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jueves, 23 de febrero de 2012

Fundamentos Psicológicos y Técnicas Metodológicas para la Enseñanza


REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER PARA LA
EDUCACIÓN UNIVERSITARIA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS OCCIDENTALES “EZEQUIEL ZAMORA”
UNELLEZ – SOSA




Fundamentos Psicológicos y
Técnicas Metodológicas para la Enseñanza


DOCENTE                                                                                                                 BACHILLERES
Zaida M. Aguirre                                                                                                             Anyela Valero
Bicki Ramírez
Bilha Monzón
Delia Sánchez
Domingo Ramírez
Jessica Araujo


Metodología y Recursos para el Aprendizaje
VI Semestre de educación: Castellano y Literatura



Ciudad de Nutrias, 15 de noviembre de 2011

INTRODUCCIÓN

            En este informe investigativo se plantearan una serie de estipulados sobre la psicología del aprendiz y las técnicas que se necesitan para realizar la enseñanza.
            El trabajo presenta la siguiente estructura:
-           Una primera parte: las características del aprendiz, los dominios y niveles de aprendizaje, la motivación, el cono de Dale y los recursos del aprendizaje.
-           Una segunda parte: donde se mencionaran las técnicas de enseñanza en el aula.
-           Por último se dará una conclusión a los temas planteados. 

EL SUJETO QUE APRENDE: CARACTERÍSTICAS

El análisis y comprensión de las características internas y externas del aprendiz son decisivas para la explicación del proceso de aprendizaje: personalidad, edad, motivación, estilos cognitivos, recursos, estructura de conocimientos, etc.
Desde una perspectiva estrictamente psicológica, el aprendiz es el elemento central de todo el proceso. No sólo por los condicionantes que se dan cita en él sino también porque, según el constructivismo, el resultado de todo aprendizaje es fruto de una actividad directa y personal del aprendiz que construye su conocimiento y elabora significados.
En la actualidad ya no se concibe la inteligencia como un caudal, mayor o menor para cada uno, del que dimana, automáticamente, la competencia para aprender, hablar, resolver problemas, pensar y hacer todo tipo de operaciones intelectuales. La competencia cognitiva de cada sujeto está integrada por pequeños elementos, simples y complejos, que se organizan de determinada manera para resultar eficaces en las funciones de análisis e interpretación, adquisición, codificación y recuperación de la información. Los aprendizajes nuevos están en estrecha dependencia de las ya citadas fases del proceso y su adecuada interdependencia marca la diferencia entre lo útil y lo inútil, lo eficaz y lo ineficiente, lo productivo y lo efímero en relación con el resultado de nuestro aprendizaje. Esta elemental perspectiva del sistema cognitivo, prescindiendo de otros aspectos técnicos, ahora poco relevantes para la reflexión, permite una idea de la importancia de los procesos y de esos elementos, formalmente menores en su individualidad, que constituyen el engranaje de todo el proceso y que genéricamente se puede llamar procedimientos, porque forman parte del método de pensar.
Unas de las cuestiones más debatidas, aún hoy día, es si esos elementos procedimentales que son tan sustanciales en el proceso de analizar y elaborar la información se encuentran más o menos vinculados con la naturaleza del sujeto. O dicho de otro modo, si son algo innato o bien predisposiciones muy consustanciales al sujeto o, por el contrario, son periféricos, externos y por lo mismo, susceptibles de aprenderse, entrenarse e inducirse intencionalmente mediante instrucción o entrenamiento. Llegados a este punto, sería conveniente recordar que hay dos diferentes tipos de elementos procedimentales, cuya dependencia de la naturaleza del sujeto es diferente. Dando referencia ahora a los esquemas cuya visión y funciones fueron sugeridas por Rumelhart y Norman (1983) y las estrategias una de cuyas primeras aportaciones corresponden a Flavell y Wellman (1977).
En efecto, la teoría de los esquemas constituye en la actualidad una útil y eficaz representación de lo que sucede en los entresijos del pensar, resolver y decidir basada en la “metáfora de los ordenadores”: Funciones tales como las de ordenar, jerarquizar, agrupar el conocimiento y además, realizar otras necesarias para la adquisición de nuevos conocimientos como son la codificación de la información (a través de diversos procesos de selección, abstracción, interpretación o integración) y la recuperación de la misma son hoy adecuadamente explicadas por la teoría de los esquemas. Pues bien, al margen de precisiones irrelevantes, todo parece indicar que los esquemas forman parte, apurando la metáfora de los ordenadores, del “hardware”, en este caso del sujeto. Sin embargo, sí es posible y útil el entrenamiento y aprendizaje mediante esquemas, bien sea espontáneo bien sea inducido, que mejora la capacidad de adquisición de conocimientos e incrementa el volumen de información ordenada disponible. Rumelhart y Norman (1978) proponen tres formas diferentes de aprendizaje por esquemas:
-           Aprendizaje por agregación
-           Aprendizaje por reestructuración
-           Aprendizaje por ajuste.
Como puede deducirse, esta visión del “quehacer intelectual cognitivo” de un aprendiz organizando sus conocimientos (memoria) para usarlos luego en la adquisición de nuevos conocimientos es esencialmente una visión constructivista del aprendizaje.
Por otra parte, existen otros elementos más periféricos, en el sentido de que no pertenecen de por sí a la naturaleza del sujeto, entre los que cabe destacar las llamadas estrategias de aprendizaje. En la actualidad la raíz del término estrategia es ampliamente utilizada en diferentes contextos, económico, empresarial y de gestión, político, e incluso educativo. Pero la acepción original de la voz remite a nociones y términos militares de cuyo contexto se puede obtener su pleno significado. Por supuesto, el origen logístico del término sugiere ya claramente la idea de que se trata de acciones diversas cuya característica común es la de que forman parte de un plan, de una finalidad a la que cada una contribuye complementariamente. Todas, unas y otras, son necesarias en diferente medida y concurren al éxito del plan establecido. Schmeck (1988) lo resume así, una vez aplicado al ámbito de las funciones cognitivas: “una estrategia de aprendizaje es una secuencia de procedimientos (idea de plan) que conducen al aprendizaje y que los procedimientos específicos dentro de esta secuencia se llaman tácticas”.
Se hará referencia, para terminar este apartado referido al sujeto, a algunas consideraciones, sin duda conocidas, pero que me parecen relevantes para la reflexión que pretendo suscitar.
En primer lugar, se quiere resaltar el hecho de que las estrategias y las tácticas se practican, se adquieren por la ejercitación y, por ello mismo, son susceptibles de ser objeto en sí mismas de un plan estratégico: entrenar a aprendices hasta lograr el dominio de determinadas tácticas y estrategias. Por tanto, generalmente se entiende que las estrategias son asequibles a la educación que puede -¿y debe?- planificar su adquisición.
Un nuevo elemento a considerar, tanto táctica como estrategia, la actividad que implican requieren del dominio de habilidades o destrezas que ha de poseer el aprendiz. Éstas también se adquieren por ejercitación pero están más vinculadas a la naturaleza del individuo. La diversidad de habilidades requeridas para la actividad intelectual hace difícil hacer generalizaciones, pero se puede decir que éstas se adquieren por la práctica y, una vez adquiridas, se automatizan por lo que no requieren conciencia, autoconocimiento o introspección para su dominio y uso. Son acción y se constituyen en acción cuando se les requiere. Sin embargo, lo propio de las estrategias no es ser acción sino plan hacia un fin. Este carácter propio hace depender las estrategias de motivos, planes y decisiones que ha de formular, precisamente a ese nivel, el aprendiz.
Esto nos remite al tercer elemento a considerar: el de la metacognición. Este pedante e inadecuado término, aunque útil, sugerido por Flavell sirve para designar “el conocimiento que se tiene de las cogniciones” (Brown, 1978). Buron (1988) propone otras terminologías como “conocimiento autorreflexivo” o “intracognición”. En definitiva, se trata de designar un proceso interno, personal, autorreflexivo sobre los propios procesos de pensamiento y el alcance y los límites de nuestro propio pensamiento y aprendizaje. Con la reflexión sobre este tercer elemento que se presenta alcanzamos el núcleo de la reflexión que nos ocupa. En efecto, las estrategias sólo son tales dentro de un plan pero para ello se precisa de la conciencia de nuestras posibilidades y limitaciones en el ámbito de pensamiento y aprendizaje. Luego el primer paso es el de tomar conciencia de la metacognición. Ser reflexivos sobre los procesos de pensar y aprender. Comprobar si lo somos. Aprender a serlo.
Se alcanza así, desde esta reflexión, dos nuevos elementos a considerar e incluir en las propuestas educativas y autoinstructivas: aprender a aprender que es, en última instancia, el proceso de hacerse consciente de las propias posibilidades de pensamiento y poner en marcha planes estratégicos para su mejora; la autorregulación del propio proceso de aprender y pensar es la función que se espera de un efectivo y deliberado conocimiento de nuestras posibilidades de aprendizaje.

DOMINIOS Y NIVELES DEL APRENDIZAJE

Según Benjamín Bloom y sus colaboradores, son tres los grandes dominios y dimensiones que comprenden la totalidad del desarrollo humano, más aun, cuando se pretende organizar la teoría y la praxis de la organización educativa. Tales dimensiones son:
-    El dominio cognoscitivo (o cognitivo), como asiento de la conducta racional y del desarrollo intelectual.
-    El dominio afectivo, o el reino de la axiología y lo actitudinal, y
-    El dominio psicomotor, o la dimensión del desarrollo físico y corporal (coordinación neuro-muscular).

Niveles de aprendizaje en el dominio cognoscitivo

Es la habilidad para pensar las cosas. Los objetivos cognitivos giran en torno del conocimiento y la comprensión de cualquier tema dado. Hay seis niveles en la taxonomía. En orden ascendente son los siguientes:
1.  Conocimiento: Se caracteriza porque propicia la evocación o recuerdo de información.
2.  Comprensión: este nivel se presenta la información de otra forma, se transforma, se buscan relaciones, se asocia, se interpreta (explica o resume); se presentan posibles efectos o consecuencias, se hacen generalizaciones y extrapolaciones.
3.  Aplicación: La aplicación conlleva la utilización de abstracciones (ideas generales, procedimientos, principios o métodos) en situaciones particulares concretas (solución de problemas abstractos).
4.  Análisis: Se requieren demostrar la capacidad para descomponer el todo en sus partes (razonar) y solucionar problemas a partir del conocimiento adquirido, el principal proceso es la capacidad para discriminar información.
5.  Síntesis: En este nivel se debe ser capaz de crear e integrar elementos aislados en un esquema nuevo para constituir un todo.
6.  Evaluación: En este caso consiste en realizar juicios de valor para determinar en qué medida la información satisface criterios definidos (patrones o normas).

Niveles de aprendizaje en el dominio afectivo

El modo como la gente reacciona emocionalmente, su habilidad para sentir el dolor o la alegría de otro ser viviente. Los objetivos afectivos apuntan típicamente a la conciencia y crecimiento en actitud, emoción y sentimientos. Hay cinco niveles en el dominio afectivo. Yendo de los procesos de orden inferiores a los superiores, son:
1.  Toma de conciencia: El nivel más bajo; el estudiante presta atención en forma pasiva. Sin este nivel no puede haber aprendizaje.
2.  Responder: El estudiante participa activamente en el proceso de aprendizaje, no sólo atiene a estímulos, el estudiante también reacciona de algún modo.
3.  Valorar: El estudiante asigna un valor a un objeto, fenómeno a o información.
4.  Organizar: Los estudiantes pueden agrupar diferentes valores, informaciones e ideas y acomodarlas dentro de su propio esquema; comparando, relacionando y elaborando lo que han aprendido.
5.  Caracterizar: El estudiante cuenta con un valor particular o creencia que ahora ejerce influencia en su comportamiento de modo que se torna una característica. 

Niveles de aprendizaje en el dominio psicomotor

La pericia para manipular físicamente una herramienta o instrumento como la mano o un martillo. Los objetivos psicomotores generalmente apuntan en el cambio desarrollado en la conducta o habilidades. Comprende los siguientes niveles: - Percepción - Disposición – Respuesta dirigida - Respuesta automática - Ejecución consciente.

LA MOTIVACIÓN Y EL CONO DE DALE

El término motivación hace alusión al aspecto en virtud del cual el sujeto vivo es una realidad autodinámica que le diferencia de los seres inertes. El organismo vivo se distingue de los que no lo son porque puede moverse a sí mismo. La motivación trata por lo tanto de esos determinantes que hacen que el sujeto se comporte de una determinada manera teniendo en sí mismo el principio de su propio movimiento.
Tradicionalmente hemos confundido motivación con el arte de estimular y orientar el interés del alumno hacia el trabajo escolar. Intento que queden claros ambos conceptos, en el mismo nivel real que deben quedar claras las actividades que corresponden al profesor que las que corresponden al alumno.
Motivación: Es el interés que tiene el alumno por su propio aprendizaje o por las actividades que le conducen a él. El interés se puede adquirir, mantener o aumentar en función de elementos intrínsecos y extrínsecos. Hay que distinguirlo de lo que tradicionalmente se ha venido llamando en las aulas motivación, que no es más que lo que el profesor hace para que los alumnos se motiven. 

Cono de Dale

Esta investigación indica que sólo se recuerda el 10% de lo que se lee, lo que coloca a lectura a la cabeza de la pirámide de las actividades menos eficaces para el aprendizaje. En cierto modo, seamos conscientes o no, siempre lo hemos sabido: si fuera tan eficaz leer no habría suspensos. Oír, se coloca con el 20%, ligeramente por delante de ver, que quedaría con el
30%. Si combinamos los dos sentidos como hace una demostración o un vídeo, el resultado de lo recordado sería del 50%. Sin embargo, queda lejos de 70% de participar en un debate o conversación, y no digamos del 90% de realizar o simular lo que se intenta aprender. Me ha llamado la atención que no aparezca la escritura, aunque habría que distinguir entre lo que se escribe y lo que se copia. En definitiva: conversar o debatir, simular o hacer son los tipos de actividades que mejor garantizan el aprendizaje, precisamente las menos utilizadas en la enseñanza, de ahí el desajuste metodológico generalizado. Pero no es tan sencillo, no se trata tanto de invertir la predominancia de los tipos de actividad como que cada una tenga su función en el proceso.

RECURSOS PARA EL APRENDIZAJE Y EL MANTENIMIENTO MOTIVACIONAL

En educación se entiende por recurso cualquier medio, persona, material, procedimiento, etc., que con una finalidad de apoyo, se incorpora en el proceso de aprendizaje para que cada alumno alcance el límite superior de sus capacidades y potenciar así su aprendizaje (Sánchez, 1991).
Cuando se habla de recursos de aprendizaje se hace referencia a todo recurso didáctico, modalidad o sistema de información identificado como necesario para lograr una exitosa realización en la labor académica. Y es a través de los servicios que la Universidad ofrece en sus diferentes facultades y programas como se logra favorecer que los sujetos interactúen con los objetos de conocimiento y lleguen así a la construcción de los mismos.
La Universidad concibe a los recursos didácticos como cualquier herramienta, instrumento o material utilizado en la enseñanza con el fin de conseguir que los alumnos realicen una serie de acciones que les lleven a unos aprendizajes y a desarrollarse personalmente.
Dentro de los recursos de aprendizaje se insertan los recursos didácticos como uno de los elementos relevantes dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje-evaluación, favorecen el logro de las competencia profesionales además enriquecen el carácter lúdico que deben tener principalmente las situaciones de aprendizaje, ya que el hacer tiene un sentido fundamental en la vida de los estudiantes. A través del uso de los recursos se abren permanentemente posibilidades para la imaginación, lo gozoso, la creatividad y la libertad.
La utilización de los recursos didácticos facilita que los estudiantes aprendan a involucrarse en los procesos de manera activa; los materiales didácticos apoyan este proceso, al ofrecer una gama amplia de posibilidades de exploración, descubrimiento, creación y reelaboración, y lo que es más importante, de integración de las experiencias y conocimientos previos de los alumnos en las situaciones de aprendizaje para generar nuevos conocimientos. El material didáctico enriquece el ambiente educativo al apoyar al profesor en la creación de situaciones de aprendizaje interesantes, entretenidas y significativas para los alumnos favoreciendo la interacción entre pares y por tanto potenciando habilidades sociales a través de su uso, además, los estudiantes recrean experiencias vividas en su hogar, resuelven problemas, se plantean interrogantes e hipótesis, anticipan situaciones y efectúan nuevas exploraciones y abstracciones. Al planificar la incorporación de materiales didácticos en las experiencias educativas, se hace necesario considerar las características, intereses y necesidades de los estudiantes, como también las características de los propios materiales, con el propósito de realizar actividades innovadoras, pertinentes y efectivas para el aprendizaje.
Un material específico será más o menos adecuado como recurso metodológico en el aula y en los diferentes espacios educativos, en función de cómo ha sido planificado su uso en las experiencias educativas que se ofrecen.
Los recursos de aprendizaje favorecen entonces, que los profesores enriquezcan sus prácticas pedagógicas, lo que impactará positivamente en la calidad de la atención educativa de los estudiantes de Educación Superior      .

Mantenimiento Motivacional: el papel del maestro en este sentido es fundamental, ya que a través de sus actitudes, comportamiento y desempeño dentro del aula podrá motivar a los alumnos a construir su aprendizaje. Sin embargo, se tiene que considerar que la motivación no es permanente ni inmutable: Como se puede apreciar, la motivación debe darse antes, durante y al final de la construcción del aprendizaje.
Sin ser una “receta”, existen algunas sugerencias que aquí se presentan para motivar a los alumnos antes, durante y después de las actividades o tareas:

1.         Manejo de la Motivación “Antes”
a.  Mantener una actitud positiva: Primero que nada, el maestro debe mostrar una actitud positiva, ya que los alumnos la captarán inmediatamente cuando entre al salón de clase.
b.  Generar un ambiente agradable de trabajo: El clima o la atmósfera del salón de clase debe ser cordial y de respeto. Se debe evitar situaciones donde se humille al alumno.
c.  Detectar el conocimiento previo de los alumnos: Esto permitirá tener un punto de partida para organizar las actividades y detectar el nivel de dificultad que deberá tener. Asimismo, se podrá conocer el lenguaje de los alumnos y el contexto en el que se desenvuelven.
d.  Preparar los contenidos y actividades de cada sesión: Un maestro que llega a improvisar es detectado automáticamente por los alumnos, por lo cual pierde credibilidad y los desmotiva.
e.  Mantener una mente abierta y flexible ante los conocimientos y cambios: Hay que considerar que los conocimientos se construyen y reconstruyen día con día; que existen diferentes perspectivas para abordarlos ya que no son conocimientos acabados e inmutables.
f.   Generar conflictos cognitivos dentro del aula: Plantear o suscitar problemas que deba resolver el alumno, que activen su curiosidad e interés. Presentar información nueva, sorprendente, incongruente con los conocimientos previos del alumno para que éste sienta la necesidad de investigar y reacomodar sus esquemas mentales.
g. Orientar la atención de los alumnos hacia la tarea. Tratar de que los alumnos tengan más interés por el proceso de aprender y no por las recompensas que puedan tener.
h. Cuidar los mensajes que se dan: Tratar de no desmotivar a los alumnos diciendo que algo es muy difícil y que no van a poder con ello. Al contrario, hay que alentarlos a que den su mayor esfuerzo y felicitarlos por ello.

2.         Manejo de la Motivación “Durante”
a.  Utilizar ejemplos y un lenguaje familiar al alumno: A partir del conocimiento previo del educando, el maestro puede conocer su forma de hablar y pensar. Utilizando esto se pueden dar ejemplos que los alumnos puedan relacionar con su contexto, sus experiencias y valores.
b.  Variar los elementos de la tarea para mantener la atención: Si el maestro siempre sigue las mismas actividades y procedimientos en todas las clases, los alumnos se aburrirán, ya que éstas se harán monótonas. Por ello, el maestro deberá tener una amplia gama de estrategias de aprendizaje para que los alumnos se motiven en la construcción de su aprendizaje.
c.  Organizar actividades en grupos cooperativos: Pueden ser exposiciones, debates, representaciones, investigaciones, etc. Las actividades en grupos cooperativos permitirán a los alumnos tener diferentes puntos de vista sobre el mismo material, por lo cual sus compañeros servirán de mediadores en su construcción del conocimiento.
d.  Dar el máximo de opciones posibles de actuación para facilitar la percepción de la autonomía: El alumno, aun cuando sea parte de un grupo, es un ser autónomo, que merece ser tomado en cuenta como tal; por lo cual, no debe ser tratado como uno más en la masa. Se debe respetar su individualidad dejándolo actuar y pensar por sí mismo.
e.  Mostrar las aplicaciones que pueden tener los conocimientos: Ejemplificar mediante situaciones diarias la relevancia de los contenidos. Muchas veces los alumnos dicen: para qué estudio esto si no me va a servir para nada. El maestro debe orientarlos para que lo apliquen en su realidad. Si es posible, guiarlos para que sean ellos quienes le encuentren sentido y digan para qué sirve.
f. Orientarlos para la búsqueda y comprobación de posibles medios para superar las dificultades: Hay un dicho popular que dice: si le das un pez al hambriento, comerá ese día. Si le enseñas a pescar, comerá siempre. Esta analogía sirve para ejemplificar la labor del docente.

3.         Manejo de la Motivación “Después”
a.  Diseñar las evaluaciones de forma tal que no sólo proporcionen información del nivel de conocimientos, sino que también permitan conocer las razones del fracaso, en caso de existir: La evaluación debe permitir detectar las fallas del proceso enseñanza aprendizaje, para que el maestro y el alumno puedan profundizar en ellas y corregirlas.
b.  Evitar en lo posible dar sólo calificaciones: Se debe proporcionar a los alumnos información acerca de las fallas, acerca de lo que necesita corregir y aprender.
c.  Tratar de incrementar su confianza: Emitir mensajes positivos para que los alumnos se sigan esforzando, en la medida de sus posibilidades.
d.  Dar la evaluación personal en forma confidencial: No decir las calificaciones delante de todos. Es preferible destinar un tiempo para dar la calificación en forma individual, proveyéndolos de la información necesaria acerca de las fallas y los aciertos; buscando de esta forma la retroalimentación del proceso enseñanza aprendizaje.
  
LAS TÉCNICAS METODOLÓGICAS DE LA ENSEÑANZA EN EL AULA

Una técnica de enseñanza es un tipo de acción concreta, planificada por el docente y llevada a cabo por el propio docente y/o sus estudiantes con la finalidad de alcanzar objetivos de aprendizaje concretos.

Clasificación

-    Técnica expositiva: Consiste en la exposición oral, por parte del profesor; esta debe estimular la participación del alumno en los trabajos de la clase, requiere una buena motivación para atraer la atención de los educandos. Esta técnica favorece el desenvolvimiento del autodominio, y el lenguaje.
-    Técnica del dictado: Consiste en que el profesor hable pausadamente en tanto los alumnos van tomando nota de lo que él dice. Este constituye una marcada pérdida de tiempo, ya que mientras el alumno escribe no puede reflexionar sobre lo que registra en sus notas
-    Técnica biográfica: Consiste en exponer los hechos o problemas a través del relato de las vidas que participan en ellos o que contribuyen para su estudio. Es más común en la historia, filosofía y la literatura.
-    Técnica exegética: Consiste en la lectura comentada de textos relacionados con el asunto en estudio, requiere la consulta de obras de autores. Su finalidad consiste en acostumbrar a leer las obras representativas de un autor, de un tema o una disciplina.
-    Técnica cronológica: Esta técnica consiste en presentar o desenvolver los hechos en el orden y la secuencia de su aparición en el tiempo. Esta técnica puede ser progresiva o regresiva-progresiva cuando los hechos Son abordados partiendo desde el pasado hasta llegar al presente. Regresiva cuando esos mismos hechos parten desde el presente en sentido inverso hacia el pasado
-    Técnica de los círculos concéntricos: Consiste en examinar diversas veces toda la esfera de un asunto o una disciplina y, en casa vez, ampliar y profundizar el estudio anterior.
-    Técnica de las efemérides: Efemérides se refiere a hechos importantes, personalidades y fechas significativas.  Por tanto pequeños trabajos o investigaciones relativas a esas fechas pueden ayudar al aprendizaje.
-    Técnica del interrogatorio: Uno de los mejores instrumentos del campo didáctico como auxiliar en la acción de educar, este permite conocer al alumno y resaltar sus aspectos positivos.
-    Técnica de la argumentación: Forma de interrogatorio destinada a comprobar lo que el alumno debería saber. Requiere fundamentalmente de la participación del alumno.
-    Técnica del diálogo: El gran objetivo del diálogo es el de orientar al alumno para que reflexione, piense y se convenza que puede investigar valiéndose del razonamiento.
-    Técnica catequística: Consiste en la organización del asunto o tema de la lección, en forma de preguntas y las respectivas respuestas.
-    Técnica de la discusión: Exige el máximo de participación de los alumnos en la elaboración de conceptos y en la elaboración misma de la clase. Consiste en la discusión de un tema, por parte de los alumnos, bajo la dirección del profesor y requiere preparación anticipada.
-    Técnica del debate: Puede versar sobre: temas que hayan provocado divergencias durante el desarrollo de una clase, tópicos del programa, dudas surgidas y no aclaradas, temas de actualidad social.
Desarrollo de un debate: los representantes dan la opinión según sus puntos de vista, el docente indica la bibliografía mínima, cada grupo elige dos representantes, los representantes de cada grupo exponen los argumentos a favor de sus tesis, los debates deben tener un moderador , durante el debate un secretario debe ir anotando, el secretario debe hacer una síntesis, es un punto obligatorio que los participantes respeten a sus opositores, y sus argumentos, cada participante debe tener la oportunidad de exponer sus puntos de vista, al profesor le corresponde efectuar una apreciación objetiva.
Desarrollo esquemático: preparación de los trabajos:       4 minutos, presentación de la tesis: 12 minutos, opositores de las tesis:         8 minutos, participación de todos: 22 minutos, critica de los trabajos: 4 minutos.
-    Técnica del seminario: el seminario es una técnica más amplia que la discusión o el debate, pudiéndose incluir ambas en su desarrollo. El profesor expone lo fundamental del tema, los estudiantes exponen los resultados de sus estudios, donde los llevan  al debate, cuando no se queda aclarado el profesor presta ayuda en el tema, al final son coordinadas las conclusiones, con el auxilio del profesor, para un seminario eficiente todos los estudiantes deben prepararse para dicho tema.
-    Técnica del estudio de casos: Consiste en la presentación de un caso o problema para que la clase sugiera o presente soluciones.
-    Técnica de problemas: Se manifiesta a través de dos modalidades, muy diferentes en sus formas de presentación pero que, no obstante, reciben el mismo nombre. Técnica de problemas: referente al estudio evolutivo de los problemas: Estudia los problemas de las diversas disciplinas en el orden en que van surgiendo y evolucionando. Técnicas de problemas referentes: a la proposición de situaciones problemáticas: Tiene por objeto desarrollar el razonamiento del alumno, a fin de prepararlo para enfrentar situaciones problemáticas que la vida puede presentarle a cada instante.
-    Técnica de la demostración: Es el procedimiento más deductivo y puede asociarse a cualquier otra técnica de enseñanza cuando sea necesario comprobar afirmaciones no muy evidentes o ver cómo funciona, en la práctica, lo que fue estudiado teóricamente.
-    Técnica de la experiencia: La experiencia es un procedimiento eminentemente activo y que procura: 1. repetir un fenómeno ya conocido. 2. explicar un fenómeno que no es conocido. 3. comprobar, con razones lo que va a suceder, partiendo de experiencias. 4. conferir confianza para actuar en el terreno de la realidad de manera lógica. 5. convencer a cerca de la veracidad de la ley de causa y efecto. 6. Fortalecer la confianza en sí mismo. 7. Formar la mentalidad científica. 8. Orientar para solucionar problemas. 9. Enriquecer el caudal de informaciones, que mejor contribuyan a interpretar la realidad.
-    Técnica del redescubrimiento: Técnica activa: Especial para cuando el alumno posee poco información sobre el tema.  Uso en mayor medida en áreas de las ciencias, pero en general se puede trabajar en todas las materias.  Implica el uso de tiempo extra y de áreas especiales de experimentación (laboratorios).
-    Técnica del estudio dirigido: Es una forma de uso en especial en las universidades, por la dedicación, esfuerzo y compromiso requerido para llevar a cabo esta técnica.  El profesor puede dar una explicación inicial y el alumno sigue trabajando bajo la dirección del docente en conocimientos o temas complementarios al estudio.
-    Técnica de la tarea dirigida: Es una labor que se puede hacer en la clase o fuera de ella con base en las instrucciones escritas del profesor.  Puede realizarse individualmente o en grupo.

Técnicas Instrumentales: Son aquellas que utilizan instrumentos para la enseñanza, entre estos se encuentran: actividades y materiales (preguntas, respuestas, escuchar, dialogar, inicio y cierre, pizarrón, libros, etc.).

Técnicas Fundamentales: Son aquellas que dan base o sustento a contenidos educativos, entre ellos: Las teorías, la resolución de ejercicios, problemáticas, conceptos y definiciones.


CONCLUSIÓN

            La psicología en la educación juega un papel muy importante puesto que ayuda al docente a manejar de mejor forma las situaciones que se le presenten con sus estudiantes, es por eso muy importante conocer las características que posee un aprendiz y los niveles y dominios que presenta el aprendizaje, puesto que de esta manera el profesor puede interactuar de forma activa con el estudiante y ayudarlo a mejorar, pero también deben conocerse procesos motivacionales que van desde el antes hasta el después de las clases, en donde se debe hacer hincapié en el respecto y valoración de la ideas para que el estudiante incremente su autoestima vocacional y de esta forma llegar a ser un verdadero estudiante para en un futuro convertirse en un profesional de bien.
            Todo lo reseñado, cabe dentro de un cumulo de técnicas metodológicas que el docente debe ejercer para que sus estudiantes se creen conciencia de sus oportunidades y desarrollos educativos.

BIBLIOGRAFÍA


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