la actividad
política. Durante este tiempo ingresó al Partido Revolucionario Progresista
(PRP) organización de tendencia marxista, y estuvo vinculado a la Organización
Venezolana (ORVE), fundada por Rómulo Betancourt con la finalidad de unificar a
los partidos políticos de carácter progresista que hacían oposición al régimen
del general Eleazar López Contreras. En 1937 fue expulsado del país junto con
un grupo de dirigentes políticos considerados comunistas por el gobierno de
López Contreras. Después de una breve estadía en México regresó
clandestinamente a Venezuela, siendo descubierto y recluido en el castillo de
San Carlos, primero, y en el castillo de Puerto Cabello después. Al poco tiempo
fue liberado y deportado de nuevo a México en donde estuvo hasta principios de
los años 40. De regreso al país retomó la actividad política y ejerció como
abogado. En 1941 fundó junto con Francisco “Kotepa” Delgado y Miguel Otero
Silva el semanario humorístico El Morrocoy Azul. En 1944 el presidente Isaías
Medina Angarita lo designó miembro de la Comisión Preparatoria de la Ley de
Reforma Agraria. En enero de 1945 resultó electo diputado al Congreso Nacional
por el Distrito Federal, representando al partido Unión Popular Venezolana
(UPV), agrupación de orientación comunista que apoyaba al presidente Medina
Angarita; ese mismo año fue designado miembro del Consejo Supremo Electoral.
Derrocado el gobierno de Medina se dedicó al ejercicio del periodismo y al
trabajo en la empresa privada. En 1958, tras la restauración de la democracia,
fundó junto Alejandro Hernández, Raimundo Aristiguieta y Luis Hernández Solís,
la Asociación Pro-Venezuela, organismo del cual fue vicepresidente ejecutivo.
Entre 1959 y 1982 se desempeñó en la carrera diplomática, ocupando los
siguientes cargos: cónsul general de Venezuela en Ámsterdam, embajador
plenipotenciario en Holanda, y embajador en Trinidad y Tobago, y República
Dominicana. Tras su jubilación como diplomático se dedicó a la actividad
privada, siendo asesor de la presidencia de Alimentos Margarita. Como escritor,
Irazábal fue autor de 2 libros, Hacia la democracia (1939) y Venezuela esclava
y feudal (1961), en las que hace, por primera vez, un análisis de la historia
de Venezuela desde una perspectiva marxista, constituyendo el inicio de lo que
será una corriente de interpretación sistemática de la realidad venezolana en
la cual se utilizan las categorías del materialismo histórico para explicar los
problemas económicos y políticos de la sociedad venezolana.
CÉSAR ZUMETA
San Felipe, 1860
París, 28 de agosto de 1955
Escritor,
periodista, diplomático y político. Figura como uno de los ideólogos del
régimen de Juan Vicente Gómez. Abandonado por sus padres fue criado por Tomasa
Zumeta de Foxerost. La educación secundaria la realizó en el colegio Santa
María. En la Universidad Central de Venezuela donde ingresó para estudiar
derecho, tuvo su primer contacto con la doctrina positivista. No obstante, no
concluye la carrera debido a su expulsión del país en 1883 debido a su
oposición al gobierno de Antonio Guzmán Blanco, la cual expresó en artículos
publicados en el periódico El Anunciador del cual fue fundador junto con
Teleóforo Silva Miranda. En 1884 regresa a Venezuela encontrándose en el poder
Joaquín Crespo, pero al hacer críticas a su gobierno es expulsado de nuevo,
esta vez con destino a Nueva York. En la capital estadounidense ejerció el
periodismo, escribiendo en la revista La América (1884-1889), junto a
personajes de la talla de José Martí y Juan Antonio Pérez Bonalde.
En
1890, regresa al país por invitación del presidente Raimundo Andueza Palacio y
asume la dirección del periódico El Pueblo. Al año siguiente fue designado
director de El Universal, siendo también cofundador y colaborador de La Revista
Universal Ilustrada. Sin embargo, las presiones ejercidas por el nuevo
presidente Joaquín Crespo sobre la prensa, lo obligan a marcharse a Estados
Unidos. En este país dirigió la Casa Editorial Hispanoamericana en 1894. Entre
1894 y 1895 permanece en el país, participando en la fundación de la revista
Cosmópolis, tras lo cual volvió al extranjero. De este período datan sus
escritos más difundidos, en especial El continente enfermo (1899) y La ley del
cabestro (1902), así como los textos recogidos bajo los siguientes títulos:
Escrituras y lecturas (1899), Tiempo de América y Europa (1889-1916) y Las
potencias y la intervención en Hispanoamérica (1889-1908). En 1901, tras
regresar al país es nombrado senador por el estado Bermúdez. En 1902, ante el
bloqueo de las costas venezolanas por potencias extranjeras, colabora
estrechamente con el presidente Cipriano Castro, quien nombrándolo cónsul
general en Inglaterra le encarga, junto con el publicista español Luis
Bonafoux, cambiar la imagen de Venezuela en Europa. No obstante, diferencias
con el régimen castrista le hacen romper con él y pasarse a la oposición.
En
1908, regresa a Venezuela tras la toma del poder por parte de Juan Vicente
Gómez. Dentro del régimen gomecista ocupó diversos cargos y funciones tales
como: en 1910, representa al presidente Gómez en la conmemoración del
centenario de la independencia de Argentina; en 1911, dirige la organización y
celebración del Congreso de Municipalidades; en 1913, se desempeña como
director de Política del Ministerio de Relaciones Interiores y en 1914, es
titular de dicho despacho ejecutivo. Asimismo, desde 1915 hasta 1932,
permaneció en el exterior desempeñando labores diplomáticas, siendo una de las
más importantes la representación de Venezuela ante la Sociedad de las
Naciones, cuyo Consejo y Asamblea llegó a presidir en 1930. En términos
generales, la contribución de Zumeta a la dictadura de Gómez no se limitó al
desempeño de cargos públicos, sino al hecho de convertirse en uno de sus
principales justificadores, al esgrimir la famosa bandera del "Orden y
Progreso". En relación a lo literario, Zumeta es considerado como uno de
los autores que a fines del siglo XIX, abren el camino al movimiento modernista
y al cosmopolitismo en Venezuela. Individuo de número de la Academia Nacional
de la Historia, se incorporó a esta institución el 3 de junio de 1932. Al igual
que otros personajes de nuestra historia estuvo vinculado a la masonería,
siendo Masón en grado 33 y gran maestro de la Gran Logia de la República de
Venezuela entre 1913 y 1915. Aunque falleció en París el 28 de agosto de 1955,
sus restos fueron repatriados al poco tiempo.
DAVID LOBO
Puerto Cabello, 21 de mayo de 1861
Caracas, 22 de abril de 1924
Médico
cirujano, obstetra, profesor universitario y escritor. Cofundador de la
Sociedad Médica de Caracas y su presidente (1920). Fueron sus padres David Lobo
y Clara Señor. Cursó estudios primarios y secundarios en los colegios Villegas
y Santa María de Caracas, respectivamente. En 1880 ingresó en la Universidad
Central de Venezuela donde recibió el título de doctor en ciencias médicas el
10 de octubre de 1886. Por este tiempo contrajo nupcias con Inés Pardo
Monsanto. Recién graduado, ejerció la profesión en Caracas hasta 1892. Nombrado
secretario de la Legación de Venezuela en Washington, revalidó su título en esa
ciudad (1893) y recibió el doctorado en ciencias médicas el 4 de mayo de 1893.
Luego de esto en 1898 se residenció en Londres. Al regresar al país en 1900,
actuó sucesivamente como internista, ginecólogo, partero y cirujano general,
estableciéndose en Caracas donde instaló una clínica con servicio de
hospitalización.
En
1908 se desempeñaba como director del hospital Vargas en donde ejerció el cargo
de jefe del servicio de Ginecología y Obstetricia. Profesor universitario,
regentó las cátedras de Fisiología e Higiene, Terapéutica y Medicina Legal,
Ginecología, Obstetricia y Clínica Obstétrica en la Universidad Central de
Venezuela. En 1915, dirigió la Escuela de Medicina que, con carácter privado
sustituyó luego la respectiva facultad de la Universidad Central de Venezuela
cuando esta fue clausurada en 1912. Lobo figura como el primer médico que 1919
práctico en Venezuela las reacciones de Abderhalden y Toman para el diagnóstico
biológico del embarazo. Fue cofundador del Colegio de Médicos de Venezuela
(1902) y de la Academia Nacional de Medicina (1904), que presidió entre 1918 y
1920, y rector de la Universidad Central de Venezuela desde 1922 hasta su
muerte. Además de su profesión como médico, Lobo fue senador por el estado
Bolívar en 1922 y ocupó la presidencia del Congreso Nacional. Autor de unos 100
trabajos de índole científica, publicó también diversos ensayos sobre el estado
intelectual de Venezuela y acerca del panorama político.
ELOY GUILLERMO GONZÁLEZ
Tinaco, 25 de junio de 1873
Caracas, 17 julio de 1950
Escritor,
ingeniero, periodista, pedagogo, historiador y político. Fueron sus padres el
general Eugenio Mariano González y Ramona Padilla. Realizó estudios de primaria
en el colegio Bolívar de Tinaco, y en la Escuela Federal que dirigía en la
esquina El Hoyo, en Caracas, Gaspar González. En Valencia, frecuentó las aulas
del colegio Carabobo, donde cursó el bachillerato; en esta ciudad, se inicia en
2 actividades que cultivó a lo largo de su existencia: el periodismo y la pedagogía.
En este sentido, colabora en la prensa local y funda en 1889, junto con Rafael
Tovar, El Estudiante, en cuyas páginas publica sus primeros trabajos; y dicta
clases el propio colegio Carabobo, a los alumnos de cursos inferiores, lo mismo
que el colegio Ramírez. Concluidos sus estudios de secundaria, se traslada a
Caracas, donde emprende su formación universitaria, obteniendo en 1894 el
título de ingeniero civil, profesión que prácticamente no ejerció. En 1891,
había publicado su primer libro, Estudios; en 1892, ingresa en el cuerpo
docente de la Escuela Politécnica, dirigida en ese entonces por Luis Espelozín.
En ella regentó la cátedra de Historia Universal y de Historia de Venezuela.
Gracias
a Arístides Rojas, se convirtió en colaborador del diario La Opinión Nacional.
En 1894 polemiza sobre literatura venezolana con el académico Julio Calcaño, al
asumir la defensa de jóvenes literatos, como José Gil Fortoul, Lisandro
Alvarado y Luis López Méndez, a quienes considera injustamente tratados por
Calcaño; sus artículos se publican en las columnas de El Republicano, diario
político que dirigía y redactaba el periodista Luis Ramón Guzmán; esta polémica
dio fama a su nombre y le abrió las puertas de la revista El Cojo Ilustrado, de
la cual llegó a ser asiduo colaborador y uno de sus redactores. En 1895, fue
nombrado secretario del Centro Científico-Literario de Caracas, lugar donde
comparte responsabilidades con Manuel Revenga, Alberto Smith, Nicomedes
Zuloaga, César Zumeta, Andrés Mata, Pedro Emilio Coll y otros. En los inicios
de 1896, viaja hacia las naciones meridionales, investido con el cargo de
secretario de la Legación venezolana en Brasil y luego como correo de gabinete
en los gobiernos del sur. En 1897, regresa al país y le trae al presidente
Joaquín Crespo, un contrato para surtir de ganado en pie a los estados del
norte de Brasil. Luego de esto vuelve a su labor periodística y es nombrado
director de Telégrafos del Ministerio de Fomento, empleo que dejó de ocupar
tras la muerte del general Crespo en el combate de La Mata Carmelera (1898).
En
septiembre de 1898, entabló amistad con el general Cipriano Castro quien había
venido de los Andes a entrevistarse con el presidente Ignacio Andrade; Castro
lo puso en conocimiento de sus intenciones revolucionarias y lo invitó para que
le prestase apoyo, mediante contactos con la gente de Cojedes predispuesta a la
guerra. En este sentido, González viajó a su tierra natal y reunió voluntarios
que pronto se sumarán al ejército invasor. Triunfante la Revolución Restauradora
(octubre de 1899), González es llamado a ocupar la Secretaría general de la
Presidencia de la República. A González se le atribuye la redacción de la
proclama del 9 de diciembre de 1902, emitida con motivo de la agresión de la
armada anglo-alemana contra el puerto de La Guaira y que empieza con la célebre
frase: “... La planta insolente del extranjero ha profanado el sagrado suelo de
la patria...” En 1905, ingresa al cuerpo docente de la Universidad Central de
Venezuela, donde regenta la cátedra de Anales Patrios. Ocho de estas lecciones
son publicadas, en 1907, en los Anales de dicha institución. Su vasta
producción literaria se encuentra en diversos periódicos y revistas: El
Constitucional, Atenas, Venezuela Contemporánea, Actualidades, El Nuevo Diario,
Cultura Venezolana, Sagitario, Élite, Billiken, Arte y Labor, El Heraldo, La
Esfera, El Universal, etc. Fue senador por el estado Cojedes (1929). Su
trayectoria de educador abarcó más de 50 años, Cuando fue jubilado en 1941,
regentaba la cátedra de Historia y Geografía de Venezuela (2° año) en el
Instituto Pedagógico de Caracas, y la de Historia Interpretativa Documental de
Venezuela, en la Escuela Normal. Su preocupación educativa y su vocación de
historiador están igualmente presentes en su libro Instrucción cívica y en los
3 tomos de su Historia de Venezuela. Fue individuo de número de la Academia
Nacional de la Historia (16.5.1909) y de la Academia Venezolana de la Lengua
(16.11.1932).
ERNESTO SILVA TELLERÍA
Coro, 17 de febrero de 1907
Caracas, 04 de enero de 1985
Abogado,
escritor y dirigente político. Figura entre los civiles que tomaron parte en el
alzamiento militar que se produjo el 7 de abril de 1928 en contra del régimen
de Juan Vicente Gómez. Su padre era el general Ernesto Silva Garcés. En 1924 se
graduó de bachiller en el Colegio Federal de Coro y al año siguiente ingresó a
la Universidad Central de Venezuela, para cursar estudios de derecho. Tuvo una
activa participación en los sucesos de la Semana del Estudiante en febrero de 1928,
así como en el alzamiento del cuartel San Carlos (7.4.1928), por lo que sufre
prisión en la Policía de Caracas y en el castillo Libertador de Puerto Cabello.
En 1932 fue confinado a Coro y luego a Mérida donde prosigue sus estudios
universitarios; poco antes de morir Juan Vicente Gómez se le permite el
reingreso a la Universidad Central de Venezuela. Dirige en 1936 el periódico
Acción Estudiantil de la Federación de Estudiantes de Venezuela. Ese mismo año
se gradúa en la Universidad Central de Venezuela con la tesis Venezuela,
¿república democrática?: proyecciones constitucionalidad venezolana.
A
partir de 1936, entra de lleno a la actividad política al incorporarse al
Partido Republicano Progresista (PRP), organización de izquierda; siendo
detenido en 3 oportunidades, la ultima de ellas en diciembre de 1936, acusado
de ofensas al Ejército Nacional. No obstante, en agosto de 1937, la Corte
Suprema declaró la nulidad del juicio, lo que no impidió que fuera expulsado
del país, residenciándose en México donde permaneció hasta 1942. A su regreso a
Venezuela, se integra al movimiento comunista, formando parte de la dirección
nacional del partido, dirigiendo sus órganos de prensa El Popular y Aquí Está,
así como las agrupaciones electorales Unión Municipal (1941) y Unión Popular
Venezolana (1944). Durante el régimen perezjimenista sufre 2 cortas prisiones
(1950) y un breve exilio en México (1951). Al regresar de nuevo al país de
dedica a su actividad profesional. Fue miembro directivo del Instituto de
Derecho Social desde su fundación en 1958. En 1960, publica un poemario
titulado Tierra parda. También por este tiempo fue director general de la
Biblioteca de Autores y Temas Falconianos, y conjuez de la Corte Superior del
Trabajo del Distrito Federal.
ESTEBAN GIL BORGES
Caracas, 1879
Caracas, 03 de agosto de 1942
Político,
diplomático, escritor y profesor universitario. Graduado de abogado y doctor en
ciencias políticas en la Universidad Central de Venezuela (1898), ingresó al
servicio exterior venezolano como abogado de la comisión de frontera con la
República de Colombia. Catedrático de historia del derecho en la Universidad
Central y presidente de la Corte Suprema de Justicia del Distrito Federal, fue
secretario y consejero de la Legación de Venezuela en París y encargado de
negocios en Madrid (1910-1918). Regresó a Caracas para ejercer la Consultoría
Jurídica del Ministerio de Relaciones Exteriores y desde ese cargo pasó, en
enero de 1919, a ser canciller de la República.
En
1921, fue enviado a Nueva York en representación del gobierno venezolano, para
asistir a la inauguración de la estatua de Simón Bolívar. Intrigas levantadas
en su contra, particularmente en el círculo que rodeaba a José Vicente Gómez,
el hijo del general Juan Vicente Gómez, tomaron como pretexto el hecho de que
Gil Borges, en su discurso inaugural ante la estatua de Bolívar, no nombró ni
una sola vez al general Gómez, para desacreditarlo y obligarlo a renunciar
(7.7.1921). Tras abandonar su cargo como canciller, Gil Borges se trasladó a Nueva
York donde colaboró en las actividades del escritorio jurídico Breckinrigde
& Long; pasando después a la Unión Panamericana en Washington, que lo
nombró bibliotecario y posteriormente, director asistente, puesto que ejerció
hasta marzo de 1936.
En
1933, por iniciativa de Caracciolo Parra Pérez, apoyada por el canciller Pedro
Itriago Chacín, Gil Borges fue propuesto por Venezuela, sin éxito, para ocupar
uno de los cargos de magistrado en la Corte Internacional de Justicia de La
Haya. A partir de su separación del Gobierno, se le consideró entre los
adversarios del régimen de Juan Vicente Gómez y por esa razón su nombre
apareció vinculado varias veces a algunos planes revolucionarios de la época,
como un posible sucesor de Gómez en caso de la muerte o derrocamiento de éste.
A su regreso a Venezuela en marzo de 1936, fue nombrado ministro de Relaciones
Exteriores por el presidente Eleazar López Contreras y le correspondió como tal
ejecutar una importante labor diplomática orientada primero a la defensa de los
productos venezolanos de exportación en los mercados europeos y después, a la
preparación del país para la guerra que se avecinaba, la cual estalló en 1939;
en este último aspecto, organizó una extensa participación de Venezuela en
numerosa asambleas y conferencistas internacionales entre los cuales puede
mencionarse la Conferencia de Buenos Aires para la consolidación de la Paz
(1936); la VII Conferencia Interamericana de Lima (1938) y la Primera Reunión
de Consulta de los Cancilleres Americanos en Panamá (1939). Asimismo, Gil
Borges fue el encargado de negociar el Tratado de Límites con Colombia que
firmó Venezuela en marzo de 1941 y mediante el cual se dio por terminada la
controversia sobre límites entre ambos países. Su sucesor en el cargo, Caracciolo
Parra Pérez, lo designó asesor general de la Chancillería. Gil Borges
perteneció a la Academia Venezolana de la Lengua (1916) y fue individuo de
número fundador de la Academia de Ciencias Políticas (1915).
JOSÉ LADISLAO ANDARA
Coro, 27 de junio de 1864
Caracas, 01 de septiembre de 1922
Escritor,
periodista y político falconiano. En 1885 se graduó de bachiller en filosofía
en su Coro natal, ciudad en la que también estudió primaria. Fundador y
redactor del periódico político El Coriano (1888), dirige luego la publicación
literaria La Primavera. Asimismo, fue redactor del diario La Industria, decano
de la prensa coriana, preside varias veces la Junta de Instrucción Pública del
Estado Falcón, iniciando la formación de la Sociedad Científica y Literaria cuya
presidencia asume. En 1892 en Coro, se une a las filas de la Revolución
Legalista bajo las órdenes del general León Colina, quien lo nombra delegado
para celebrar un armisticio con las tropas gubernamentales en Sabanas Altas.
Director
de El Diario de Caracas (1896), fue colaborador de El Cojo Ilustrado y diputado
principal por el Estado Falcón entre 1898 y 1899. Al poco tiempo del triunfo de
la Revolución libertadora (1899), se opuso al gobierno de Cipriano Castro, por
lo que tuvo que exiliarse en Curazao (1901), desde donde analiza los
acontecimientos históricos y políticos del país en sus libros y folletos En
defensa de la causa liberal (1903), Patria y libertad (1903), La evolución
social y política de Venezuela (1904) y De política e historia (1904). En 1908
tras la caída de Castro regresa al país, siendo designado al año como
secretario de la Cámara del Senado. Durante el gobierno de Juan Vicente Gómez,
fue nombrado enviado extraordinario y ministro plenipotenciario de Venezuela en
Bolivia (1910), Perú (1910-1911), Ecuador (1911) y Cuba (1911-1912), en donde
además concurrió como secretario del Congreso Boliviano que se reunió en La
Habana en 1911. El 7 de abril de 1912 es electo individuo de número de la
Academia Nacional de la Historia, incorporándose a la misma el 14 de julio de
1918. En 1913 es designado ministro de Relaciones Exteriores y en 1922 ministro
de Instrucción Pública. En términos generales, la obra de Andara es enmarcada
por los historiadores dentro de la corriente positivista venezolana.
Realmente una extraordinaria labor investigativa y una muy, pero muy buena fuente de información sobre escritores venezolanos, me encuentro fascinada con este material. Felicitaciones
ResponderBorrarExcelente investigación! Muchas gracias
ResponderBorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarLES FELICITO POR LA ARDUA INVESTIGACIÓN, MÁS FALTAN OTROS POETAS O ESCRITORES DE NUESTRO PAÍS, SOBRE TODO DE BARQUISIMETO MI CIUDAD NATAL Y DE VALERA DONDE ACTUALMENTE HABITO.
ResponderBorrarSi tienes razón
BorrarSi tienes razón
BorrarExcelente información 👍
ResponderBorrarExcelente información 👍
ResponderBorrarExcelente información ☝️👌👍🏼
ResponderBorrarMuchas gracias esto era para una tarea
ResponderBorrar:-D
Muchas gracias esto era para una tarea
ResponderBorrar:-D
Q buena información es muy util
ResponderBorrarMuy buena información ahora sacaré un 10 en mi tarea B^ (aunque da pereza escribirlo XD)
ResponderBorrar🙁
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