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miércoles, 22 de febrero de 2012

La Gerencia del Aula en la Calidad Educativa


REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR
PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS OCCIDENTALES “EZEQUIEL ZAMORA”
UNELLEZ – SOSA





LA GERENCIA DEL AULA EN LA
CALIDAD EDUCATIVA



DOCENTE                                                                                                                 BACHILLERES
MAIGUALIDA AGUIRRE                                                                                       ANYELA VALERO
BICKI RAMÍREZ
BILHA MONZÓN
DELIA SÁNCHEZ
DOMINGO RAMÍREZ
JESSICA ARAUJO


GERENCIA EDUCATIVA


CIUDAD DE NUTRIAS, JULIO DE 2011

INTRODUCCIÓN

            La gerencia educativa, como se ha visto, trata de manejar y controlar los procesos que incorpora las instituciones educativas para su buen funcionamiento; para el último módulo de la asignatura se estudia la gerencia que se debe llevar en un aula o salón de clase, ya que esta resulta necesaria para que los procesos de enseñanza – aprendizaje, se cumplan en su cabalidad. Es por ello, que se describirá en el presente trabajo contenidos de gran relevancia para que esto se realice, entre los cuales cabe resaltar:
-           La planificación que se desarrollan en las aulas.
-           La organización del aula.
-      La ejecución de una planificación y la evaluación, entre otros tópicos que resultan importantes al momento de gerenciar dentro del aula. 

LA GERENCIA DE AULA, UNA ALTERNATIVA DE
CAMBIO EN EL PROCESO EDUCATIVO

La calidad de la Educación de un país está determinada por la calidad de docentes, docentes que estén orientados hacia la búsqueda de la excelencia, de manera que puedan enseñar al alumno a ser, a aprender, a convivir y a hacer.
Evitando de alguna manera que este proceso se convierta en un simple suministro de información mecánico y por demás vacío que no deja de incrementar el desinterés en las aulas. De allí, que habría que empezar comprendiendo en qué consiste el proceso de enseñanza y aprendizaje, y para ello Méndez, (2004) señala que dicho proceso es el conjunto de acciones dirigidas al logro de un aprendizaje significativo y constructivo, que involucra qué es lo que se aprende y cómo se aprende.
En tal sentido, para llevar a cabo este proceso se requiere de cierta preparación, que, si bien es cierto que los docentes estamos preparados para ello, es inevitable sorprendernos cada día por el deterioro de la calidad de estudiantes que cada año muestran las estadísticas de un país. Por consiguiente, es imprescindible la preparación constante del profesional de la docencia, de manera de que ejerza éste una gerencia de aula, y de acuerdo a Castellanos (2006) la gerencia de aula está referida a todo lo que el docente hace en el aula que no es instruccional, en donde el docente aparte de ser un efectivo y eficiente maestro, es un efectivo gerente de tiempo, tarea social, manejo de conflicto, comunicación, toma de decisiones, cambio, diseños físicos, tarea académica, motivación innovación, entre otras. Igualmente para Ruiz (1992) "la gerencia de aula se refiere a la previsión y procedimientos necesarios para establecer y mantener un ambiente en el cual la instrucción y el aprendizaje puedan suceder". (p.8).
En este orden de ideas, Smith, (1995), menciona en su estudio sobre la Gerencia Educativa en el Aula, que ésta es una alternativa de cambio en el proceso de enseñanza y aprendizaje, y ¿porqué de cambio? Porque el docente desconoce el sentido y la aplicación de la acción gerencial en el aula, situación que se evidencia en una praxis deficiente en cuanto a los aspectos relativos a planificación, facilitación, orientación, evaluación, liderazgo, comunicación y toma de decisiones relacionados con la actividad educativa que realizan en el aula de clases.
Por otro lado, el trabajo del docente depende en gran parte del ambiente en el que trabaja, lo cual hace al aula ese ambiente especial, y este está condicionado por algunas características típicas del aula y de la institución en la que se desenvuelve. Para ello, se debe evitar concebir al aula como un simple espacio físico, rodeado de cuatro paredes, donde los estudiantes reciben ciertos conocimientos. Sino, por el contrario ver al aula como una organización social, capaz de ser administrada bajo ciertos postulados relacionados con la psicología, sociología y por supuesto los conceptos gerenciales que le van a permitir administrar de manera productiva el tiempo, los recursos, y llevar a cabo una planificación que esté orientada al logro de los objetivos propuestos.
Asimismo, el docente comprometido debe asumir una actitud proactiva, crítica y reflexiva frente a la enseñanza, asumir el rol de gerente, concentrando todo su esfuerzo en motivar a los estudiantes hacia la búsqueda de la excelencia como valor social importante en su desarrollo, según Méndez, (2004) la idea de excelencia, debe ser entendida ?como el propósito de esforzarse en ser cada día mejor, para no contentarse con lo fácil, sino en plantearse metas exigentes que lo conviertan en un ser apto y socialmente realizado? que es lo que persigue una educación integral.
Por lo tanto, se debe tener bien claro que la función del docente lejos de transmitir conocimientos, dar instrucciones, evaluar los contenidos; es el responsable de incentivar y motivar a sus estudiantes a aprender, a indagar, investigar, reflexionar y ante todo analizar cada experiencia de aprendizaje. Sin embargo, esto solo se podría lograr en la medida que los profesionales de la docencia hagan un buen uso del recurso profesor-ambiente-alumno y comprenda que su quehacer no es una profesión, sino una misión.
Finalmente, los invito pues a indagar más sobre la Gerencia de Aula, de manera de implementar una serie de cambios dentro de nuestra praxis profesional y darnos cuenta que las nuevas generaciones nos están pidiendo a gritos que nos pongamos a la vanguardia de las nuevas tecnologías e innovaciones en cuanto a Educación se refiere.

LA PLANIFICACIÓN DE AULA

Planificar el trabajo de aula consiste en encontrar la mejor manera de organizar el “paso a paso” para alcanzar los aprendizajes esperados en los tiempos que se señalan.
La planificación de aula requiere que el docente conozca y maneje los programas de estudio, para escoger la secuencia de actividades más adecuadas para que todos los estudiantes avancen en sus aprendizajes. La planificación de aula requiere utilizar el máximo de elementos para guiar el trabajo del docente, con buenas actividades de aprendizaje.
La planificación de aula es una excelente herramienta de trabajo que ayuda a evitar la improvisación innecesaria y constituye un buen referente para el seguimiento curricular.
La organización del paso a paso, implica la distribución de las actividades durante la clase, la que a su vez se estructura en distintos momentos.
Esta estructura de la clase es muy importante y debe estar presente en todas las planificaciones, puesto que aseguran el logro de las metas de aprendizaje, según los tiempos exigidos en los programas de estudio. Estos momentos se refieren a tres instancias que se van articulando entre sí. Los tres momentos de la clase (Estructura de la clase):

El inicio de la clase

Este momento se caracteriza por la aplicación de estrategias diseñadas por el profesor con el fin de que los alumnos y alumnas sean capaces de:
-           Recordar, retomar y retroalimentar los aprendizajes previos.
-           Conocer cuáles son los propósitos de la clase (el objetivo de la clase).
-           Estimular el interés e involucrarse por los nuevos contenidos que abordarán.
-           Expresar sus ideas, sentimientos, experiencias y conocimientos sobre el tema, de modo que puedan establecer vínculos con los nuevos aprendizajes.
-           Escuchar las instrucciones y lo que se espera de ellos.

El desarrollo de la clase

Este momento se caracteriza por la participación activa de los alumnos en el desarrollo de las actividades diseñadas por el profesor y otras que pueden emerger, cuya finalidad principal es lograr los aprendizajes esperados planificados para esa clase. Estas actividades de acuerdo a su naturaleza son desarrolladas por los alumnos y alumnas en forma individual, en parejas, en pequeños grupos o a nivel de todo el curso.

La finalización o cierre de la clase

Este momento se caracteriza por ser una instancia que los niños reconocen como cierre y en la cual se les invita a efectuar una metacognición de lo vivido en clases, es decir, a que tomen conciencia de sus progresos, de sus nuevos aprendizajes y puedan extraer conclusiones. Es éste el momento en que el profesor sintetiza los contenidos, abriendo nuevos desafíos o tareas para realizar y además es el momento en que también el profesor aprovecha para evaluar el logro del o los objetivos de la clase.

LA UNIDAD DIDÁCTICA

“La unidad didáctica o unidad de programación será la intervención de todos los elementos que intervienen en el proceso de enseñanza-aprendizaje con una coherencia metodológica interna y por un período de tiempo determinado” (Antúnez y otros, 1992, 104).
“La unidad didáctica es la interrelación de todos los elementos que intervienen en el proceso de enseñanza-aprendizaje con una coherencia interna metodológica y por un periodo de tiempo determinado” (Ibáñez, 1992, 13).
Unidad de programación y actuación docente configurada por un conjunto de actividades que se desarrollan en un tiempo determinado, para la consecución de unos objetivos didácticos. Una unidad didáctica da respuesta a todas las cuestiones curriculares al qué enseñar (objetivos y contenidos), cuándo enseñar (secuencia ordenada de actividades y contenidos), cómo enseñar (actividades, organización del espacio y del tiempo, materiales y recursos didácticos) y a la evaluación (criterios e instrumentos para la evaluación), todo ello en un tiempo claramente delimitados.
“La unidad didáctica es una forma de planificar el proceso de enseñanza-aprendizaje alrededor de un elemento de contenido que se convierte en eje integrador del proceso, aportándole consistencia y significatividad. Esta forma de organizar conocimientos y experiencias debe considerar la diversidad de elementos que contextualizan el proceso (nivel de desarrollo del alumno, medio sociocultural y familiar, Proyecto Curricular, recursos disponibles) para regular la práctica de los contenidos, seleccionar los objetivos básicos que pretende conseguir, las pautas metodológicas con las que trabajará, las experiencias de enseñanza-aprendizaje necesarios para perfeccionar dicho proceso” (Escamilla, 1993, 39).
En resumen y simplificando, podemos señalar que la unidad didáctica es la unidad básica de programación.
En definitiva, se puede decir que se entiende por Unidad didáctica toda unidad de trabajo de duración variable, que organiza un conjunto de actividades de enseñanza y aprendizaje y que responde, en su máximo nivel de concreción, a todos los elementos del currículo: qué, cómo y cuándo enseñar y evaluar. Por ello la Unidad didáctica supone una unidad de trabajo articulado y completo en la que se deben precisar los objetivos y contenidos, las actividades de enseñanza y aprendizaje y evaluación, los recursos materiales y la organización del espacio y el tiempo, así como todas aquellas decisiones encaminadas a ofrecer una más adecuada atención a la diversidad del alumnado.
En esta amplia definición se pueden incluir organizaciones de contenidos de muy diversa naturaleza que, aun precisando todos de una planificación que contemple los elementos que aquí se han citado se alejan, en ocasiones, de la configuración de unidades didácticas que habitualmente se ha manejado.
Por Unidad didáctica se puede entender un proyecto de trabajo, un taller, la programación de las rutinas, el seguimiento del tiempo atmosférico, la programación de la lectura recreativa, una salida, etc. siempre que supongan una planificación por parte del docente de un proceso de enseñanza y aprendizaje.
Es importante considerar que todos estos aprendizajes necesitan ser programados, en el sentido de que para abordarlos es preciso marcarse objetivos y contenidos, diseñar actividades de desarrollo y evaluación y prever los recursos necesarios. Las unidades didácticas, cualquiera que sea la organización que adopten, se configuran en torno a una serie de elementos que las definen. Dichos elementos deberían contemplar: los siguientes aspectos: descripción, objetivos didácticos, contenidos, actividades, recursos materiales, organización del espacio y el tiempo, evaluación. 
Establecer estos aspectos con el grado de elaboración que cada equipo juzgue necesario, es muy útil para el centro porque supone la confección de una especie de "banco de datos" que favorecerá sin duda la tarea de otros compañeros e impedirá la sensación, que con frecuencia se produce, de encontrarse siempre en el punto cero. Esta tarea rentabiliza los esfuerzos, incluso a corto y medio plazo. En el cuadro que se ofrece a continuación, aparece un breve resumen de los elementos fundamentales que una Unidad didáctica puede recoger.
-           Descripción de la Unidad Didáctica: En este apartado se podrá indicar el tema específico o nombre de la unidad, los conocimientos previos que deben tener los alumnos para conseguirlos, las actividades de motivación, etc. Habría que hacer referencia, además, al número de sesiones de que consta la unidad, a su situación respecto al curso o ciclo, y al momento en que se va a poner en práctica.
-           Objetivos Didácticos: Los objetivos didácticos establecen qué es lo que, en concreto, se pretende que adquiera el alumnado durante el desarrollo de la unidad didáctica. Es interesante a la hora de concretar los objetivos didácticos tener presentes todos aquellos aspectos relacionados con los temas transversales.  Hay que prever estrategias para hacer partícipe al alumnado de los objetivos didácticos.
-           Contenidos de Aprendizaje: Al hacer explícitos los contenidos de aprendizaje sobre los que se va a trabajar a lo largo del desarrollo de la unidad, deben recogerse tanto los relativos a conceptos, como a procedimientos y actitudes.
-           Secuencia de Actividades: En este apartado, es muy importante establecer una secuencia de aprendizaje, en la que las actividades estén íntimamente interrelacionadas. La secuencia de actividades no debe ser la mera suma de actividades más o menos relacionadas con los aprendizajes abordados en la unidad. Por otra parte, es importante tener presente la importancia de considerar la diversidad presente en el aula y ajustar las actividades a las diferentes necesidades educativas de los alumnos en el aula.
-           Recursos: Conviene señalar los recursos específicos para el desarrollo de la unidad.
-           Organización de Espacio y Tiempo: Se señalarán los aspectos específicos en tomo a la organización del espacio y del tiempo que requiera la unidad.
-           Evaluación: Las actividades que van a permitir la valoración de los aprendizajes de los alumnos, de la práctica docente del profesor y los instrumentos que se van a utilizar para ello, deben ser situadas en el contexto general de la unidad, señalando cuáles van a ser los criterios e indicadores de valoración de dichos aspectos.
Asimismo, es muy importante prever actividades de autoevaluación que desarrollen en los alumnos la reflexión sobre el propio aprendizaje.

LA ORGANIZACIÓN DEL AULA

Para acomodar varios grupos dentro de un salón de clases la distribución espacial es primordial. Para un buen funcionamiento del grupo es esencial poseer mesas modulares o mesas redondas u ovaladas para favorecer la comunicación interpersonal. Aunque es complicado encontrar aulas de este tipo hay que crear el ambiente apropiado y lo ideal es organizar un círculo con todos los grupos para facilitar la movilidad. Un factor interesante en la recreación del aula es lo proxémico “la palabra proxémico sirve para designar las observaciones y teorías interrelacionadas del uso que los sujetos de una determinada cultura hacen de los espacios (...) Por otra parte, la comunicación no verbal, de tipo gestual, entra a jugar un papel determinante (...) Lo interesante de este hecho, es la necesidad de afectar con nuestro cuerpo, el cuerpo y la mente del oyente.” (Jiménez, 2003, P 160). Según el mismo autor, hay datos que reflejan la visión de los estudiantes cuando el espacio del aula se vuelve proxémico como el del trabajo en equipo. Transformar un aula de clase en círculo significa para los estudiantes:
-           Versen entre ellos mismos, lo que mejora la discusión y la comunicación.
-           Mayor comunicación con el profesor.
-           Mejor comprensión dada la visibilidad.
-           Centrar mejor la atención.
-           Mejorar la respiración debido a la libertad del espacio.
-           Existe mayor organización del espacio.
-           Mayor libertad de movimiento.
Las anteriores razones reafirman que lo ideal es transformar el espacio del aula para crear ese ambiente deseado en el desarrollo de un trabajo efectivo. También, es bueno recalcar que el aula no está conformada solamente por las cuatro paredes de un salón; es indispensable organizar actividades extramurales.

El Trabajo Individual

El trabajo individual, es la base de la reflexión y el asentamiento de lo que se quiere interiorizar. Se ha visto que no puede desarrollarse un buen trabajo en grupo si previo no hay un trabajo individual y casi siempre son también la base de la satisfacción personal y de la autoestima.
Muchas veces se cae en el error de pensar que el trabajo individual ya se sabe y sin embargo vemos que hay dificultades de lectura comprensiva, de organizar la información, de estructurar un mapa conceptual, de presentar un texto limpio, de comunicar lo aprendido... Todo ello requiere de un proceso de aprendizaje con el que trabajaremos en el diseño de las actividades individuales.

La organización de la clase para el trabajo individual

Es importante que se descubra que para trabajar de forma individual se tiene que buscar un espacio personal que lo favorezca, por tanto cada persona procurará encontrarlo colocando la mesa de forma que le posibilite la reflexión, la interiorización, el aislamiento. Puesto que el aprender es un acto personal, que nadie puede hacer por otra persona y requiere de ese espacio propio. 

Las habilidades necesarias para el trabajo individual

-           Tener clara la tarea: Descubrir no sólo lo que tengo que hacer sino para qué, finalidad y objetivo así como para qué lo necesito.
-           Hacer ejercicios de relajación: Entender que el aprendizaje supone el esfuerzo de concentración y conexión con la propia sabiduría donde el cuerpo con la postura, las emociones y la mente entran en juego.
-           Comprender el texto: (vocabulario, ideas principales, el mapa conceptual.
-           Controlar el tiempo: Un ejercicio importante es saber controlar el tiempo de que se dispone y saber priorizar las distintas tareas.
-           Trabajar en silencio: El silencio será necesario ya que estás haciendo ejercicios de introspección y estás en una sala colectiva.
-           No interrumpir a las demás personas: Aprender a ver las consecuencias de los propios actos.
-           Autoevaluación: Tener la sana costumbre de reflexionar sobre lo que he hecho, cómo lo he hecho, causas, consecuencias y propuestas de mejora, es decir, de qué me siento con más satisfacción y en qué necesito mejorar o seguir aprendiendo es quizá la mejor forma de seguir avanzando.

El Trabajo en Grupo

El trabajo en grupo es una de las herramientas más eficaces del aprendizaje compartido. Ayuda a aclarar conceptos, desarrolla el protagonismo, potencia la responsabilidad. Por otra parte, ya que el trabajo en grupo requiere trabajar con las ideas, sentimientos y emociones de cada persona, será necesario entrenar en las reglas de la comunicación, es decir: saber escuchar, saber intervenir, descubrir los sentimientos, utilizar un lenguaje apropiado "no comparativo y si coeducativo".
Tampoco podemos olvidar que el trabajo en grupo necesita una organización y distribución de funciones y roles que lo hagan posible con las reglas del juego correspondientes y la comunicación desde la cooperación donde se ponga en práctica el saber escuchar, saber intervenir.

La organización de la clase para el trabajo en grupo 

El número de componentes del grupo: Será aquel que posibilite la mayor interacción, o logra mejor la finalidad de la tarea. Puede ser de dos, de tres o de cuatro personas, dependerá de la actividad y lo que se pretenda con ella.
Del mismo modo, los criterios de agrupamiento: por azar, mixto, segregado, voluntario, cambiando... Serán aquellos que en cada momento se necesite. Posiblemente habrá momentos para todo, pero siempre será bueno y necesario justificar cada tipo de agrupamiento.

Las funciones o roles del grupo

El trabajo en grupo requiere una estructura organizativa que lo facilite, y por tanto un reparto de tareas del que habrá de responsabilizarse la persona que lo desempeña. Poniendo como base el agrupamiento de cuatro personas, aunque varía según la actividad, los siguientes podrían ser roles, funciones o cargos negociados:

La persona que coordina, Coordinadora

-           Se encarga de dar la palabra.
-           Recuerda el trabajo que hay que hacer y las pautas de convivencia. Pide la lectura de lo debatido o los acuerdos a la persona secretaria.

La persona portavoz y observadora

-           Contar en la puesta en común lo que ha trabajado el grupo. D Utilizar los apuntes de la persona secretaria como memoria.
-           Mostrar la máxima atención para poder transmitir en la puesta en común o asamblea lo trabajado o acordado en el grupo.
-           Preguntar, aclarar para llevar las ideas claras al grupo clase.
-           Observar sin valorar el lenguaje utilizado: coeducativo, no comparativo.

La persona secretaria

-           Es la que recoge por escrito lo que se debate y acuerda.
-           Lee lo acordado al pequeño grupo y hace las modificaciones oportunas.
-           Sirve de memoria colectiva a través del libro de actas.

La persona encargada de material

-           Es la que cuida, guarda y distribuye el material.
-           Recuerda cómo hay que dejar las sillas y las mesas.
-           Cuando hay que hacer conferencias o talleres se responsabiliza de los materiales.

La tarea en el trabajo en grupo requiere

Lo primero una propuesta clara de trabajo. La confusión sobre lo que hay que hacer, crea desorden y desánimo.
Una concreción y limitación del tiempo. Es importante no repetir las ideas y limitar el tiempo a las personas que lo acaparan demasiado. Así como no pasarse en el tiempo del trabajo en grupo.
Los acuerdos tomados deben quedar reflejados por escrito, para que queden como memoria colectiva y optimizar el tiempo y no estar repitiendo siempre lo mismo.

El Trabajo de Asamblea o Puesta en Común

Todo trabajo en grupo requiere una puesta en común, puesto que, supone una gran motivación, el saber que lo que se está haciendo, es para compartirlo con las demás personas de la clase, y además se ve claramente, la utilidad del trabajo en grupo.
Cuando el entrenamiento de trabajar en pequeños grupos es poco, la puesta en común sirve de autocontrol y ayuda para los grupos que tengan dificultades, ya que, viendo como han resuelto los problemas de comunicación y de negociación de acuerdos los demás grupos, se podrá descubrir y solucionar las dificultades personales o grupales. Además debemos añadir la socialización del trabajo y el aprendizaje que esto supone.
Por supuesto las puestas en común requieren también un proceso y un aprendizaje que requieren el desarrollo de las siguientes habilidades fundamentalmente:

-           Tener claro lo que se pone en común y el trabajo en grupo previo.
-           Saber dar la palabra.
-           Saber pedir la palabra.
-           Hablar desde el Yo y no por boca de las otras personas.
-           Saber resumir lo que se ha dicho.
-           Levantar acta.
-           Escribir el compromiso.
-           Tener una persona observadora.
No se puede olvidar que las puestas en común o asambleas se pueden volver un instrumento de poderío y marginación, si no se hacen respetando las reglas de la comunicación y con el trabajo previo anterior. 

EJECUCIÓN DE LA PLANIFICACIÓN

            Es el momento el que la planificación de la clase de realiza, es decir, se cumple, tomando en cuenta estándares como:
-           ¿Qué enseñar y aprender?: Son los contenidos seleccionados, que pueden ser conceptuales, procedimentales y actitudinales.
-           ¿Para qué enseñar y aprender?: Objetivos y aprendizajes esperados; se refieren a los aprendizajes que se espera que el alumno alcance.
-           ¿Cómo enseñar y cómo aprender?: Estrategias de enseñanza y aprendizaje. Comprenden las actividades del profesor y de los alumnos; la forma como se organizan los alumnos/as (técnicas metodológicas).
-           ¿Con qué enseñar?: Recursos didácticos, materiales, apuntes, entre otros.
-           ¿En qué condiciones físicas?: Ambiente físico, Se refiere a aspectos como el tamaño de la sala, estado y funcionalidad de las mesas, sillas, muebles; iluminación; colores utilizados en las paredes o muebles, calefacción, etc.
-           ¿En qué atmósfera socioafectivo?: Clima educativo. Se refiere a las interrelaciones personales que se dan entre el profesor/a y los/as alumnos/as y entre los/as entre sí. A este componente también se le llama clima social del aula.
-           ¿Cuánto tiempo y cuándo?: Cantidad de horas y en qué momento del proceso Lugar, espacio intra-aula y/o extra-aula
-           ¿Dónde?: Evaluación de procesos
-           ¿Cómo mejorar la enseñanza y el aprendizaje? ¿Se consiguen los objetivos y aprendizajes esperados? Componente, Evaluación de proceso y resultados.
            Al tomar en cuenta todos estos elementos y llevarlos a la práctica, se estará cumpliendo con la ejecución de una planificación de clases.

EVALUACIÓN

Evaluación puede conceptualizarse como un proceso dinámico, continuo y sistemático, enfocado hacia los cambios de las conductas y rendimientos, mediante el cual verificamos los logros adquiridos en función de los objetivos propuestos.
La Evaluación adquiere sentido en la medida que comprueba la eficacia y posibilita el perfeccionamiento de la acción docente.
Lo que destaca un elemento clave de la concepción actual de la evaluación: no evaluar por evaluar, sino para mejorar los programas, la organización de las tareas y la transferencia a una más eficiente selección metodológica.
Hoy, la enseñanza está al servicio de la educación, y por lo tanto, deja de ser objetivo central de los programas la simple transmisión de información y conocimientos. Existiendo una necesidad de un cuidado mayor del proceso formativo, en donde la capacitación del alumnado está centrada en el autoaprendizaje, como proceso de desarrollo personal. Bajo la perspectiva educativa, la evaluación debe adquirir una nueva dimensión, con la necesidad de personalizar y diferenciar la labor docente.
Cada alumno es un ser único, es una realidad en desarrollo y cambiante en razón de sus circunstancias personales y sociales. Un modelo educativo moderno contemporiza la atención al individuo, junto con los objetivos y las exigencias sociales.
Las deficiencias del sistema tradicional de evaluación, han deformado el sistema educativo, ya que dada la importancia concedida al resultado, el alumno justifica al proceso educativo como una forma de alcanzar el mismo.
La evaluación debe permitir la adaptación de los programas educativos a las características individuales del alumno, detectar sus puntos débiles para poder corregirlos y tener un conocimiento cabal de cada uno.
No puede ser reducida a una simple cuestión metodológica, a una simple "técnica" educativa, ya que su incidencia excediendo lo pedagógico para incidir sobre lo social.
No tiene sentido por sí misma, sino como resultante del conjunto de relaciones entre los objetivos, los métodos, el modelo pedagógico, los alumnos, la sociedad, el docente, etc. Cumpliendo así una función en la regulación y el control del sistema educativo, en la relación de los alumnos con el conocimiento, de los profesores con los alumnos, de los alumnos entre sí, de los docentes y la familia, etc.
La modificación de las estrategias de evaluación puede contribuir, junto con otros medios, a avances en la democratización real de la enseñanza.
Evaluación implica comparación entre los objetivos impuestos a una actividad intencional y los resultados que produce. Es preciso evaluar no solamente los resultados, sino los objetivos, las condiciones, los medios, el sistema pedagógico y los diferentes medios de su puesta en acción. Esto supone:
-           Evaluación del contexto, determinar los objetivos, sus posibilidades, sus condiciones y medios de realización, lo que nos será de fundamental importancia al momento de elaborar la planificación.
-           Evaluación de las necesidades inherentes al proyecto (Input), o sea la determinación de la puesta en práctica, de los recursos y de los medios.
-           Evaluación del proceso, estudio de los datos sobre los efectos que produjeron los métodos empleados, su progresión, sus dificultades y su comparación para tomar decisiones de ejecución.
-           Evaluación del producto, medición, interpretación, juicio acerca del cumplimiento de los objetivos, de la eficacia de la enseñanza, en su evaluación de los resultados para tomar decisiones de reciclaje.
Estos diferentes momentos de la evaluación cumplen un papel fundamental en las decisiones relativas a la planificación, los programas, la realización y el control de la actividad." (D. Stufflebeam).
La gran mayoría de los autores (R. Tyler, B. Bloom, G. De Landsheere, B. Maccario) agrupan los diferentes objetivos y funciones de la evaluación que ya enumeramos en tres grandes categorías:
-           La Evaluación Predictiva o Inicial (Diagnóstica), se realiza para predecir un rendimiento o para determinar el nivel de aptitud previo al proceso educativo. Busca determinar cuáles son las características del alumno previo al desarrollo del programa, con el objetivo de ubicarlo en su nivel, clasificarlo y adecuar individualmente el nivel de partida del proceso educativo.
-           La Evaluación Formativa, es aquella que se realiza al finalizar cada tarea de aprendizaje y tiene por objetivo informar de los logros obtenidos, y eventualmente, advertir donde y en qué nivel existen dificultades de aprendizaje, permitiendo la búsqueda de nuevas estrategias educativas más exitosas. Aporta una retroalimentación permanente al desarrollo del programa educativo.
-           La Evaluación Sumativa, es aquella que tiene la estructura de un balance, realizada después de un período de aprendizaje en la finalización de un programa o curso.
Sus objetivos son calificar en función de un rendimiento, otorgar una certificación, determinar e informar sobre el nivel alcanzado a todos los niveles (alumnos, padres, institución, docentes, etc.). 

CONCLUSIÓN

            El contenido de este trabajo es para internalizar, puesto que resulta de gran valor que el docente conozca de buena forma la gerencia que se deben llevar dentro de un aula de clase, por ello, dentro del mismo se plantea a la unidad de clases o didáctica como forma de planificación. Pero también se debe tomar en cuenta que es relevante tener conocimiento sobre la ejecución de una planificación puesto que en esta se abarca como llevar a la práctica lo que se ha establecido previamente y como último paso de un gerente de aula se debe cumplir con una evaluación, ya que esta reflejara en qué medida se está cumpliendo los objetivos que se han establecido con anterioridad. Es por esto, que se puede decir que cada uno de estos temas es seguido no en relevancia, sino en sucesión a lo que se debe cumplir para ser un buen gerente de aula: planificar – ejecutar – evaluar. 

BIBLIOGRAFÍA

Enlaces Web

Http: //www.sappiens.com/castellano/articulos.nsf/Educadores/La_Gerencia_de_aula, una_alternativa_de_cambio_en_el_proceso_educativo_/E9027D6F43C51447C1257479000F5AEE!opendocument
http://www3.unileon.es/dp/ado/ENRIQUE/Didactic/UD.htm
http://www.gestiopolis.com/canales5/rrhh/elaulaun.htm
http://www.chasque.net/gamolnar/evaluacion%20educativa/evaluacion.01.html

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