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jueves, 23 de febrero de 2012

La Colonia


LA HISTORIA COMO GÉNERO LITERARIO

Al iniciar cualquier tipo de consideración sobre la palabra Historia, surgen dos posibilidades: el considerarla como una ciencia o como un género literario. Como ciencia se puede entender la Historia el sentido de un «sistema de conocimientos verdaderos y ciertos que el hombre puede poseer acerca de los hechos realizados por la humanidad en el tiempo y en el espacio». Y como género literario «es la exacta, animada, interesante y bella narración de los hechos».
La historia es la investigación de los hechos humanos, de los resultados del hombre por conseguir la belleza, la verdad y la perfección en el mundo, y al mismo tiempo la exposición normalmente escrita de todo ello. Según las distintas épocas, se ha tenido en cuenta principalmente el aspecto de investigación o el de narración. De modo general, se puede afirmar que el considerar como más importante la narración, es decir, la idea de historia como género literario, imperó en la Antigüedad y poco a poco ha ido cediendo terreno al otro aspecto, hoy casi únicamente en vigor.
Constituye la historia por sí misma un género didáctico y por sus especiales circunstancias se distingue de todos los demás, siendo el más artístico y poético. En sus comienzos se confundía con la poesía y la fábula y se transmitía por vía oral. Más tarde se escribieron los anales, las efemérides y las crónicas, de las que se encargaban unos servicios especiales que para este efecto existían en los reinos. Grecia y Roma fueron los pueblos que más y mejor han cultivado el género. La historia presenta muchas afinidades con la poesía y la novela. Es la dramática real, por lo que exige que su estilo, sin apartarse de la verdad científica ni perder la serenidad y grandeza de lo didáctico, goce de gran libertad y pueda usar ciertos adornos estéticos. De la poesía la distingue, sin embargo, la ausencia de toda ficción en la creación literaria. Aunque se da en ella gravemente la fantasía reproductiva, no admite la creadora. Esta es la razón de que no se pueda permitir a los historiadores el vicio de hacer hablar a sus personajes cosas que en realidad no dijeron.
Refiriéndose al estilo histórico, dice Revilla, «sin dejar de ser didáctico, esto es, grave, severo y elevado, puede ser vivo y animado en la narración, enérgico y nervioso en el retrato de los personajes y en las máximas y juicios de carácter moral sobre los hechos, profundo en las consideraciones filosóficas y galano y pintoresco en las descripciones. El lenguaje, sin perder tampoco las condiciones didácticas, puede ser florido y hasta poético, y siempre elegante, correcto y armonioso. Las imágenes y figuras poéticas pueden admitirse con tal de que no se abuse de ellas»). Sin embargo, no siempre el estilo es común en los diversos géneros históricos. La diferencia es mínima en la división que por razón del sujeto se hace de la Historia (general y particular), si exceptuamos la biografía, de la que se discute si es un género aparte o una simple variante de la Historia particular, pero que teniendo en cuenta esto último su estilo suele ser más vivo, animado y pintoresco. La división por razón del objeto influye de una manera más decisiva en el estilo, puesto que los hechos políticos por su mayor interés y dinamicidad se prestan más a las galas del estilo que la exposición de los sistemas filosóficos, descubrimientos científicos, etc. Más importancia aún tiene la división por razón de la forma: la Historia filosófica es la más profunda, pero la más austera en cuanto a su estilo. También la narrativa se le puede considerar en una línea semejante. Donde el estilo es más ágil, utilizando todos los recursos que el género como tal permite, es en la pragmática y en la descriptiva, cuidando ésta especialmente los detalles minuciosos y mezclando con la narración todo género de anécdotas y episodios novelescos para deleitar al lector.
La Historia como género literario aparece cultivada ya en los libros históricos de la Biblia, en los anales de los chinos y especialmente en Grecia con escritores de la talla de Heródoto de Halicarnaso, Tucídides, Jenofonte, Plutarco y el judío helenista F. Josefo. Menos literatos y más políticos fueron los latinos Salustio, César, Tito Livio, Tácito y Pompeyo. Historiadores españoles encontramos desde Alfonso X el Sabio hasta Ramón Menéndez Pidal, pasando por el P. Mariana, fray Bartolomé de las Casas, Pedro López de Ayala y Hernando del Pulgar.


CRONISTAS DE INDIAS

A lo largo del siglo XVI se desarrolló un nuevo género literario, las crónicas de Indias, sobre los temas, los hombres y las cosas que constituían “la maravilla de América” o “la novedad indiana”.

«La Crónica y la Historia

En algunos de estos libros encontramos como sinónimo de historia, el vocablo “crónica”. De modo que recordar la trayectoria y el sentido que tienen ambos vocablos en el siglo XVI, no es mera curiosidad etimológica. En primer lugar, historia (que proviene del griego ἱστορία) se emplea, en la antigua Grecia (y es así como al parecer lo emplea Herodoto) en el sentido de ver o formular preguntas apremiantes a testigos oculares; y significa también el informe de lo visto o lo aprendido por medio de las preguntas. El sentido de este vocablo no contiene, de ninguna manera, el componente temporal de su definición. Es quizás por esta razón por lo que Tácito denomina anales al informe de lo pasado; en tanto que llama historia al informe de los tiempos de los cuales, por su trayectoria vital, es contemporáneo. Tal definición la recoge San Isidoro en sus Etimologías y se repite, todavía, en los tratadistas de la historiografía en los siglos XVI y XVII. La ausencia del componente temporal explica el nombre y el concepto de “historia natural”; y es así como lo encontramos, en los siglos XVI y XVII hispánicos. Crónica, por el contrario, es el vocablo para denominar el informe del pasado o la anotación de los acontecimientos del presente, fuertemente estructurados por la secuencia temporal. Más que relato o descripción la crónica, en su sentido medieval, es una “lista” organizada sobre las fechas de los acontecimientos que se desean conservar en la memoria. En el momento en que ambas actividades y ambos vocablos coexisten, es posible encontrar, al parecer, crónicas que se asemejan a las historias; y el asemejarse a la historia, según los letrados de la época, proviene del hecho de escribir crónicas no sujetándose al seco informe temporal sino hacerlos mostrando más apego a un discurso bien escrito en el cual las exigencias de la retórica interfieren con el asiento temporal de los acontecimientos. Los vocablos de anales y crónicas, acuñados en la Antigüedad, son los vocablos principales que se conservan en la Edad Media para asentar acontecimientos notables. Anales y crónicas estaban ligados a las prácticas de la Iglesia y a la confección de calendarios y de ciclos pascales.
Las dos actividades que designan ambos vocablos [crónica e historia] tienden, con el tiempo, a resumirse en la historia la cual, por un lado, incorpora el elemento temporal y, por el otro, desplaza a la crónica como actividad verbal. Los anales y las crónicas tienden a desaparecer hacia el siglo XVI y se reemplazan por las narraciones históricas del tipo gesta o vitae. Ya hacia el siglo XVI los antiguos anales y crónicas habían ido desapareciendo gradualmente y fueron reemplazados por la historiae (narración del tipo gesta o del tipo vitae, éste último, que irá conformando la biografía). Es este, al parecer, el sentido en el que se emplea el vocablo “crónica” en los escritos sobre el descubrimiento y la conquista.» [Walter Mignolo: “Cartas, crónicas y relaciones”. En: Luis Iñigo Madrigal (Coordinador)Historia de la literatura hispanoamericana. Madrid: Cátedra, 1998, vol. 1, p.75-76]
El término cronista comenzó a utilizase más tarde para designar al autor de relatos contemporáneos. La historia se fue convirtiendo en disciplina, cuyo objetivo es narrar y explicar el pasado. El cronista se convirtió en el simple relator de hechos desnudos, recopilador de fuentes o escritor costumbrista. Con el desarrollo del periodismo, el de cronista se convirtió en un oficio con pautas cada vez más claras y específicas.
Las crónicas de Indias son una fuente para conocer no sólo la historia del descubrimiento y conquista de América, así como del desarrollo histórico de los virreinatos de ultramar, sino también del mundo prehispánico.
Estas crónicas se inician con el famoso Diario de a bordo de Cristóbal Colón, en el que describe de manera pormenorizada sus primeras impresiones de las Antillas. Estas descripciones inician una larga serie de crónicas dedicadas a la descripción de múltiples aspectos de la naturaleza y de las culturas americanas, entrelazados con los propios hechos de los españoles en el largo proceso de colonización de los reinos de Indias.
Hay dos grupos de cronistas: los que habían estado en América o habían sido protagonistas de alguna de las hazañas de la conquista, y transmitían vivencias personales o noticias adquiridas en el entorno americano, y los que elaboraron sus propias obras reuniendo la información a través de las noticias de otros o lecturas de escritos oficiales o privados, sin haber estado nunca en el Nuevo Mundo.
Al primer grupo pertenecen descubridores, soldados, religiosos y funcionarios que desempeñaron algún papel en este proceso, junto con los indígenas y mestizos que se incorporaron a él. El segundo está formado por la mayoría de los representantes de la historia oficial, que escribieron desde sus despachos, aunque manejaran un caudal inmenso de información de segunda mano, acumulado por los centros de la administración, como el Consejo de Indias, creado en 1524 para atender los temas relacionados con el gobierno de los territorios españoles en América. Fue este Consejo el que creó la figura del cronista mayor de Indias. En 1744, Felipe V decidió que el cargo de cronista mayor debía pasar a la Real Academia de la Historia, sin embargo, se sucedieron algunos nombramientos más al margen de esta institución.
La publicación de las crónicas fue, en muchos casos, tardía. Muchos autores no alcanzaron a ver sus obras impresas. Aún hoy se siguen publicando obras inéditas, que en su tiempo circulaban en círculos muy reducidos o fueron usadas como fuente por cronistas posteriores.
Cronistas oficiales de Indias: El cargo de cronista de Indias se inicia con la documentación reunida por Pedro Mártir de Anglería, que pasa en 1526 a Fray Antonio de Guevara. Juan López de Velasco sigue los papeles del cosmógrafo mayor Alonso de Santa Cruz. Antonio de Herrera es nombrado cronista mayor de Indias en 1596, y publica entre 1601 y 1615 la Historia general de los hechos de los castellanos en las islas y Tierra Firme del mar Océano, conocida como Décadas. Antonio de León Pinelo (recopilador de las leyes de Indias), Antonio de Solís y Pedro Fernández del Pulgar cubrieron el cargo durante el siglo XVII. En el siglo XVIII, se crea la Real Academia de la Historia, que trabaja paralela al Archivo General de Indias. Destaca en esta etapa Juan Bautista Muñoz con su Historia del Nuevo Mundo, que quedó incompleta.
Cronistas destacados: Bernal Díaz del Castillo, Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, Inca Garcilaso de la Vega, Pedro Cieza de León, Hernán Cortés, López de Gómara, Diego Durán, Francisco Ximénez, Fray Toribio de Benavente, Fray Bernardino de Sahagún, Fray Francisco Vásquez.

1492
Cristóbal ColónDiario de a bordo. [Refleja lo vivido por el almirante durante la travesía y contiene una información que no se pensaba hacer pública, ya que iba destinada a su uso privado y también al de los Reyes Católicos. El texto original del Diario de a bordo escrito por Colón se ha perdido.]
1494
Pedro Mártir de AngleríaDécadas de Orbe Novo [La obra, escrita en latín, de este humanista italiano no es muy extensa, pero tanto la Legatio Babylonica como el Opus epistolarum o las Décadas de Orbe Novo constituyen una fuente de primer orden y de primera mano, al ser contemporáneo de los hechos que relata en la historiografía española.]
1504
Américo VespucioMundus Novus. [Vespucio era un navegante y descubridor italiano al servicio de España. Entre 1499 y 1502 realizó varios viajes a América que relató en cinco cartas dirigidas a distintos destinatarios. En 1501, llegó a Brasil y, bordeando la costa en dirección sur, arribó a la Patagonia. Comprobó así que las tierras descubiertas no eran una prolongación de la península asiática, sino un nuevo continente. Este viaje lo narró en una carta que dirigió a Lorenzo di Pier Francesco de Medici, editada en París en 1502 con el título de Mundus Novus. A él se refirió también en la carta que dirigió en 1504 a Piero Soderini, impresa con el título de Lettera di Amerigo Vespucci delle isole nuovamente ritrovate in quatro suoi viaggi. El cosmógrafo Martin Waldseemüller se refirió en su Cosmographiae introductio a las noticias de Vespucio. Y decidió dar al nuevo continente el nombre de América en su honor.]
1535
Gonzalo Fernández de OviedoHistoria general y natural de las Indias, islas y Tierra Firme del mar Océano. [Sus conocimientos sobre el Nuevo Mundo son de primera mano en muchos casos, pues no en vano hasta allí viajó ya en 1514, con la expedición de Pedro Arias Dávila. La obra está agrupada en tres partes: descubrimiento y primera colonización americanos, la conquista de lo que sería el virreinato de Nueva España, y las conquistas españolas del resto del continente, especialmente la del Perú.]
1539
Fray Bartolomé de las CasasBrevísima relación de la destrucción de las Indias. [La obra de este dominico español fue   escrita en 1539, dada a conocer al emperador Carlos V en 1542 y publicada por vez primera en Sevilla diez años después. Las Casas la redactó con el objeto de defender su actuación entre los indígenas americanos frente a los ataques vertidos por el cronista Gonzalo Fernández de Oviedo, entre otros. Denuncia el uso hecho por los españoles de la encomienda, institución en la cual Las Casas no ve sino una auténtica esclavitud de la población sometida. Aportando en algunos casos datos poco creíbles, aunque incluidos como parte de una trama expositiva convincente, el fraile obtuvo en noviembre de 1542 la firma regia de las denominadas Leyes Nuevas, que trataron de reducir la explotación de los indígenas por los conquistadores y colonos. La Brevísima relación fue el trabajo más divulgado y controvertido de este dominico.  Debido a su traducción a casi todas las lenguas europeas, sirvió como base fundamental para el nacimiento de la Leyenda Negra contra la Monarquía Hispánica, en especial en lo referido a su actuación en el continente americano.]
1569
Fray Bernardino de SahúnHistoria general de las cosas de la Nueva España. [La obra de este religioso franciscano fue escrita en el virreinato de Nueva España en 1569 y revisada en 1585. Está escrita en castellano y en náhuatl, y es el resultado de una profunda investigación de la cultura indígena mexicana anterior a la llegada de los españoles. Se trata de un trabajo monumental, repleto de elementos pictográficos e indispensables para el conocimiento de la cultura que se desarrolló en el área de dominio azteca.]
1541
Toribio de Paredes, o de Benavente (mejor conocido con el mote de Motolinía)Memoriales y la Historia de los indios de Nueva España. [Cronista franciscano que adoptó el nombre náhuatl de Motolinía que significa 'pobrecito, desdichado'. A él se debe la más temprana de las crónicas franciscanas en la que describe no poco de la antigua cultura indígena y el proceso de la evangelización en la región central de México. Su trabajo ha sido publicado como dos obras distintas, los Memoriales y la Historia de los indios de Nueva España.]
1552
Francisco López de Gómara: Historia oficial de la conquista de México. [El autor: un sacerdote e historiador español, que utiliza casi como fuente exclusiva las Cartas de relación del propio Cortés, al cual López de Gómara conocía personalmente desde 1541, y de quien fue su capellán. Su contenido acabó por decidir a Bernal Díaz del Castillo a acentuar la característica de empresa común que tuvo la conquista de México, desfigurada por el personalismo del estudio hecho por Gómara, escribiendo su Historia verdadera de la conquista de la Nueva España. La altura literaria de la obra le ha valido ser considerada como una de las crónicas americanas más destacadas, si bien su tono evidentemente hagiográfico ha disminuido su valor historiográfico.]
1553
Pedro Cieza de LeónPrimera parte de la crónica del Perú. [Desde 1541, Cieza comenzó a recopilar información sobre los territorios sudamericanos que recorrió como miembro de distintas expediciones y campañas. Su proyecto era describir y narrar el acontecer histórico desde los tiempos anteriores al Imperio inca hasta los últimos hechos vividos en aquellas tierras por su autor (1550). Contenido de la obra: descripción de la historia y de los pobladores desde el golfo caribeño de Urabá hasta Chile; historia anterior al dominio inca y, primordialmente, la del propio Imperio inca; periodo de descubrimiento y conquista del Perú hasta el inicio de las guerras civiles entre los propios españoles.]
1555
Agustín de ZárateHistoria del descubrimiento y conquista del Perú. [Fue designado por la audiencia de Lima negociador en el conflicto mantenido por los encomenderos, encabezados por Gonzalo Pizarro, y el virrey. Escribió su Historia y descubrimiento del Perú a petición del entonces príncipe Felipe II, en la cual narró los acontecimientos ocurridos desde el inicio de la conquista española, e incluso antes, hasta la muerte de Gonzalo Pizarro. La gran calidad literaria de la obra oculta la escasa fiabilidad de la documentación utilizada por Zárate.]
1555
Alvar Núñez Cabeza de VacaNaufragios y comentarios. [Relato del cautiverio entre los indios nómadas del norte de México durante varios años, viajando con ellos por las llanuras de México. Su relato de la expedición de Narváez, Relación (1542), y sus narraciones sobre la ciudad de Zuñi y sus pobladores, una de las legendarias Siete Ciudades de Cibola, sirvió de aliciente para otras expediciones al continente americano, en especial las de los exploradores Hernando de Soto y Francisco Vázquez de Coronado.]
1559
Gaspar de Carvajal (1504-1584): Relación del nuevo descubrimiento del famoso río Grande de las Amazonas. [Dominico español que formó parte de la tripulación de Francisco de Orellana cuando éste se lanzó a la conquista de nuevas tierras en nombre del rey de España. Su Relación constituye la crónica del viaje. La crónica permaneció inédita hasta 1851, aunque Gonzalo Fernández de Oviedo la había incluido en su Historia general y natural de las Indias, publicada entre 1535 y 1559.]
1564
Francisco Cervantes de SalazarCrónica de la Nueva España. [Humanista y cortesano español, traductor y comentarista de Luis Vives, inquisidor, cronista de la ciudad de México. Publica el Túmulo Imperial (1560) con motivo de las honras fúnebres de Carlos V en México; escribe una incompleta Crónica de la Nueva España (1557-1564), publicada en 1914; su obra más conocida es México en 1554. Tres diálogos en latín, en los que los caballeros Zamora y Zuazo, y Alfaro, cabalgan por la ciudad de México y la describen con minuciosa admiración.]
1566
Diego de LandaRelación de las cosas de Yucatán. [Obra del religioso franciscano y cronista español Diego de Landa, fuente indispensable para el conocimiento de la cultura y de la escritura maya, a cuyo desciframiento contribuyó de forma notable. La geografía, la historia, la fauna y la flora de Yucatán son los protagonistas de la obra, ocupando un lugar preponderante el estudio de las costumbres y los comportamientos religiosos de sus habitantes.]
1567
Juan de MatiendoGobierno del Perú, 1567.
1569
Alonso de ErcillaLa Araucana. [Esta obra es la epopeya más famosa del Renacimiento español y el primer poema épico americano, que exalta el valor y la grandeza de los araucanos en su lucha con los conquistadores españoles en Chile. Las páginas más emotivas y brillantes son las dedicadas a los araucanos y sus caudillos. El protagonista real es el pueblo araucano y sus caudillos, sobre todo Lautaro y Caupolicán. Por la exaltación que hace del valor y la grandeza de los araucos, podría incluso ser considerado un texto indigenista. También se puede considerar el poema como una glorificación de la gesta conquistadora española, tanto mayor cuanto más fuertes, aguerridos y valerosos eran sus enemigos.]
1571
Juan López de VelascoGeografía y descripción Universal de las Indias. [En 1572, fue nombrado cosmógrafo mayor del rey. Realizó una labor de síntesis que recogió en su Geografía y descripción universal de las Indias (que no se publicó hasta el siglo XIX). En esta obra trata, además, de hidrografía y técnicas de navegación.]
1575
Bernal Díaz del CastilloHistoria verdadera de la conquista de la Nueva España. [Obra del conquistador y cronista español, relato de los acontecimientos correspondientes al proceso de conquista y primera colonización de los territorios novohispanos desde 1518 hasta 1550. La calidad de testigo del autor pretende describir la empresa como una gesta en la que participó decididamente Hernán Cortés, pero con la inestimable colaboración de los restantes miembros de la turbulenta campaña. Imprescindible fuente para la historiografía mexicana, el valor literario de la Historia verdadera se refleja en su prosa a un tiempo enérgica, espontánea y sencilla. La obra fue compuesta después de 1568 y publicada por primera vez en el siglo XVII.]
1581
Fray Diego DuránHistoria de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme. [Este dominico español viajó en 1542, siendo todavía un niño, al virreinato de Nueva España. En 1560, comenzó su Historia, que finalizó en 1581. El original contiene numerosas láminas coloreadas que decoran la historia política de los pobladores precolombinos del territorio mexicano. Otros trabajos de Durán, así mismo apoyados en antiguos textos escritos en lengua náhuatl, fueron el Libro de los dioses y ritos, de 1570, y El calendario, de 1579.]
1589
Juan de CastellanosElegías de varones ilustres de las Indias. [Castellanos llegó muy joven a América y tras largos años de vida de aventura, fijó su residencia en Tunja en 1562. Allí se propuso escribir una obra de literatura histórica sobre el descubrimiento y la conquista de las Antillas y del Nuevo Reino de Granada. Su objetivo inicial era hacer una alabanza de los castellanos participantes en la conquista, pero la obra se convirtió en la historia de estos territorios. De la monumental Elegías de Varones ilustres de Indias, sólo la primera parte pudo ser publicada en vida del autor (1589), quien tenía programada una quinta que no alcanzó a escribir.]
1590
José de AcostaHistoria natural y moral de las Indias, en que se trata las cosas notables del cielo, elementos, metales, plantas y animales dellas y los ritos y ceremonias, leyes, govierno y guerras de los indios. [Este jesuita español dedica sus cuatro primeros tomos a la historia natural del Nuevo Mundo, en tanto que los restantes tratan de las religiones, costumbres, formas de gobierno e historia de los indios americanos, principalmente de los habitantes de los virreinatos de Nueva España y del Perú. Obra fundamental por su profundidad científica y por su análisis de las sociedades indígenas, influyó en naturalistas tan importantes como el alemán Alexander von Humboldt.]
1598
Fernando Alvarado Tezozomoc (1525-1610): Crónica mexicana.  [Cronista indígena mexicano, nieto de Moctezuma II. Fue intérprete de náhuatl en la Real Audiencia del Virreinato de la Nueva España. Su obra narra los acontecimientos desde la fundación de Tenochtitlan hasta la llegada de los conquistadores españoles. Algunos críticos han señalado la confusión que presenta el texto con respecto a la fecha de algunos acontecimientos, lo que tal vez deba explicarse porque el autor se rige por el calendario azteca en la presentación de los mismos.]
1601
Antonio de HerreraHistoria general de los hechos de los castellanos en las islas y Tierra Firme del mar Océano. [El cronista mayor de Indias por excelencia. Ya en 1601 comenzó a publicar la primera parte de la Historia general..., conocida como Décadas, y publicó la segunda en 1615. En esta obra quedan recogidos los acontecimientos protagonizados por los españoles entre 1492 y 1554. Sólo incluye breves descripciones sobre el mundo natural y las culturas indígenas tomadas de otros autores: fray Bartolomé de Las Casas, Juan López de Velasco, Gonzalo Fernández de Oviedo, Francisco López de Gómara, Francisco Cervantes de Salazar y Bernal Díaz del Castillo, así como los innumerables impresos y manuscritos a los que tuvo acceso por su condición de cronista oficial.]
1605
Garcilaso de la Vega, el IncaLa Florida del Inca (1605). [Epopeya en prosa, nada tiene que ver con el Perú sino con la conquista de la península de ese nombre (actualmente parte de Estados Unidos) por Hernando de Soto, pero da prueba de las altas virtudes del Inca como prosista y narrador.]
1609
Garcilaso de la Vega, el IncaComentarios reales de los Incas. [Narra el descubrimiento y conquista del Perú, así como las guerras civiles entre los propios españoles, y finaliza con la ejecución del último soberano inca, Túpac Amaru, en 1572. Compuesta gracias a sus propios recuerdos, su conocimiento de los hechos es plasmado con un notable estilo literario. Usó para su redacción las crónicas anteriores (Pedro Cieza de León, Agustín de Zárate o José de Acosta). Describe cómo las dos culturas a las que él pertenecía acaban por configurar las características de los habitantes de los territorios peruanos, y destaca el papel evangelizador español como síntesis definitiva entre las dos civilizaciones.]
1609
Fernando Alvarado Tezozomoc (1525-1610): Crónica mexicayotl. [Fue escrita en lengua náhuatl. Comprende una genealogía de la nobleza tenochca, testimonios de ancianos indígenas que permiten recoger una visión de la vida cotidiana en el México anterior a la conquista, y relatos relacionados con Tenochtitlán que pueden entenderse como mitos fundacionales.]
1612
Ruy Díaz de GuzmánAnales del descubrimiento, población y conquista de las provincias del Río de la Plata. [Conquistador español, primer escritor nativo del Río de la Plata. Hijo de Alonso Riquelme de Guzmán (sobrino de Álvar Núñez Cabeza de Vaca) y de una mestiza llamada Úrsula (hija de Domingo Martínez de Irala). Los Anales son conocidos como la Argentina manuscrita, por haber sido difundidos a través de diversas y muy distintas copias del original perdido. Cuenta los hechos transcurridos desde el descubrimiento español del Río de la Plata (fechado erróneamente en 1512) hasta la fundación de Santa Fe (1573).]
1615
Felipe Guamán Poma de Ayala, una de las transcripciones habituales del nombre del cronista e historiador peruano Felipe Huamán Poma de AyalaNueva crónica y buen gobierno[Obra compuesta en dos partes: Nueva crónica (1600) y Buen gobierno (1615); uno de los libros más originales de la historiografía mundial: visión indígena del mundo andino y permite reconstruir con todo detalle aspectos de la sociedad peruana después de la conquista, a la vez que ilustra sobre la historia y genealogía de los incas.]
1617
Garcilaso de la Vega, el Inca: Historia general del Perú. [Obra publicada póstumamente en 1617), se ocupa de la conquista de esas tierras y de las guerras civiles. La crónica ofrece una síntesis ejemplar de las dos principales culturas que configuran el Perú, integradas dentro de una concepción providencialista de los procesos históricos, que él presenta como una marcha desde los oscuros tiempos de barbarie al advenimiento de la gran cultura europea moderna. Se le considera y aprecia como excepcional y tardío representante de la prosa renacentista, caracterizada por la mesura y el equilibrio entre la expresión y los contenidos, así como por su sobria belleza formal.]
1629
Antonio de León PineloEpítome de la biblioteca occidental y oriental náutica y geográfica [De origen judeoconverso, Letrado del Consejo de Indias desde 1629, alcanzó el cargo de cronista mayor de Indias en 1658. Su obra jurídica más importante fue el encargo recibido de llevar a cabo la recopilación de las leyes de Indias, que acometió en solitario a partir de 1629, aunque no alcanzó a ver su publicación, ya que ello no ocurrió sino hasta 1680. Su Epítome es el primer repertorio bibliográfico sobre América]
1639
Pedro Sánchez de Aguilar (1555-1648): Informe contra los adoradores de ídolos del Obispado de Yucatán: año 1639.
1644
Alonso de OvalleHistórica relación del reino de Chile. [Sacerdote jesuita, considerado el primer escritor de Chile, describe con estilo poético el paisaje de la cordillera de los Andes.]
1648
Thomas GageViaje por Nueva España. [Este inglés visitó Nueva España y dejó constancia de su viaje en su relato  A New Survey of the West-Indies (1648).]
1650
Fernando Alva IxtlilxóchitlHorribles crueldades de los conquistadores de México y de los indios que los auxiliaron para subyugarlo a la Corona de Castilla. [Fernando Alva (1578-1650) fue un historiador y traductor mexicano, descendiente directo del soberano Ixtlilxóchitl II de Texcoco. El virrey español de México le encargó escribir las historias de los pueblos indígenas de México. Algunos de sus manuscritos se guardan todavía inéditos. La obra fue publicada en 1829.]
1680
Juan de Solórzano PereiraRecopilación de leyes de los reinos de Indias. [Leyes de Indias, conjunto legislativo promulgado por los reyes de España para ser aplicado en las Indias. Las polémicas Leyes Nuevas de 1542 habían sido publicadas en su momento con el título de Leyes y Ordenanzas nuevamente hechas por su Magestad para la gobernación de las Indias y buen tratamiento y conservación de los indios, pero al poco tiempo fueron derogadas parcialmente. El mayor esfuerzo de clarificación de toda la normativa fue el llevado a cabo por Antonio de León Pinelo y Juan de Solórzano Pereira, que culminó con la publicación en 1680 de la Recopilación de leyes de los reinos de Indias en la que se seleccionaron aquellas que continuaban en vigor. El contenido de la Recopilación de leyes de los reinos de Indias abarcó todos los aspectos relacionados con la vida colonial, incluidos los religiosos.]
1684
Antonio de Solís y RibadeneyraHistoria de la Conquista de México. [La obra abarca desde la salida de los conquistadores de España hasta la toma de Tenochtitlán por Hernán Cortés. Su Historia fue muy difundida y traducida a varios idiomas y, aunque se le considera ajeno a la literatura mexicana, puesto que no fue un cronista testimonial, se reconoce la valía de su estilo.]
1688
Lucas Fernández de PiedrahitaHistoria General de las Conquistas del Nuevo Reino de Granada. [Escritor e historiador colombiano, biznieto de una princesa inca, nacido en Bogotá. Su Historia abarca desde la caracterización de la sociedad anterior a la llegada de Gonzalo Jiménez de Quesada, hasta el arribo del presidente Díaz Venero de Leya en 1563. En estilo ameno y gongorista, narra cronologías, ritos, costumbres y ceremonias de indios y españoles.]
1723
José de Oviedo y BañosHistoria de la conquista y población de Venezuela. [Aunque no es fácil definirlo como cronista o como historiador, cronistas e historiadores han utilizado los datos y noticias que él proporcionó con sinceridad y objetivamente. Su Historia es un valioso documento para el conocimiento de los primeros años de la vida venezolana. En ella se narra el periodo transcurrido desde el descubrimiento y la conquista hasta finales del siglo XVI. Escribió además la obra Tesoro de noticias de la ciudad, referida a Caracas.]
1793
Juan Bautista Muñoz: Historia del Nuevo Mundo. [En 1779 recibió el encargo de escribir una historia del Nuevo Mundo para dar la réplica española a la publicación de William Robertson, The History of America (1777). Examinó entre 1781 y 1784 los documentos sobre América que se guardaban en numerosos archivos oficiales y privados, reuniendo una extensa colección documental, y proponiendo la creación del Archivo General de Indias. Su Historia del Nuevo Mundo abarca desde 1492 hasta 1500, quedando inconclusa tras su fallecimiento.]
PEDRO DE LA CADENA
Nace en Piedrahita de Ávila (España) c. 1538-1548
Muere en ¿Loja? (Ecuador) d. 1607

Español considerado como el autor del primer poema de tema venezolano. El libro de bautismos de la iglesia parroquial de Piedrahita consta que fue bautizado en 1548, aunque el historiador Pablo Ojer pone en duda ese año y propone el de 1542. En 1556 viajó con sus padres a América. Hacia 1558 su padre fue nombrado guardia mayor de Cuenca (Ecuador) y allí vivió Pedro de la Cadena. El 1 de enero de 1563, el gobernador y justicia mayor de las ciudades de San Miguel, Loja y Jaén (actualmente región sur del Ecuador y norte del Perú) lo nombró tesorero de la Real Hacienda en la ciudad minera de Nueva Zamora de los Alcaides (Ecuador). En enero del año siguiente, En enero de 1564, el capitán Diego Fernández de Serpa, lo presenta como uno de sus testigos en la información sobre sus méritos y servicios iniciada en septiembre de 1563 en la Nueva Zamora de los Alcaides.
Entre 1563 y 1564 redacta en Nueva Zamora de los Alcaides, su poema titulado Los actos y hazañas valerosas del capitán Diego Hernández (sic) de Serpa, dedicado a Diego de Zúñiga y Avellaneda, conde de Miranda, a quien lo remite probablemente por mano del propio conquistador protagonista del poema, que viajó a España a fines de 1564. En términos generales, este escrito relata los hechos y exalta las hazañas de Fernández de Serpa (al cual llama siempre Hernández de Serpa), desarrollándolos cronológicamente desde 1528 en Cubagua, hasta el sometimiento del negro Miguel en Buría en 1553, con una breve referencia final a hechos de 1561, como la muerte de Lope de Aguirre. Dado que el autor del poema no estuvo nunca en Venezuela y sólo vino a conocer hacia 1558 al personaje cuyas hazañas relata, su escrito ha debido basarse en documentos como las relaciones de méritos y servicios de Fernández de Serpa o en informaciones verbales que éste mismo, u otras personas, pudieron suministrarle.
Los investigadores Pablo Ojer y Efraín Subero, consideran que Los actos y hazañas valerosas del capitán Diego Hernández (sic) de Serpa constituye el primer poema de tema venezolano del cual se tiene noticia por su fecha de composición y se estima, como posible, que sea incluso el más antiguo de autor conocido que se escribió en América; anterior, en todo caso, a La Araucana de Alonso de Ercilla. En 1567, Pedro de la Cadena contribuyó al sometimiento de indios sublevados en la región de Loja (Ecuador) y en recompensa de sus servicios le fue concedida en 1572 una encomienda en la región de los chavitas, que le fue confirmada en 1574. En 1583 fue nombrado capitán general de la ciudad de Loja y en 1584 teniente corregidor y justicia mayor de la misma, cargo éste que ejerció, en diversas oportunidades. Contrajo matrimonio en esa ciudad con Felipa Arias del Castillo. En 1587, como alférez de caballería acudió junto con otros encomenderos de Loja a la defensa de las costas ante la amenaza de la flota británica de Thomas Cavendish. En 1592, cuando se produjo en Quito un alzamiento contra las alcabalas, se alistó a las órdenes del general Pedro de Arana para ir a sofocar la rebelión. En 1599 el corregidor de Quito, Diego de Portugal, lo nombró capitán, con el encargo de alistar fuerzas para acudir en defensa de El Callao. En 1603 era teniente de corregidor de las ciudades de Loja y Nueva Zamora, en 1606 fue nombrado tesorero de Real Hacienda de Loja y su partido y, el 12 de diciembre de 1607, recibió el nombramiento de teniente justicia mayor de esa ciudad. Este es el último dato que sobre él se conoce; ignorándose la fecha de su muerte.

JOSÉ GUMILLA (1686-1750)

(Jánovas de Aragón, 1686-Los Llanos, 1750) Misionero y etnólogo español. Ingresó en la Compañía de Jesús en 1702. Estudió la historia natural de las tierras americanas que evangelizaba y remontó el Orinoco. Autor de El Orinoco ilustrado y defendido. Historia natural, civil y geográfica de este gran río y sus caudalosas vertientes (1741).

JOSÉ GUMILLA (1686-1750)

El padre José Gumilla nace en Cárcer, localidad española. Llegó al Nuevo Mundo como novicio jesuita, en 1705. Se graduó en la Universidad javeriana de Bogotá y se dedicó a las misiones. Participó en la reinstalación de las misiones del Orinoco, en 1731. De su extensa bibliografía podemos señalar El Orinoco Ilustrado y Defendido y la Historia Natural, Civil y Geográfica de las Naciones situadas en las riveras del Rio Orinoco. Ya para la época en que vivió el padre Gumilla la situación en América estaba cambiando. Los días iniciales de la conquista habían finalizado y eso se refleja, por supuesto, en la obra del destacado religioso, historiador y lingüista. En el tratamiento de los temas hay un interés marcado por la descripción geográfica y a ratos hasta etnográfica. Su estilo carece de rebuscamientos, más bien se convendrá que la naturalidad es una de sus características más precisas. El mismo señala: «En el estilo sólo tiraré a darme a entender, con la mayor claridad que pueda, y no será poca dicha si lo consiguiere; porque acostumbrado largos años a la pronunciación bárbara, a la colocación y cláusula de los lenguajes ásperos de aquellos indios, será casualidad si corriere mi narración sin tropiezo...».




FRAY PEDRO DE AGUADO

(Valdemoro, 1538-?, c. 1608) Eclesiástico y cronista español. Franciscano, fue misionero en Nueva Granada a partir de 1560. Su Recopilación historial fue publicada póstumamente en dos partes con los títulos de Historia de Santa Marta y Nuevo Reino de Granada (1906) e Historia de Venezuela (1913).
Eclesiástico y cronista español. Fue un franciscano que se desempeñó como misionero, evangelizando a los indios del nuevo continente. Al ser testigo de los acontecimientos acaecidos en la conquista americana escribió "Recopilación Historial", que fue publicada póstumamente en dos partes, y que destacó su labor como cronista.

Datos generales de su vida

Se sabe que nació en Valdemoro y que fue bautizado el 23 de enero de 1513. También que perteneció a una familia de importante posición social y económica. Pero no se conoce información con respecto a cuándo se hizo sacerdote y a otros datos de su vida antes de viajar a América.
Pedro de Aguado, franciscano, se fue al nuevo mundo en 1560. Formaba parte del grupo de 50 religiosos que llevó fray Luis Zapata, nombrado entonces comisario-reformador de la orden franciscana para el Perú. Arribó al Nuevo Reino de Granada, y a partir de entonces comenzó su labor como misionero, para evangelizar a los indios.
Fue doctrinero de Cogua, Nemeza y Peza, durante dos años; y según está manifestado en un documento recientemente encontrado, también lo fue de Bosa. Conoció la provincia de los Panche y es probable que haya visitado la ciudad de Cartagena, pero ya como provincial de su orden.
De sus demás actividades se sabe que fue, en dos ocasiones, guardián del convento en Santafé y, tal vez, en Tunja. En 1573 fue nombrado provincial de la orden de San Francisco, dos años más tarde se volvió a su país, España.

FRAY PEDRO DE AGUADO

A Fray Pedro de Aguado se le conoce mejor como el primer historiador de Venezuela. Ciertos pasajes de su vida son hoy un misterio y a pesar del esfuerzo hecho por los investigadores no se han conseguido mayores frutos. Sin embargo, se tiene conocimiento de que nació en la Villa de Valdemoro en la provincia de Madrid. Ya para el sexto decenio del siglo XVI emprende viaje como misionero al Nuevo Reino de Granada y se señala que, luego de un largo periodo de permanencia en América, regresa a España al parecer por asuntos relacionados con sus actividades religiosas. Pasado un buen tiempo, Fray Pedro de Aguado se residencia en el Convento Franciscano de Cartagena de Indias. Su vida entera la consagró a la misión de cristianizar a los aborígenes del territorio conquistado por la Corona Española.
En cuanto a los documentos escritos por Fray Pedro de Aguado, son muchas las consideraciones que se han hecho. La Historia de Santa Marta y Nuevo Reino de Granada y La Historia de Venezuela, son las dos obras en las que el insigne religioso recoge episodios del proceso de asentamiento de las huestes españolas. Son sumamente conocidas las crónicas sobre el tirano Lope de Aguirre que escribiera Fray Pedro de Aguado y que están contenidas en el Segundo de los libros citados en esta reseña. Observemos las siguientes líneas: «Sabido esto Aguirre se tornó a endemoniar y a embravecer y, airar mucho más de lo que antes había estado, tornando a hacer mayores fieros y amenazas de las que antes había hecho y novando otros nuevos fieros contra el fraile y los soldados que se le habían pasado, y para asegurarse más antes que el navío llegase a tomar puerto (...) y doblando las prisiones a Don Juan de Víllandrando. Gobernador, y a los demás que con él tenía presos de antes. Vituperándolos y tratándolos muy mal de palabra, afirmándoles que había de bañar todo aquel pueblo en sangre de los propios vecinos que presentes estaban». (Gabaldón. Joaquín. Obra citada. Pág. 148-149). Como bien se podrá apreciar, los escritos del Padre Aguado resultan pintorescos. No pudiera hablarse de que en ellos exista un verdadero rigor histórico. Debido a que la concepción de estos documentos presentan un aire a veces de leyenda y otras de crónica sencillamente.

FRAY PEDRO SIMON (1581-1623)

Fray Pedro Simón es uno de los autores fundamentales que se dedicó a dejar testimonio de lo que ocurría en el Nuevo Mundo. Al igual que Fray Pedro de Aguado dedica gran parte de sus escritos a sucesos ocurridos en lo que hoy forma parte de nuestro territorio y, por tal motivo, Aristides Rojas también le concede el título de primer historiador de Venezuela. En verdad, son estos primeros cronistas quienes con gran esfuerzo recopilan las páginas iniciales de un proceso histórico que asombra al mundo. Los relatos de Fray Pedro Simón se presentan como piezas extraordinarias en las que el autor hace gala de su imaginación. Leamos con detenimiento la siguiente cita: « (De los nombres de las Indias). El primero fue llamarles Nuevo Mundo, y llamándole así no porque estas tierras estén fuera del globo y esfera de donde están las demás, con otro centro, otros cielos y elementos, pues todo lo descubierto en ellas es una parte de todo el universo que se comprende debajo de los mismos cielos y en orden a un mismo centro y polos que lo demás del mundo; pero llamándole así de común consentimiento de todos, por otras mil razones que concurren, de que pondremos dos o tres. La primera, porque no sólo se tuvieron noticias ciertas antes que se descubrieran de que estas tierras estuviesen aquí en esta parte del mundo con gente». La narración del ilustre cronista continúa, pero lo importante es observar como con estilo sencillo y directo construye este autor su obra principalísima Noticias Historiales de las Conquistas de Tierra-Firme.

FRAY ANTONIO CAULIN (1719-1802)

Fray Antonio Caulin nació en la pequeña ciudad de Bujalance que perteneció al antiguo reino de Córdoba. Sus primeros años de vida transcurren en la tranquilidad de su pueblo natal. Se presume que ya para el año de 1734 ha ingresado en el Convento Franciscano de Bujalance. Luego de 1739 a 1741. Permaneció en la ciudad de Cádiz. El joven franciscano. al ser escogido entre los diez misioneros asignados al Comisario Delegado Fray Francisco del Castillo. Emprende viaje a las misiones de Píritu en Nueva Andalucía. Dura su estancia en América dieciséis años y regresa el párroco a España donde se establece definitivamente. En la última etapa de su vida ocupó el cargo de Secretario General de la Orden y Provincia de Granada y realiza una gran labor en el campo educativo.
Con respecto a su obra, se tiene conocimiento de que publicó dos títulos: Historia Corográfica, Natural y Evangélica de la Nueva Andalucía. Provincia de Cumaná. Guayana y Vertientes del Rio Orinoco; así como El Perfecto Cristiano Moralmente Instruido en sus. Principales Obligaciones. Como se podrá deducir, los escritos de Fray Antonio Caulin son fuente fundamental para quien pretende estudiar el proceso literario venezolano.

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